¿Cómo se mide la categoría en el interiorismo? ¿Por la inversión? ¿Por su atrevimiento? Muchos me aseguran que el baremo a seguir es cuánto aporta de diferente, pero todos sabemos que ninguno de estos tres conceptos son bastante en sí mismos. Sí, es difícil definir los méritos que marcan el nivel de una obra y, sin embargo, ¡es tan fácil que aquella tan soberbia nos deje con la boca abierta! Y hay más, esa admiración que nos inmoviliza de repente nunca es aislada, cuando algo es realmente bueno el aplauso se convierte en global y los mejores críticos coinciden en la ovación. La evidencia es lo que sella el nivel, sin duda. ELLE Decoration España tiene el propósito de mostrarlo; explorando el escenario internacional nos decidimos por creaciones con una fuerza evidente. Son proyectos transparentes, a través de ellos se ve la valentía, el talento, el esfuerzo o la innovación. Siempre me ha gustado la fuerza que tiene la transparencia porque mostrar lo que hay revela una seguridad total, aunque la apariencia sea frágil. Y este número viene cargado. Desde el renacer de las vidrieras (¡cuánta belleza!) hasta el nuevo despertar de las lámparas joya o el cristal tecnológico aplicado al diseño. Nos detenemos también en la translucida red, como tendencia aplicada a la decoración y a la arquitectura, para acabar instalándonos en nuestro gran favorito: el hotel Il Sereno diseñado por Patricia Urquiola en el Lago di Como, aquí el interior y el exterior se funden en un soberbio ejercicio de transparencia. Sí, quizás la evidencia sea el argumento más fuerte para concretar la calidad. Lo verás de inmediato.
