Veo, veo
¿Comer en una tienda de decoración rodeado de muebles de diseño? Sí. ¿Cenar en el taller de un artista? También. ¿Pedir un brunch menorquín en una peluquería sentado en una silla de barbero? Por supuesto. ¿Y tomar el café rodeado de máquinas de coser mientras haces ganchillo o pides un ramo de peonías? Claro. ¿Incluso un cóctel en una sombrerería? Sin duda alguna. ¿O sobremesa en el salón de una casa? Sigue leyendo y no te creas todo lo que ves, porque las últimas apuestas gastronómicas no son lo que parecen, juegan al despiste y vienen con sorpresa.
Sandwich Mixto
Si entras en el mercado de Antón Martín y te diriges a la primera planta, te encontrarás con una joya lejos de la idea que puedas tener de ‘un puesto de mercado’: Sandwich Mixto. Un espacio que combina a la perfección una rica oferta gastronómica y cultural, todo ello a base de ingredientes 100% caseros envuelto en una barra-mostrador, que en su día fue una charcutería, rodeada de taburetes bajos y una pequeña mesa en un lateral. Expuestos, cual embutidos modernos, fanzines, libros y publicaciones autoeditadas de pequeñas editoriales y artistas intedependientes. En la vitrina, las propuestas culinarias y un tirador de cerveza rodeado de botellas de vinos (con la ayuda de su sumiller Pedro) y cervezas artesanales. En lo que te recomiendan un buen libro o te explican cuál será el próximo concierto que animará la hora del vermú del fin de semana, echa un vistazo a la comida. Platos que prepararía tu madre para que te llevaras en un tupper y que aquí te los hacen con productos del día comprados en el mismo mercado. ¿Un bocado salado? No dejes de probar su tortilla de patata y menos aún su pastel de verdura. Obligados son los sándwiches en honor a su nombre, el de pan de tomate es una maravilla. ¿Algo dulce? El brownie de chocolate con cerveza negra se lleva la medalla. Santa Isabel, 5, Mercado de Antón Martín, Madrid, tel. 910 07 58 97.
Kikekeller
Imagina una tienda-galería que por las tardes, de jueves a sábado, al caer el sol, se transforma en un bar de copas con tres camareros ataviados con un coqueto mandil. Porque eso mismo es Kikekeller. Entre objetos únicos como una silla-escultura hecha con una moto antigua de carreras y muebles recuperados estilo lámparas hechas de bolígrafos o sillas con piezas de puzzles, surge al fondo, en la trastienda, una barra con una bastante deseable oferta de destilados. Pide un cóctel o un gin & tonic bien preparado con diversos botánicos y servido en un vaso medidor. Siéntate en su sillón hecho con un andamio y deja la noche pasar. Corredera Baja de San Pablo, 17, Madrid, tel. 915 22 87 67.
Asiana
Uno de los pioneros en este tipo de oferta gastronómica, Asiana cumple diez años como tienda de antigüedades orientales que en el fin de semana convierte su sótanos en un establecimiento gastro con menú del chef Jaime Renedo. En las siete mesas que están montadas entre varios objetos antiguos de colección, budas de marfil y lámparas de papel, se puede disfrutar de la alta cocina mediterránea con toques asiáticos. Travesía de San Mateo, 4, Madrid, tel. 913 10 40 20.
Aticcook
En el ático del showroom-tienda del decorador Pepe Cabrera, se esconde Aticcook Joël, el espacio gastronómico del cocinero Rafa Soler. La sala tiene una capacidad para 15 personas y la cocina se integra en ella, de forma que puedes observar cómo trabaja el chef. Mientras esperas el menú degustación, porque no hay carta, curiosea un poco los objetos y obras de arte que pueblan la estancia. ¿Qué encontrarás en el menú? Gamba roja de Denia con acelgas frescas, harissa y jugo de cáfe; arroz meloso de sepia, clotxinas (una variedad de mejillón), coliflor tostada y alioli de tinta; carrilleras estofadas con mayonesa de curry y trufa negra… Entre sus mayores logros, si puedes escoger, están el pepito de Pascua, la caballa con praliné y encurtidos, y la cebolleta con anchoa, queso de cabra y zumo de caracoles picantes. También merece una atención especial el ‘putxero de polp’, crema de cocido de pulpo con carpaccio de pulpo. Tras el festín, es el momento de un gin & tonic en su terraza. Camí de La Bota, 13, cruce con Partida Negrals, 12, Denia.
