Hay personas que comen de todo y no engordan y sin embargo otras que engordan aunque coman muy poco. Esto se debe a que su metabolismo es diferente: unas personas lo tienen más lento y otras más rápido. Así de sencillo.

Pero ¿qué es exactamente el metabolismo basal? "Es el gasto energético mínimo que nuestro cuerpo necesita para asegurar las funciones viales en situaciones de reposo. Y depende del sexo, la edad, la talla y la composición corporal, aunque también de factores externos como la actividad física y lo que comemos", describe la nutricionista Conchita Vidales Aznar, autora del libro Activa tu metabolismo para cambiar tu vida (Libros Cúpula). Sobre los primeros no podemos intervenir, pero sí podemos decidir qué comer y qué ejercicios realizar.

Alimentos quemagrasas: Para quemar más grasa te interesa consumir alimentos antiinflamatorios, diuréticos, antioxidantes y depurativos del hígado, riñón y aparato digestivo, como el melón, el pepino, los arándanos, el apio, las espinacas, el brócoli, las granadas, la zanahoria, el lenguado y el alga wakame. También aquellos alimentos facilitadores de la digestión, alcalinizantes, que nos ayudan a reducir el tiempo de paso de los alimentos por el intestino y a proteger las mucosas, como las semillas de chía, la cayena, el hinojo, la pera, la col ver o rizada (kale), el mango, el limón, las endibias, la cúrcuma, la canela, el aguacate, el pomelo, el alga chlorella, el melocotón, el cilantro, las semillas de lino, las ciruelas, los rábanos picantes, la maca y los hongos shiitake. Tampoco pueden faltarte el açai, el perejil, la piña, el jengibre, el agua de coco, la manzana, el pollo, los huevos y el kéfir.

Alimentos termogénicos: "Tienen la capacidad de aumentar la temperatura corporal, acelerar el metabolismo e incrementar las calorías quemadas". Y es que "para lograr calor interno, la dieta es un elemento clave, ya que la alimentación se convierte en el combustible imprescindible que genera reacciones metabólicas, que se conocen habitualmente como termogénesis alimentaria", explica la Dra. Vidal. Para explicarlo en cristiano, los alimentos termogénicos son aquellos que aumentan la energía que necesita nuestro cuerpo para mantener la temperatura corporal adecuada, entre ellos están el café, el té verde, el alga espirulina, el aceite de coco, la canela, el salmón, el cacao, la mostaza, el guaraná, la garcinia cambogia, el gingseng, la L-Carnitina y las cetonas de frambuesa.

El CrossFit son ejercicios funcionales, constantemente variados y ejecutados con alta intensidad. Los entrenamientos son múltiples, variados y aleatorios, pasando por modalidades deportivas como son la gimnasia, la halterofilia y los ejercicios de cardio. Lo genial de esta práctica deportiva es que acelera el metabolismo: "Implica entrenamiento de alta intensidad o interval training que activa todas las vías metabólicas –aeróbicas y anaeróbicas- de manera simultánea en todos los entrenamientos. También entrenamiento de fuerza, con lo que el músculo quema más calorías y por ello, si aumentamos la cantidad de masa magra, aumentaremos la activación de nuestro metabolismo", asegura la doctora.

Tratamientos complementarios:

Dermatoma T6: Consiste en neuroestimular el dermatoma T6 del estómago. "Se trata de transmitir impulsos eléctricos de bajo voltaje a través de una aguja de acupuntura insertada en el vientre del paciente. La estimulación de terminales nerviosas en el dermatoma T6 crea un reflejo somato-autónomo que actúa, a través de sus ramas, en el nervio vago, estimulando a su a vez la pared gástrica de una forma similar a un marcapasos gástrico", explica la Dra. Vidales. Esta estimulación eléctrica actúa sobre el sistema nervioso central, segregando hormonas en el estómago, especialmente grelina, y generando la sensación de saciedad y reducción del apetito.

Hidrólisis de grasas con estimulación eléctrica: El método consiste en la inserción de varias agujas de manera indolora en la grasa del paciente y en su estimulación eléctrica durante sesiones de treinta minutos. Así, se aumenta en el organismo los niveles de leptina. "La leptina es una hormona producida en las células de forma proporcional a la cantidad de grasa e informa al cuerpo de la cantidad de grasa almacenada. Los bajos niveles de leptina aumentan el apetito y activan el metabolismo, mientras que los altos promueven la descomposición de las grasas", apunta la nutrionista.