El verano nos pasa factura en varios sentidos y reponernos de las vacaciones estivales no siempre es tarea fácil. El cansancio, los desórdenes de sueño, la mala alimentación durante las últimas semanas o el simple hecho de cambiar de aire hace que no nos sintamos al 100% a la vuelta a la rutina. Y si hablamos de aspectos físicos, la recuperación se prolonga mucho más. El dolor de cabeza o muscular, el cansancio excesivo, el tránsito intestinal y el estado de la piel o el cabello son algunos de los males más comunes en esta época. Pero tranquilas, tampoco dramaticemos, no hay nada que no pueda solucionarse con tiempo, paciencia y la recuperación de buenos hábitos. Y sí, esto es aplicable a todos esos desórdenes. Porque si podemos acabar con el malestar y podemos volver a nuestro peso natural con una buena alimentación y una buena rutina deportiva, también podemos hacer que nuestra piel recupere su estado terso, luminoso, suave y libre de brotes acneicos dándole al cuerpo lo que realmente necesita.

Durante el verano, nuestra piel sufre debido a agentes externos que la debilitan. Entre todos los agresores el sol es el principal causante de un deterioro de nuestra piel, ya que los rayos UVB son provocan quemaduras y manchas y, los UVA, destruyen las fibras de colágeno y elastina, generando un mayor envejecimiento de la piel y favoreciendo la aparición de arrugas. Por otro lado, el cloro de las piscinas, la sal, la humedad, el exceso de calor o la sequedad también tienen efectos negativos en nuestra piel, principalmente una deshidratación generalizada, que es la consecuencia más apreciable.

Entonces, tras todos los "destrozos" provocados en nuestra piel durante estos meses, ¿de verdad podemos recuperarla a través de la alimentación? Si los daños no son extremos, sí. Hay que tener en cuenta también cómo hemos cuidado la piel a lo largo de la época estival, ya que si la hemos cuidado, protegido del sol, y hemos aportado un extra de hidratación, algunos cambios en la rutina diaria, y especialmente en la alimentación, podrían acabar con los últimos signos de sequedad y la ayudarían a reestructurarse mucho más rápido.

Somos lo que comemos, por lo que una calidad nutritiva es indispensable para un buen aspecto de la piel. Así, ingiriendo una serie de alimentos ricos en Vitamina E, agua, Omega 3 o grasas saludables (elementos que ayudan a la oxigenación y formación de colágeno) aportaremos a nuestra piel los nutrientes que necesita para recuperarse más rápido. Estos serían los alimentos más aconsejables para reestructurar tu piel tras los excesos de las vacaciones:

Aguacate

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Este alimento suele encabezar cualquier lista que relacione la nutrición con el cuidado cutáneo. Su alto contenido en vitaminas ((A, B, C, E, y K) y grasas saludables ayuda en el proceso regenerativo de la piel. Además, contiene minerales como cobre, potasio, hierro, magnesio y fósforo, por lo que es altamente nutritivo. Tiene propiedades antioxidantes y fomenta la creación de colágeno. El aguacate es recomendable tanto en tu dieta habitual como en mascarillas caseras aplicándolo directamente sobre la piel.

Té verde

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El té verde es otro de los superalimentos que cuida nutre la piel gracias a sus propiedades calmantes y su acción antioxidante. De hecho, su capacidad antioxidante es 50 veces superior a la de la Vitamina C, por lo que ayuda a disminuir las arrugas y el envejecimiento prematuro. Además, el té verde colabora en la recuperación de las membranas celulares.

Salmón

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Tanto el salmón como otros pescados azules (como el atún o las sardinas) tienen un alto contenido en Omega 3 que ayudan a mejorar la elasticidad de la piel y es ideal para reducir arrugas y combatir la inflamación de la piel producida por los rayos UVA. Pero, además, el salmón es una fuente rica en proteínas y vitaminas A, B y D, que ayudan a la regeneración de tejidos.

Frutos secos

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Las nueces, los cacahuetes y las almendras son alimentos ricos en ácidos grasos insaturados, que suministran nutrientes imprescindibles para mantener una piel tersa y bien estructurada. Además, tienen propiedades antioxidantes, por lo que retrasan el envejecimiento. Los frutos secos son además una importante fuente de proteína y Omega 3. Eso sí, hay que tener en cuenta tomarlos en su estado natural, sin freír ni salar, para evitar los aditivos.

Chocolate negro

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Sabíamos que el chocolate era uno de los alimentos recomendados (con moderación) en dietas para perder peso. Ya que al ser estimulante, acelera el metabolismo y ayuda a saciar ese antojo de dulce que puede aparecer a media tarde o después de cada comida. Sin embargo, pese a los mitos que hayamos podido escuchar, el chocolate negro es también uno de los alimentos que favorecen la reestructuración de la piel, ya que cuenta con sustancias antioxidantes que aumentan el flujo sanguíneo y fomentan el intercambio de nutrientes y oxígeno, algo indispensable para un aspecto de piel saludable. Eso sí, hay que tener cuidado con el que elegimos: debe contener un porcentaje superior al 75% de cacao y estar libre de azúcares añadidos.

Soja

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Al igual que los frutos secos y el salmón, la soja es una importante fuente de proteínas. La queratina y el colágeno son dos proteínas estructurales indispensables en la formación de la piel que permiten la flexibilidad y la resistencia de la piel. Por lo tanto, el alto contenido proteico de la soja ayudará a recuperar la piel del exceso de sequedad y la exposición al sol. La soja es rica, además, en ácidos grasos insaturados, por lo que tiene propiedades antioxidantes.

Por supuesto, es importante combinar la ingesta de estos alimentos con unos hábitos saludables que incluyen una alimentación variada y rica en frutas, verduras y hortalizas, una rutina deportiva y es imprescindible hidratarse constantemente. Además, es de vital importancia la eliminación (o al menos control) del consumo de alimentos y sustancias nocivas como las grasas saturadas, los alimentos procesados, el alcohol o el tabaco.