Paladar Nene
Sí, esa es la dirección, has llegado bien. Ahora pulsa el telefonillo, 4º1. Entra y dirígete al viejo ascensor de rejilla, cuarto piso, por favor; porque este restaurante, al estilo de los paladares cubanos, es en el salón de una casa particular a dos pasos de la madrileña Plaza de Rubén Darío. A ritmo de jazz, rodeado de arte y en un ambiente que roza la auténtica privacidad, comerás o cenarás con un máximo de catorce personas productos de temporada llegados del mercado de Chamberí. Déjate sorprender por la maestría casera de la cocinera en los fogones. Barrio de Chamberí, Madrid, tel. 665 08 61 86.
Yügö Sushi & Kobe
Bajo una pequeña tienda take away de comida japonés en la calle de Alcalá, se esconde un gran y tentador secreto. Si eres un entusiasta de los manjares del país oriental, tienes que bajar por su misteriosa escalerilla y llegar hasta un sótano bastante oscuro. Casi un zulo. Pero fuera miedos. Porque lo que te espera al otro lado de esa puerta metálica que verás, es digno de tal oscuridad. Cuando ya tu vista se acostumbra, verás que te encuentras en una réplica de un búnker japonés de la Segunda Guerra Mundial. Aquí se cocina única y exclusivamente comida japonesa, elaborada con las mejores y más exclusivas materias primas y pescados salvajes capturados con anzuelo, es decir, nada de pienso, medicamentos y menos aún pesticidas. Su cocinero, Julián Mármol, elabora a diario menús que cambian continuamente. En cada sevicio explica la procedenceai de cada pescado y traza a los comenales el mapa de la vida del animal y del por qué es algo excepcional. Alcalá, 122, Madrid, tel. 914 44 90 34.
Isaac Salido
Si paseas por la madrileña calle de Villalar, sin duda te toparás con la fachada de Isaac Salido. Te aseguro que hará que te pares y curiosees un poco. Un lugar mágico e hipnótico, de estética post industrial, con detalles de antiguas barberías españolas de principios de siglo y vigas reconvertidas en mesas. A primera vista, es un espacio consagrado al bienestar y el cuidado del cabello con mucho mimo: corte, color, incluso los barbudos podrán dar forma a su barba. Pero si te adentras un poco más, verás que hay una barra al más puro estilo gourmet con cafés, vinos de pequeñas bodegas y algún tentempié con productos orgánicos y recetas elaboradas de forma artesanal. ¿Lo mejor? Su brunch menorquín de los domingos con especialidades isleñas, como los rubiols (empanadillas), las formatjadas (empanadas), los embutidos, los quesos con denominación de origen y la coca de Ciutadella. Villalar, 11, Madrid, tel. 915 76 21 75.
Slowroom Madrid
En esta tienda y taller dedicada al universo de las bicicletas, además de restaurar, pintar, arreglar bicis de todo tipo, vender libros y gadgets ciclistas, también puedes apuntarte a la hora de la merienda. Disfruta de las mejores publicaciones internacionales como The Ride Journal, Rouleur Magazine, Steel Mag y un montón de libros en distintos formatos, mientras disfrutas de un buen café y algún tentempié goloso en su Sala de Estar ubicada al fondo. Plaza de las Salesas, 2, Madrid, tel. 913 19 62 50.
