Raw Edges: manos libres
La pareja de israelíes Yael Mer y Shay Alkalay crea diseños nunca vistos en un proceso imaginativo y lúdico que esconde más de una sorpresa. Hablamos con ellos y, después, te enseñamos parte de su obra.
Pertenecen a la nueva generación de “crafty-designers”, que no se dejan embelesar por el ordenador y necesitan construir y dar forma a sus ideas con sus propias manos. Moldean, cosen, pliegan, enrollan, curvan o cortan el material, según toque, desde su estudio en Londres, creando piezas de producción propia o prototipos que transforman la imperfección y la asimetría, en libertad y belleza. Ambos nacieron en Tel Aviv en 1976; se conocieron en 2002 en la Academia Bezalel de Arte y Diseño de Jerusalén; en 2004 coincidieron también en Londres en el master de diseño del Royal College of Art, y en 2007 fundaron su propio estudio, Raw-Edges (“bordes en bruto”).
Quieren aportar ideas nuevas, y por eso el punto de partida de sus proyectos es una investigación para asegurarse de que se trata de conceptos originales y de que nadie los ha creado antes. Tienen claro que el buen diseño es la combinación justa de forma y función, y añaden un tercer ingrediente: “diversión”. Con esta fórmula han cosechado aplausos y premios, y fascinado a firmas punteras de diseño, que producen varias de sus creaciones. Muchas de ellas se exhiben también en galerías y museos.
Lo vuestro ¿fue amor a primera vista?
Yael Mer: No, en Bezalel Academy me apunté a uno de los cursos abiertos a todas las promociones, Introducción al cine. Me encantaba, pero
tenía muy cerca a un alumno que se quejaba y
protestaba por el tutor, los contenidos... Y me di cuenta de que el quejica ¡estaba en mi clase!
¿De qué estáis más orgullosos?
De nuestra hija Neeva, de dos años y medio.
¿Tres objetos sin los cuales no podéis vivir?
Yael Mer: Gafas de sol, una lavadora y
toallitas húmedas de bebé. Lo demás es lujo.
De niños, ¿ya queríais ser diseñadores?
Yael Mer: No, yo quería ser veterinaria.
Shay Alkalay: Y yo, conductor de tren.
¿Un consejo para diseñadores jóvenes?
Céntrate en tus propias ideas, no mires lo que otros hacen y exhibe tus prototipos al máximo.
¿Qué aprendísteis en el Royal College
of Art (RCA) de Londres?
A cómo ser “desempleable”. El diseñador Ron Arad (entonces jefe del Dpto. de Diseño de Producto del RCA) estaba muy orgulloso de formar designers para ser “desempleables” y,
por lo tanto, fundadores de sus propios estudios.
¿Por qué tenéis cierta alergia a los
ordenadores a la hora de crear?
Éstos son una parte muy importante de
nuestra práctica diaria; es una herramienta de comunicación y nos ayuda a realizar nuestras ideas. El problema es cuando lo usas como la principal herramienta de diseño. La forma y
la apariencia del objeto es el resultado de una idea o un experimento; el diseño no es sólo una forma. Sentimos que cuando diseñamos directamente con el ordenador no hay
sorpresas y hay menos espacio para los errores.
La cajonera Stack ganó varios premios internacionales, entre ellos, un Edida
al Mejor Mueble. ¿La clave de su éxito?
Las cajoneras en general se basan en el mismo principio: una estructura con rieles y cajones. Puedes cambiar los materiales, la forma o
los colores, pero la idea central es la misma. En Stack quitamos la estructura y nos
quedamos sólo con los cajones. Es una cajonera con
sorpresa y hasta hoy la gente nos pregunta cómo funciona.
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