Zaha Hadid: la curva es bella
Le llevó muchos años convencer al mundo de que sus edificios podían existir en la realidad, no solamente en su genial cabeza y sus dibujos. Hoy construye en 55 países.
Una iraquí en Londres
Nació en Irak (Bagdad, 1950) y creció en aquella época agitada y estimulante que auguraba un futuro más prometedor para las mujeres del que finalmente resultaría unos años después. Sus padres le dieron una educación progresista y desde pequeña la hicieron viajar visitando cada verano diferentes ciudades de Europa. Se educó en un colegio de monjas donde convivían niñas musulmanas, judías y cristianas, de las que guarda un excelente recuerdo. Habla del altísimo nivel de sus clases y de la mentalidad valiente y casi feminista de sus profesoras. Más tarde estudiaría matemáticas en Beirut y arquitectura en Londres, donde se trasladó en 1972. No ha vuelto a su país desde hace más de 30 años, aunque ahora tendrá que hacerlo porque el National Bank de Irak le ha encargado sus oficinas. En España, su obra también está presente hasta principios de noviembre en una muestra titulada Beyond Boundaries, Art and Design. Aprovechamos para charlar con Zaha sobre arte, mujeres, moda... Sigue leyendo.
Pasó muchos años diseñando edificios sin llegar a construirlos. ¿Llegó a dudar de sí misma y pensó en tirar la toalla?
Hubo momentos en que sí. En 1994 viví una época crítica cuando estábamos a punto de construir nuestro primer proyecto, la ópera de Cardiff, y finalmente se canceló. Fue un palo para el estudio y tuve que recoger los pedazos de semejante decepción. Aun así, aprendimos mucho de aquello. Todos esos proyectos sin realizar nos dieron fuerza y a día de hoy siguen siendo una referencia en nuestro trabajo. En la foto: Eli and Edythe Broad Art Museum, en Michigan, será la próxima gran obra que inaugurará su estudio.
En el largo camino desde que se imagina algo hasta que se ve por fin concretado en la realidad, ¿cuál es el paso más difícil?
Esa es una pregunta complicada de responder porque cada uno de los pasos conlleva su propio reto. A menudo tienes la sensación de conocer a la perfección el proyecto en el que estás trabajando, y a pesar de ello siempre surgen imprevistos. Eso sí, hay un momento mágico: cuando se ve todo finalizado. En la foto: Ópera de Guan-g-zhou, en China. Es para muchos la obra maestra de Zaha Hadid hasta ahora.
¿Qué emoción le gustaría que sintieran las personas al entrar en un edificio suyo?
La arquitectura está últimamente muy relacionada con el bienestar y la creación de entornos agradables. Una de las novedades de nuestra generación es la existencia de un nuevo nivel de complejidad social que nos lleva a buscar experiencias más sofisticadas. Lo podemos ver en el arte, la arquitectura, la moda y en otros muchos ámbitos. Pondré un ejemplo: para mí supuso un gran descubrimiento visitar en Berlín el Reichstag envuelto por Christo. Aquello era algo fuera de lo normal y el público acudía en masa a verlo. Entonces tuve claro que a la gente le gustan los proyectos que rozan lo fantástico y crean emociones enriquecedoras e inspiradoras. En la foto: Galaxy Soho, en Pekín, une un centro comercial y otro de ocio con una zona de oficinas.
Hay muchas mujeres arquitectas, pero realmente pocas alcanzan el nivel de notoriedad de las grandes estrellas masculinas. ¿A qué cree que se debe?
Lo cierto es que el cincuenta por ciento de las estudiantes de primer año de Arquitectura son chicas, pero todavía es difícil para las mujeres entrar en determinados mundos, sigue siendo un reto acceder a algunos lugares. Mi experiencia es que trabajamos igual, en el estudio no establecemos diferencias. En la foto: Pierresvives Montpellier reúne una biblioteca, un complejo deportivo y oficinas municipales.
Christine Lagarde, directora del FMI, afirma que siendo mujer le resulta más fácil pedir dinero a los hombres. ¿Le sucede igual?
Yo no puedo afirmar que aparezca en una reunión y todo el mundo me diga automáticamente que sí. Sigue siendo una lucha constante pese a haber pasado mil veces por esta situación. En la foto: MAXXI (Museo Nacional de Arte del Siglo XXI), en Roma, inaugurado en 2010.
¿Siente que por llegar a un nivel tan alto en su carrera ha tenido que renunciar a ciertas cosas, como la pareja o la familia?
Nunca tomé conscientemente la decisión de priorizar un aspecto de mi vida sobre otros. La arquitectura es una profesión muy exigente y cualquiera que se dedique a ella, sea hombre o mujer, lo sabe. Yo creo firmemente en el trabajo duro, porque me aporta confianza. En la foto: El Riverside Museum de Glasgow, Escocia, es desde junio de 2011 uno de los iconos de la ciudad.
Sus anillos y su ropa se han convertido en toda una seña de identidad. ¿Utiliza la moda como medio de expresión?
Me interesa la moda porque capta la atmósfera del día a día, del momento, como la música, la literatura y el arte. Me fascina cómo cada diseñador puede transformar la ropa y hacer cosas que nunca se han hecho. Me gustan los creadores que se atreven a reinterpretar los tejidos y las proporciones, como Issey Miyake y Yohji Yamamoto. En la foto: Aquatic Centre de Londres. La piscina creada para los Juegos Olímpicos del pasado verano ha sido elogiada por su versatilidad y capacidad de reutilización tras las Olimpiadas.
¿Qué huella ha dejado en su obra su infancia transcurrida en Irak?
En aquella época había un gran sentimiento de optimismo. En Bagdad diseñaban edificios los grandes arquitectos del momento, como Frank Lloyd Wright y Gio Ponti. En cuanto a mí, creo que la ideología tan progresista con la que me educaron fue fundamental. Mi padre creía firmemente en un futuro mejor para Irak, más conectado con el resto del mundo, y en mi familia siempre apostaron por mí. Mis hermanos mayores pensaban que acabaría siendo la primera mujer astronauta del país. En la foto: Heydar Aliyev Cultural Centre, en Baku, Azerbaiyán. Estrenado en mayo, alberga museo, sala de conferencias, auditorios y biblioteca.
Su obra, en Madrid
Ivory Press muestra la obra más creativa de Zaha Hadid, en la que el arte, el diseño y la arquitectura se funden. Bajo el título Beyond Boundaries, Art and Design, la galería desgrana la es pecial visión del mundo de Zaha Hadid a través de dibujos, maquetas y objetos que revelan su inquietante creatividad y su experimentación perpetua con las formas y las proporciones. Además, si te interesa, es posible hacer una visita guiada a la exposición, con una compañía de lujo: el arquitecto Héctor Ruiz Velázquez, que dará su particular visión sobre la obra de Hadid. Si te interesa, puedes informarte en el teléfono 914 490 961 o enviando un mail a space@ivorypress.com (hasta el 3 de noviembre, Comandante Zorita, 48, Madrid).
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