Jaime Beriestain
Tras atrevesar un refugio chic salpicado con libros de editoriales internacionales, detalles de papelería, maravillosas vajillas, objetos de decoración… Llegas a un café restaurante que te hará sentir como si estuvieras en casa de un amigo. Pide mesa y echa un vistazo a su carta breve pero de intensos sabores. Ésta ha sido creada por el propio artífice del espacio, el decorador de interiores chileno Jaime Beriestain, con la que recupera platos de su Chile natal e incluso recetas de familia: la sopa de cebolla de la abuela Sofía, la tarta de banoffee, la ensaladilla rusa de su amigo Quique… También entre sus propuestas verás platos tan suculentos como el pollo de corral DO Portablava rustido a la catalana, con 12h de cocción, la terrina melosa de cordero, cocinada a fuego lento durante otras 12h en su salsa, el tartar de atún Blue Finn o el arroz DO Delta con cigalas y alcachofas. Pau Claris, 167, Barcelona, tel. 935 15 07 79.
Teté Café Costura
¿Estás en una cafetería o en un taller de costura? Pues… En ambas cosas. Entre sorbo y sorbo de un buen café, puedes aprender ganchillo o alquilar una de sus ocho máquinas de coser Alfa alineadas junto a la pared y así aprovechar para meter el bajo al vestido o transformar esa chaqueta vaquera de los ochenta. ¿Qué estás poco inspirada y Karl Lagerfeld te saca ventaja en el arte del pespunte? No pasa nada, te apuntas a uno de sus talleres de técnica de costura y verás cómo le igualas. San Pedro, 7, Madrid, tel. 913 60 00 19.
Jardin Secreto
A unos cuantos metros sobre el suelo de la caótica calle de Montera, en la última planta de la tienda de Salvador Bachiller, lejos de encontrarte con una azotea sin más, te zambullirás en un auténtico vergel urbano. Para conocerlo, tendrás que subir hasta la cuarta planta, dejando atrás bolsos de piel, accesorios y maletas. Hortensias, enredaderas, pequeños árboles, un balancín y muebles antiguos de jardín, te darán la bienvenida a un salón de té que parece salido del imaginario del Sombrero Loco de Alicia en el País de las Maravillas. Pide la carta, que te llegar en una caseta para pájaros, y prepárate para la indecisón; querrás pedir todo. Tés clásicos, cócteles, batidos, sorbetes, molletes, sándwiches, sushi, focaccias… Y si buscas otro rincón mágico, en su tercera planta está el salón de té con sofás y sillones orejeros, vajillas de air inglés y pastas. Montera, 37, Madrid, tel. 915 31 02 60.
Café Botánico
A pocos metros de la Plaza del Pilar, poniendo un pie en el Pasaje del Ciclón, descubrirás una floristería, más bien, un jardín del Edén, que esconde un secreto en su interior: un café de lo más perfumado. Bienvenido al Café Botánico, un enclave que se convertirá en tu segundo hogar donde tomar un vino rodeado de flores recién cortadas y que también podrás comprarlas y llevártelas a casa. En este oasis no hay barra, lo que le da un aspecto más de sala de estar que de bar, la decoración tiene un punto retro y el aroma de las flores se mezcla con el olor de los bizcochos recién salidos del horno. Si llegas a la hora de la merienda, pide la tarta de zanahoria con chocolate o la de limón, son los que triunfan. Y si te dejas caer en la sesión del aperitivo, practica el dolce far niente con un Spritz o un Negroni en la mano. Santiago, 5, Zaragoza, tel. 976 29 60 48.
