Desde que la primera dama norteamericana Michelle Obama lució un diseño suyo el día de la investidura de su marido como presidente, el nombre de Isabel Toledo ha estado en boca de todo el mundo. Ella y el conocido ilustrador Ruben Tole­do, forman una de las parejas más fashion de cualquier evento vip. Cubanos de na­ci­miento y estadounidenses de adopción, los Toledo han sabido convertir su casa, un espléndido loft que ocupa el ático de un edificio histórico en pleno Village neoyorquino, en un fiel reflejo de su filosofía de vida. No sólo viven juntos; sus numerosas colabora­cio­nes, como las magníficas exposiciones conjuntas de los trabajos de ambos en el Fashion Institute of Technology de Nueva York, dan buena muestra de la estrecha cone­xión de este divertidísimo matrimonio. El ático, inundado siempre de una bellísima luz gracias al enorme ventanal que ocupa una de las paredes y parte del techo abuhar­di­llado, se divide en realidad en dos lofts bien diferenciados. En uno de ellos está el espa­cio­so atelier de Isabel, que incluye una cocina y una sala para recibir a los clientes.

El otro, divide sus metros entre el estudio de Ruben y la vivienda propiamente dicha. Estructurado en dos alturas, el espacio central lo ocupa la zona de estar y varias mesas de trabajo, plagadas de material de dibujo y pintura y rodeadas de caballetes. En la cocina, funcional y bien organizada, destacan objetos étnicos procedentes de viajes, que le dan el toque personal y desenfadado que predomina en toda la casa. El segundo piso del ático, al que se accede por una escalera de hierro fundido, está articulado como un mirador hacia el salón separado tan sólo por una barandilla.

El techo se convierte en un escaparate de la creatividad y el sentido del humor de esta pareja gracias a los aros rojos, que parecen llamativas esculturas, títeres y objetos curiosos que encuentran en los mercadillos y se regalan mutuamente para colgarlos compo­nien­do un llamativo conjunto. En esta especie de desván abierto se ubican numerosas librerías acristaladas con archivos de trabajo y un original dormitorio iluminado por dos farolas de exterior y una espectacular cama rodeada de paneles de madera estampados con diseños en blanco y negro de Ruben. En esta altura se encuentra también el estudio donde el creador desarrolla gran parte de su trabajo: libros de moda, ilustraciones para cabeceras internacionales, diseños de azulejos para empresas cerámicas (como por ejemplo Bardelli), actualización de portadas de novelas míticas (Orgullo y prejuicio, Cumbres borrascosas o La letra escarlata, para Penguin), ilustraciones para guías de viajes (la colección City Guide 2010, de Vuitton)... En esta estancia destacan la gran mesa de trabajo que se convierte en mesa de comedor cuando los Toledo reciben invitados o amigos y los numerosos cuadros y dibujos, como los dos grandes guerreros que custodian la puerta, que definen el estilo de este artista. El colofón a esta vivienda tan singular y personal lo pone la deliciosa terraza que la rodea: poblada de múltiples plantas tropicales que Isabel mima con verdadera pasión y decorada con muebles antiguos recuperados y personalizados, es un ejemplo más para mostrar que ningún rincón de la casa escapa a la fantasía y creatividad de esta “divina” pareja.

¿Quieres entrar a su casa? Aquí tienes la puerta.