● Valora el uso que haces de las distintas estancias de la casa y da más espacio y luz a aquellas en las que pases más tiempo.
● Asegúrate una distribución duradera pensando en tus ne­ce­sidades futuras y crea espacios flexibles con puertas co­rre­deras, paneles móviles... adaptables a los cambios.
● Es fundamental tener un plano con la situación de los muros de carga, canalizaciones, etc., ya que esto condiciona el de­rribo o construcción de tabiques y la configuración final.
● Piensa en la relación que quieres establecer entre las habita­cio­nes: delimitar un espacio dentro de otro, conectarlos con un área de paso... Y los dormitorios, siempre en la zona más tranquila.

En la imagen: Una puerta corredera en esquina, modelo GTI, de Technal.