Arquibar
Si pasas por delante, puedes observar un modesto lugar con diversos muebles antiguos en su interior. Nada en particular. Pero si entras, la histora cambia. Dos arquitectas, Elisa y Ana, cansadas de que entraran curiosos inquietos por su mobiliario vintage para preguntar su podían tomar algo, decidieron abrir Arquibar. Un coqueto café en la planta baja donde sirven tartas caseras, roscones salados y cócteles elaborados con ginebra gallega. Travesía del Conde Duque, 5, Madrid, tel. 915 59 81 48, latraviesadecondeduque.com
DommoKitchen
Aficionados a la gastronomía desde siempre, los socios de la agencia de publicidad Dommo anotan todos los restaurantes que no deben perderse cada vez que van a una ciudad nueva. Como el de ellos, DommoKitchen, un mini restaurante dentro su puesto de trabajo con el fin de que la creatividad se contagie también a través de los fogones. Para conocerlo, hay que adentrarse en los pasillos de la empresa. Sentados en la única mesa, los ocho comensales, no caben más, comparten recetas y consejos culinarios. ¿Alguna especialidad a destacar? La carrillera con verduras, el solomillo de cerdo con cuscús almendrado y puré de dátil. Antonio Maura, 16, Madrid, tel. 916 58 87 70.
Hat Bar
Imagina un bar clandestino de los años veinte en Berlín con sus paredes llenas de sombreros y tocados, sillas y mesas bajas, sofás y taburetes con mesas altas, para acomodarte. Justo Hat Bar es esto, un local escondido en la calle de San Lorenzo, en el barrio madrileño de Malasaña, con un patio interior incluido. Al frente, dos sombrereras expertas, Fátima de Burnay y Mabel Sanz, que realizan en su atelier en el centro de Madrid sus creaciones para venderlas aquí. Entre delicados tocados, sombreros de panamá y pamelas con grandes copas y alas, pudes tomar unos sabrosos bocados y estupendos cócteles. La oferta foodie cambia en función del día y la temporada, por lo que no hay carta, pero es variada y sana: hummus, guacamoles, tostas, quesos, plato del día, salmón, ensaladas... Cuando vayas, pregunta si tienen papadum (pan de lentejas) o pan indio, tapa estrella de esta sombrerería/bar/restaurante/salón de tu casa. Y para maridar, un vino de las bodegas del arquitecto Rafael Moneo, ‘La Mejorada’. También organizan conciertos en petit-comité y de entrada libre; entre los últimos, el trompetista Jerry González y Radio Pesquera (Pablo Novoa y Nono García). ¡Para quitarse el sombrero! San Lorenzo, 5, Madrid.
La Contrasenya
Aquí se dan cita dos modalidades artísticas. La del arte en sí, en concreto, la pintura, y la de la cocina. Porque La Contrasenya, el restaurante de Àngela Vinent, más que un espacio gourmet, es un taller de arte. Lejos de estar a pie de calle, con grandes ventanales donde observar a los transeuntes pasar, comparte vivienda con otros inquilinos: pequeños ateliers, estudios de diseño, oficinas y pisos residenciales estilo loft. Una vez que llegues al edificio industrial en el barrio barcelonés de Poblenou, tienes que subir en el montacargas que encontrarás al final de una de las salas. Una vez que subas un par de pisos y se abran las puertas, te toparás con una mesa rodeada de cuadros, litografías, bocetos, botes de pintura con sus correspondientes pinceles… Sólo un consejo, antes de ir, llama; porque como indica el propio nombre del sitio, necesitarás saber cuál es la contraseña del día. Barcelona, tel. 695 56 03 21.
Santa Rita
Xabi Bonilla ha bautizado su casa como club gastronómico para todos aquellos que quieran probar su cocina. ¿Y qué es lo que ofrece a los comensales si reservan en este pequeño loft de la calle barcelonesa de Almogàvers? Auténticas experiencias alrededor de la comida, los sentidos y la cultura. Cada mes hace un menú de degustación diferente, de un tipo de cocina distinta. Una vez centrado en el slowfood, otro puede ser del universo vasco o de fusión… Pero siempre variando la temática. Tiene mesas por si quieres ir en pareja o con tu grupo de amigos; o, aventurarte, e ir las noches de ‘animales sociales’. Una iniciativa de Xabi donde gente que no se conoce cena junta.
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