Un lugar para que la familia se reúna, atesore recuerdos y se sienta segura, es lo que nos cuenta la diseñadora de interiores Nicole Davis sobre los requisitos que sus clientes, Scott y Adrienne Stowell, le pidieron cuando la contactarom para decorar la casa de vacaciones con la que habían soñado durante años. "Querían que fuera algo que pudieran disfrutar todo el año", añade, incluso cuando los niños, ya no estuvieran. También querían dejar que las espectaculares vistas que tiene la casa actuaran como una obra de arte.
Nicole escuchó y anotó sus peticiones, empezando por la entrada de la casa, al exponer paredes de piedra para crear una "sensación de recibidor antiguo". También en el gran salón, en la chimenea, y se extiende a lo largo de casi todo el muro y se levanta para encontrarse con un techo de vigas de roble francés.
Para introducir el estilo "refinado y rústico" que buscaban los Stowell, Nicole se los llevó de compras, visitando galerías de arte y tiendas de decoración de la zona. "Quería que el arte les hablara, y que no fuera algo que eleja yo", cuenta. Para la chimenea del salón, tenía un espejo a gran escala hecho por un enmarcador local, y luego colocó estantes dobles con jarrones y piezas de madera.
En la cocina, que nos describe Nicole como "acogedora e íntima a pesar de ser un espacio grande", los suelos de roble recuperado están cubiertos de una preciosa pátina de autenticidad y tienen un leve crujido según caminas sobre ellos, nos cuenta. Davis sabía que era debía equilibrar lo "rústico" de los suelos, una tarea que logró con la campana de cocina de acero inoxidable y bronce, un componente decididamente atractivo.
El office adyacente, al que los Stowell llaman cariñosamente como la "habitación del hogar", satisfizo a los abuelos al tener un lugar acogedor para compartir con sus nietos. "Encienden el fuego y se reúnen alrededor, y por las mañanas, es su lugar para el té", explica Davis.
Además, Davis decoró las paredes con cuadros y fotografías de artistas locales. El que está sobre la chimenea, un Stowells encontrado en Arte Haus Collectif, una pequeña y encantadora galería en Salt Lake City. Sus trazos abstractos modernos son obra de Holly Addi, una artista nacida y criada en Utah que se inspira en las montañas y lagos que definen el paisaje de su estado natal. Su perspectiva era perfecta para la pareja que estaba enamorada por el sitio y las vistas.
El despacho es un ejemplo estupendo del mix de piezas modernas y detalles rústico chic. "El escritorio es en realidad una mesa de comedor de Restoration Hardware", nos cuenta Nicole sobre la gran pieza que necesitaba para no desentonar con las estanterías hechas a medida con detalles dorados. "En mi opinión, el bronce y el oro terminarán siendo atemporales, no es solo una tendencia", señala.
Con los accesorios bien elegidos y un color personalizado atrevido, quería que las estanterías tuvieran presencia pero sin destacar mucho. "No quería que se comieran la habitación, pero combiné latón y bronce para evitar que se pareciera unidimensional".
El nivel inferior de la casa es un espacio que está definido para y por los nietos. Una "habitación con literas" de seis camas ofrece espacio suficiente para que todos duerman, y una "cueva para niños" escondida tras dos grandes puertas, ofrece un encantador espacio de lectura, y una mesa a pequeña escala es ideal para los proyectos artísticos de los más pequeños.
Como regalo a sus clientes, Nicole reunió a los nietos, de dos en dos, y les pidió que hicieran ellos mismo sus obras de arte para decorar. Pero la verdadera estrella es Loretta, una pintura al óleo de una vaca, procedente de una tienda local, la Galería Trove. "Bromeamos con que siempre hay un ojo atento abajo, cuidando a los niños", cuenta, "pero creo que está destinado que Loretta ayudará a crear un refugio seguro para una familia especial".
