Dinamarca ocupaba el primer puesto en el Informe Mundial de la Felicidad de 2016. Puede parecer sorprendente, teniendo en cuenta los fríos, largos y oscuros inviernos que soportan los daneses. Sin embargo, hay un elemento clave que hace que los daneses mantengan una actitud positiva a lo largo de todo el año: el hygge.

¿Qué es el hygge y cómo se pronuncia?

El hygge, pronunciado como hu-ga, es una sensación placentera, un estado de ánimo, una atmósfera, una experiencia y el hecho de estar con las personas que queremos, todo junto.

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Se cree que este concepto puede tener su origen en dos palabras noruegas. La primera es "hygge", que significa "bienestar" y la segunda es "hugga", una palabra noruega utilizada en tiempos medievales que significa "reconfortar". En la actualidad esta palabra puede funcionar como sustantivo, adjetivo o verbo y se puede aplicar a casi cualquier aspecto de la vida, siempre y cuando cumpla con el Manifiesto hygge.

El Manifiesto Hygge

El año pasado se publicaron varios libros sobre el hygge con el objetivo de que la gente entendiera mejor este concepto. Entre ellos podemos destacar Hygge: La receta de la felicidad, de Marie Tourell Soderberg, con ejemplos de cómo incorporar el hygge a la vida cotidiana, libros de cocina como ScandiKitchen: Fika and Hygge de Bronte Aurell donde podrás encontrar recetas hygge (una pista: son recetas muy sencillas en las que los ingredientes principales son la mantequilla y el azúcar) o Hygge: La felicidad en las pequeñas cosas de Meik Wiking. Este último es una especie de manual de instrucciones del hygge e incluye lo que el autor llama el Manifiesto Hygge.

En él se explica que el hygge crea un ambiente acogedor para tomar conciencia de uno mismo, practicar la gratitud hacia los demás, sentirse cómodo y seguro, pasar tiempo con los seres queridos, y aprender a vivir en armonía con los demás.

Meik explica que los daneses asocian el hygge con dos cosas: las velas (que crean el ambiente idóneo) y una bebida caliente (por lo general, café).

Un dato interesante: a los daneses les gustan tanto las velas que consumen una media de 6 kg por persona y año.

Si se quiere compartir un momento "hyggelig" con los demás, lo ideal es hacerlo en casa con un grupo de 3-4 personas. Una cena, una película o una charla alrededor de una copa de vino son una buena manera de disfrutar de un momento "hyggelig". Si estás sola, ponte lo más cómoda posible: unos calcetines gruesos de lana, un jersey calentito y una manta sobre los hombros bastarán. Siéntate en un lugar de tu casa donde puedas relajarte, leer un libro o reflexionar sobre la vida y disfruta.

El hygge se puede practicar durante todo el año

El hygge se suele asociar al invierno, pero en realidad se puede practicar durante todo el año. Una barbacoa con los amigos durante una cálida noche de verano o recoger unas fresas con toda la familia para después hacer una mermelada pueden ser momentos "hyggelig".

En definitiva, cualquier cosa que te haga sentir feliz y querida se puede considerar hygge. Reserva unos minutos al día para tener tu momento hygge y empieza a ser más feliz.