Nada más entrar por la puerta del madrileño hotel Urban, que acaba de cumplir 10 años, uno se da cuenta de que está en un cinco estrellas Gran Lujo. Y su cocina no iba a ser menos. Tuvimos la suerte de sentarnos a comer en el restaurante Europa Decó, un original espacio gobernado por Paco Patón al que se accede a través del hall del hotel, con un exótico interiorismo en el que el dorado y el acero se mezclan con enormes tótems de Papúa Nueva Guinea. Poco que ver con los sabores de su cocina, en los que prima el mediterráneo y, en especial, las referencias a Andalucía.

Pudimos degustar algunos de los platos que conforman la renovada carta de verano y, entre ellos, tenemos un preferido sin lugar a dudas. Quien escribe estas líneas es fan absoluto del atún, y lo ha probado en múltiples y variadas formas. Pues bien, en Europa Decó consiguieron sorprenderme. Su 'Armonía de atún de Almadraba' es, sencillamente, deliciosa. Cinco cortes diferentes, que deben probarse en un riguroso orden que con mucho gusto te explicarán, y que resumen a la perfección las enormes posibilidades de este pescado, cuyo sabor difiere en cada corte: ijar, descargamento, morrillo, toro y tartar de lomo. Texturas diferentes, condimentos diferentes y sabores diferentes, pero con algo en común: por separado, son una delicia y juntos, la demostración de que este pez de nuestras costas es un manjar en cualquiera de sus variantes.

Otra grata sorpresa, también en forma de pescado, fue la 'Suprema de San Pedro a la Plancha', se trata de un pez de sabor muy suave, que aquí lo presentan junto a un original humus de remolacha. Pero, si hablamos de originalidad, mención aparte merece la 'Sopa de Almendra con Albahaca, Navajas y Yemas de Espárragos Blancos'. Si te apetece arriesgarte un poco, no lo dudes.

Y que los amantes de la carne no se echen las manos a la cabeza. También la hay, y de la buena. Para comprobarlo basta con pedir el Lomo de Wagyu -el tan de moda Kobe- a la Plancha con Puré de Patata Ratte.

En resumen, una carta razonablemente amplia, un lugar sumamente bonito y una relación calidad precio más que aceptable (en torno a los 40 euros por persona). Si vas a ir, acepta nuestros dos últimos consejos. Uno: pégate un capricho y pregunta por el encantador vino blanco alemán Reichsgraf von Kesselstatt (ojo, se bebe solo). Y dos: para tomarte la copa de después de cenar, sube a la terraza superior del hotel. Merece -mucho- la pena.