Tú has hablado del nirvana decorativo. Defínelo.

Es una mezcla de clásico y chic, con un toque lúdico y excéntrico. El buen diseño siempre es antidepresivo.

Entonces, la decoración es terapéutica en cierto modo, ¿no?

Sí, yo me siento como un psiquiatra que ayuda a sus pacientes a encontrar las maravillas que esconde su interior. Mi 
trabajo como decorador es lograr que se sientan glamurosos.

Ensalzas el maximalismo. ¿El minimalismo es aburrido?

Cuando diseño objetos soy minimalista. Mi cerámica, 
muebles y textiles son bastante sencillos y limpios. Pero cuando diseño interiores soy un maximalista convencido. Quiero vivir en un espacio que esté lleno de las cosas 
que me gustan y que significan algo importante para mí.

¿Qué te causa sopor?

El color beis.

¿La casa debe ayudarnos a evadirnos de la realidad?

Debe hacernos felices desde el momento en el que entramos en ella, ser nuestro lugar favorito y hacernos sentir bien.

¿Qué te inspira?

Todo... y nada. Puede ser desde una hoja hasta un sueño. Por eso trato de tener los ojos y la mente siempre abiertos.

¿Cuáles son tus must en decoración?

La comodidad. Crear ambientes en los que no tengas que preocuparte por el perro o los niños, en los que puedas poner los pies sobre la mesa con total tranquilidad...

¿Y tus trucos para conseguir un ambiente happy chic?

Mezclar lo viejo con lo nuevo, lo caro con lo barato, 
y siempre añadir un toque de humor visual.

Has diseñado de todo. ¿Qué te queda por hacer?

Me encantaría diseñar un coche.