La meditación se ha quedado corta para rebajar los niveles de estrés.

Respiración consciente: Cuando hablamos de respiración consciente nos referimos no solo a la respiración que hacemos a nivel pulmonar, sino también a la que se realiza a través de cada poro de nuestra piel. Porque nuestro cuerpo está constantemente respirando. "Si somos capaces de concentrarnos durante algunos minutos en nuestra respiración, observar cómo entra el aire por la nariz y hacer su recorrido hasta volver a salir, seremos capaces de poner en marcha la técnica del mindfulness, es decir "vivir con atención plena el momento presente, con interés, aceptación y sin juzgar", cuenta Marta Puig, fundadora de Mundo Pránico. Se puede poner en práctica las veces que haga falta a lo largo del día durante 5 ó 10 minutos y en cualquier lugar. La modelo Kendal Jenner, las actrices Emma Watson y Angelina Jolie y la presentadora Oprah Winfrey se han sumado a esta práctica y han encontrado en los ejercicios respiratorios su particular cura antiestrés.

Meditación: Para meditar necesitas estar sentada o tumbada tranquilamente con los ojos cerrados y repetir un sonido o frase –conocida como Mantra- para ayudarte a concentrarte. El objetivo es liberar los pensamientos y accione negativas y fortalecer y aumentar los positivos. Con 15 ó 20 minutos diarios es suficiente. "Esta práctica reduce el estrés, la presión arterial, disminuye la ansiedad y nos libera de la tristeza. También mejora la concentración, desarrolla la inteligencia emocional y ayuda a conectar con uno mismo. Pero, además, es fuente de belleza, ya que estimula la producción de la telomerasa, la enzima de la juventud", según la fundadora de Mundo Pránico. Jennifer López comienza cada día con un ritual de meditación guiada con afirmaciones positivas. Otras meditadoras hollywoodienses son Miranda Kerr, Jessica Alba, Julia Roberts, Gwyneth Paltrow, Kate Hudson y la top model Gisele Bünchen.

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Ejercicio físico al aire libre: Andar, correr o ir en bicicleta son actividades gratuitas que se pueden realizar en cualquier momento del día y al aire libre. Así sumas beneficios: los ya reconocidos de hacer ejercicio –aumento de la serotonina, hormona de la felicidad-, y el impacto positivo de hacerlo en espacios verdes, rodeado de naturaleza y aire limpio, y disfrutar de los rayos de sol –te ayuda a segregar vitamina D-. Algo que no puedes percibir dentro de un gimnasio. "Nuestro sistema está preparado para moverse y generar adrenalina y otras sustancias que permiten vivir una vida alegre, sana y feliz. Realizar ejercicio físico libera endorfinas, la hormona de la felicidad, y si se practica al aire libre nos conecta con la naturaleza nutriéndonos de sus beneficios", asegura Marta Puig. Anna Sophia Robb corre y hace barras al aire libre, a Lea Michele le gusta caminar o correr, y Selena Gómez prefiere ir en bicicleta.

Baños en agua salada: El agua salada tiene propiedades antibióticas y antisépticas por lo que es muy recomendable para tratar problemas dérmicos, como el acné severo, las quemaduras, la dermatitis o los eczemas. Además ayuda a mantener la piel hidratada y es rica en oligoelementos como el sodio, el yodo, el zinc y el potasio, promueven la elasticidad y juventud cutáneas. "Los baños de agua salada nos limpian energéticamente y son muy buenos para tratar inflamaciones, estrés y tensiones indeseadas. Se recomienda hacerlo al menos una vez por semana", según la experta. Son una de las prácticas favoritas de la actriz Emma Watson que recientemente ha confesado dárselos a diario.

Consumir superalimentos: Son aquellos que el doctor Nicholas Perricone considera cuasi medicinas para el organismo "por su capacidad para disminuir y estabilizar la tasa de azúcar en sangre, prevenir y reducir la inflamación, regular el metabolismo y quemar las grasas, disminuir el colesterol malo y elevar el bueno, bajar la tensión arterial, proteger contra las enfermedades del corazón, prevenir el cáncer, proteger los órganos contra las toxinas, y promover la buena salud del sistema digestivo, del colágeno y los cartílagos", asegura. ¿Y cuáles son? El zumo de açai, los aliáceos crudos –cebolla, ajo, puerro, cebolleta y cebollino-, la cebada integral, el trigo sarraceno, las algas verdiazules, las judías y las lentejas, los frutos secos, las semillas –de sésamo, lino y calabaza-, los brotes –de rábano, alfalfa, soja, brécol, girasol, trébol y frijol chino-, el yogur y el kéfir. La itgirl Camille Rowe ha confesado ser "adicta" a los superalimentos.

Cocinar: A estas alturas no hay celebritie a lo largo y ancho del planeta que no haya publicado un libro de recetas. La lista es interminable: Gwyneth Paltrow, Cameron Díaz, Jessica Alba, Alicia Silverstone, Eva Longoria, Eugenia Silva, Vanesa Romero… Y es que cocinar puede convertirse en un hábito antiestrés muy creativo. "Requiere concentración en el momento presente por lo que ayuda a dejar a un lado los problemas cotidianos", asegura Marta Puig. Más allá de que nos relaje, ayude a despejar la cabeza del trabajo y a liberar tensiones, cuando cocina uno mismo sabe lo que come, selecciona los ingredientes, los métodos de cocción, el tamaño de las porciones e incluso las calorías… Así, cocinar se convierte también en un gran aliado de una dieta saludable. No es extraño que la actriz Blake Lively encuentre en la cocina y en la búsqueda de cada ingrediente su oasis diario.

Bostezar: A priori bostezar puede parecer un síntoma de aburrimiento o sueño, pero nada más lejos de la realidad. Cuando una persona bosteza lo hace porque su cerebro necesita oxígeno y así libera al cerebro de la somnolencia. "En la experiencia de los bostezos hay implicados numerosos neuroquímicos, incluyendo la dopamina, que activa la producción de oxitocina en el hipotálamo y el hipocampo, áreas esenciales para la recuperación de la memoria, el control voluntario, y la regulación de la temperatura. Estos neurotransmisores regulan el placer, la sensualidad, y las relaciones afectivas entre personas. De hecho, es difícil encontrar otra actividad que influya positivamente en tantas funciones del cerebro", explica la terapeuta. Gwyneth Paltrow ha reconocido que este sencillo hábito le ayuda a liberar tensiones y estirar los huesos y músculos de la cara y la mandíbula.