Desde que en 1999 se despidiera del mundo de la moda, pocas han sido las ocasiones en que hemos podido ver alguna creación de Kenzo Takada. "Decidí dejar de diseñar y solo hacer colaboraciones puntuales con firmas que tuvieran un buen savoir faire", confiesa el japonés durante la presentación de las piezas que ha concebido para Roche Bobois (en las imágenes de este artículo puedes verlas expuestas en su casa de París).
"Me apasiona. Las danzas, el grafismo, los estampados, su elegancia y su sobriedad". Este universo lo ha reinterpretado en cerámicas, cojines, pufs, alfombras y en los jacquards que visten el best-seller de la marca, el sofá modular Mah Jong, creado por Hans Hopfer en 1971, y por el que Takada siente admiración: "No ha envejecido, sigue siendo actual y quiere divertir y dar libertad, como mi trabajo", apunta.
El uso de los colores es otra de las claves de la colaboración. El diseñador demuestra su maestría al crear tres gamas cromáticas: ASA, la mañana, en tonos pastel; IRU, el mediodía, en colores vivos, y YORU, la noche, con azules y verdes oscuros. Un reencuentro con sus raíces.