No podría vivir sin el chocolate.
Me horroriza la casquería.
Una rutina a la hora de cocinar es ir recogiéndolo todo y limpiando lo que voy manchando.
Cuando llega la Navidad me encanta volver a tomar las comidas típicas de estas fechas: el pavo, los turrones, la lombarda con castañas...
De niña odiaba las coles de Bruselas.
Si fuera un alimento sería alguna fruta o verdura, porque son sinónimo de salud. Una fresa, por ejemplo.
Triunfo siempre que cocino cualquier dulce en general.
La última comida especial que preparé para mis amigas fue una crema de calabaza, salmón al horno con verduras y una macedonia de frutas de postre.
Mis ingredientes fetiche son las semillas, el sésamo y la soja.
Un restaurante para ir en pareja es la Esquina del Real, en la calle Amnistía en Madrid (www.laesquinadelreal.es).
Y para celebraciones con amigos el Landó (www.casalucio.es).
Una tienda de alimentación a la que voy mucho es El Herbolario Navarro (www.herbolarionavarro.es), me vuelve loca todo lo que tienen.
Como la cocina casera no hay nada, yo soy más de cocinar que de comida preparada. Eso sí, de vez en cuando también pido al chino, ¡me encanta!
No tengo Instagram ni Twitter, así que de momento no comparto lo que como... Pero no creo que lo hiciese aunque tuviera.
Me declaro adicta al chocolate y el aguacate.
No soportaría una semana sin... fruta o verdura, mi cuerpo me lo pide a diario. ¡Y un buen plato de cuchara!
Mi último descubrimiento es la quinoa.
Soy de buen estómago más que de buena mano a la hora de cocinar, aunque me gusta disfrutar de la comida. Pese a que aún estoy aprendiendo, la verdad es que me relaja cocinar cuando tengo tiempo.
Mi plato favorito es la pasta con trufa.
Para cocinar escucho música de todo tipo, varía según el día que tenga.
Hago la compra en diferentes sitios: la fruta, la verdura, la carne y el pescado en un mercado cerca de casa y el resto de cosas en diferentes supermercados.
Si tengo que quedarme con un destino ‘gourmet’ diría que Italia en general y Roma en particular. Nunca he probado una pasta tan rica como la que hacen allí. En Brasil también he comido muy bien las veces que he ido. La picanha está increíblemente buena.
Soy carnívora y herbívora a partes iguales.
Mi última cena sería con mi familia, una cena tranquila, disfrutando, hablando un poco de todo y recordando viejos tiempos. Pondría música clásica de fondo, serviría mucha comida rica y, por supuesto, ¡un postre enorme de chocolate!
Tres productos que no faltan en mi nevera son la fruta, la verdura y los lácteos.
Mi día ‘gastro’ ideal arrancaría con un desayuno con café, zumo y tostadas, para comer tomaría unas judías verdinas, merendaría una pieza de fruta, un kiwi o una manzana, y para cenar elegiría algo ligero, como una crema de verduras con una pizca de picante y un filete de pescado a la plancha.
Mi recetario de cabecera es el cuaderno de recetas de mi madre. Ella es una gran cocinera y me encanta hacer las recetas que tiene apuntadas.
Antes de ir a dormir siempre me bebo una infusión caliente, porque me relaja.
Si pudiera elegir cinco personas a las que invitar a cenar serían Michael Jackson, Gabriel García Márquez, Madonna, Rafa Nadal y Mercedes Milá.