Una casa con historia en São Paulo
¿Qué tienen en común dos jóvenes amantes del diseño con el escultor patrio más famoso de Brasil? Vivian Lobato y André Visockis han recuperado la casa que proyectó como residencia y estudio Victor Brecheret a mediados del siglo XX.
Legendario: "Que es muy famoso y sobresale entre los de su género hasta tal punto que ha entrado a formar parte de la historia o se ha convertido en un modelo digno de imitar". Esta definición engloba a la perfección con lo que significaba la vivienda originaria del escultor modernista italobrasileño Victor Brecheret, para la pareja formada por la periodista Vivian Lobato y el diseñador gráfico André Visockis. Como grandes amantes del diseño, vieron en esta mítica casa situada en el corazón de São Paulo, en el barrio Jardim America y cerca de la Avenida Paulista, el lugar ideal al que mudarse. En cuanto vieron que la que había sido residencia y estudio de uno de los nombres más importantes de la escultura brasileña de las décadas de los 40 y 50, se alquilaba, atrás dejaron el pequeño apartamento que habitaban hasta entonces. La casa la proyectó el mismo Victor Brecheret en 1939, tras una larga estancia en Francia, y lo hizo inspirándose en Le Corbusier y Mies van der Rohe, y de una forma extremadamente simple y sin adornos, demasiado moderna para ser entendida por su vecinos que la llamaron despectivamente "tanque de agua". El que fuera reconocido como Mejor Escultor Nacional en la Bienal de São Paulo de 1951, vivió en ella hasta su muerte en 1955, junto con su esposa y musa Jurandy Helena, conocida como Juranda. Fue ella quien, en 1960, decidió remodelarla con la ayuda del famoso arquitecto brasileño Rino Levi.
Su estilo tropical-racionalista "dio forma a una nueva distribución interior, creó un balcón fantástico, un hermoso jardín con pérgola en el patio trasero e ideó ventanas y puertas correderas, además de la cocina y la librería que divide el salón", indica Visockis. Rino Levi dejó también su impronta en piezas diseñadas por él y por el estudio de diseño de São Paulo, Branco & Preto. Cuando Jurandy murió en 2015, los herederos deciden alquilar la villa y entran en escena, Vivian y André. Se trasladaron hace un año y han mantenido todo intacto y, con la mirada en el jardín, lo primero que hicieron fue "encargar el proyecto de paisajismo a André Paoliello, –responsable de los jardines de la mítica Casa de Vidrio, de la arquitecta moderna Lina Bo Bardi–, que se inspiró en otro famoso naturalista brasileño de los 90, Burle Marx", agrega André. Los grandes nombres del diseño, la arquitectura y el paisajismo brasileños están aquí en homenaje al autor del emblemático Monumento a las banderas. Vivian y André cuidan su memoria de una forma peculiar para que los visitantes se sienten a leer y saborear el ámbito íntimo que rodeó a Brecheret. Ocupan el dormitorio del escultor y su musa y han convertido el número 100 de la calle Jõao Moura en Apartamento 61, "una casa-showroom, con interiores seleccionados por el arquitecto Felipe Hess, que se visita de miércoles a sábado, donde ofrece cuidadas piezas vintage y lo mejor de la creación brasileña: Lina Bo Bardi, Martin Eisler, Carlo Hauner, Jorge Zalszupin..." Es fácil imaginarse sentado en su jardín, bossa nova de fondo y cachaza en mano, en recuerdo a aquellos anos dourados. •
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