El estilo de las Primeras Damas
Repasamos el estilo de las más recientes primeras damas de Estados Unidos.
Melania Trump ha sido la última en engrosar la lista de las Primeras Damas de Estados Unidos. Estas han sido las esposas de los mandatarios de casi, casi, los últimos 100 años.
Grace Coolidge
Fue Primera Dama entre 1921 y 1929. Grace, que fue a la Universidad, se encargaba de organizar todos los eventos en la Casa Blanca, aplicando un estilo modesto pero digno que también llevó a su ropa. Le encantaba coser y tejer, ya que le servía para concentrarse. Su marido Calvin nunca le consultaba sobre política; a veces, supo de varias de sus decisiones por la prensa.
Lou Hoover
Con su marido Herbert, ocupó la Casa Blanca entre 1929 y 1933. Utilizó la radio para animar al país en varias ocasiones durante la Gran Depresión y fue una firme defensora de la igualdad entre hombres y mujeres. Ya antes de convertirse en Primera Dama, era considerada una de las mujeres más elegantes de su país, y siempre escogía diseñadores americanos.
Eleanor Roosevelt
Estuvo 12 años en la Casa Blanca (1933-1945) y sus numerosos viajes en defensa de los derechos humanos durante la Segunda Guerra Mundial la convirtieron en una mujer muy popular. Al ser tan viajera, prefería ropa muy cómoda y fue una adalid del 'ready-to-wear', aunque en las grandes ocasiones no reparaba en gastos, como puede verse.
Bess Truman
Primera Dama entre 1945 y 1953, era totalmente diferente a su predecesora: no le gustaba la exposición a los medios -le daba pánico el juicio que se pudiera ejercer sobre ella y su familia-, apenas daba conferencias con tres preguntas e incluso se permitía el lujo de no vivir en Washington más que en la 'temporada social'. Poco a poco tuvo que cambiar todo esto.
Mamie Einsenhower
Ocho años (1953-1961) permaneció Mamie como Primera Dama, época en la que trabajó para que la Casa Blanca fuera menos rígida y formal. Adoraba la moda, y llevaba tanto vestidos de diseñadores como accesorios comprados por catálogo u otras prendas adquiridas en comercios a pie de calle. La foto es del segundo baile de inauguración (1957).
Jackie Kennedy
Con ella llegó el 'glamour' a la Casa Blanca. Fue poco el tiempo que ejerció como Primera Dama, apenas dos años, pero ya nada volvió a ser lo mismo. Redecoró el edificio con estilo, se preocupó por rescatar el patrimonio artístico y enfadó a los diseñadores estadounidenses luciendo muy a menudo trajes de creadores franceses, sobre todo de Oleg Cassini.
Claudia 'Lady Bird' Johnson
Apodada 'Lady Bird' (mariquita), pasó seis años como Primera Dama, sirviendo de apoyo a todos los programas de su marido, aunque hizo especial hincapié en los proyectos medioambientales. Era una mujer con estilo y aprendió a sacarse partido, usando trajes convencionales a los que luego daba un plus con accesorios o sombreros.
Pat Nixon
Aquí vemos a Pat (primera dama entre 1969 y 1974) con su traje del baile de inauguración del mandato, diseñado por Karen Stark para Harvey Berin. Tenía bordados de oro y plata y miles de cristales austríacos. Ella fue la primera esposa de un presidente de Estados Unidos en ponerse pantalón para actos públicos y en posar con ellos en una revista de tirada nacional.
Betty Ford
Betty apenas estuvo dos años y medio en la Casa Blanca, pero siempre tuvo una gran actividad, resultaba muy dicharachera y franca con la prensa y, con su declaración de que había sufrido una mastectomía para aplacar un cáncer de mama, acabó siendo más querida y popular que su esposo Gerald. A pesar de ser republicana, defendió el derecho al aborto.
Rosalyn Carter
Los colores modernos comenzaron a llegar a Washington con Rosalyn, la mujer que acompañó al presidente Jimmy Carter de 1977 a 1981. Fue una Primera Dama muy activa, implicándose mucho en proyectos de salud mental, representando al Gobierno de su país en viajes por Latinoamérica y sirviendo de consejera para su esposo, algo que fue criticado.
Nancy Reagan
Su etapa como Primera Dama (1981-1988) no empezó bien, pues decidió cambiar toda la porcelana de la Casa Blanca (pagándolo con fondos privados, eso sí) y aceptar todos los vestidos de alta costura que le regalaban. Tenía estilo y clase, era muy elegante y adoraba la moda. Sus diseñadores favoritos fueron James Galanos, Oscar de la Renta y Bill Blass.
Barbara Bush
El contraste entre su predecesora y ella fue marcado: Barbara Bush no elegía la ropa precisamente de ningún diseñador, a pesar de tener buenos aciertos como el vestido del baile de inauguración de 1989 (en la imagen), obra de Arnold Scassi. Su marca de la casa fue el collar de perlas de doble vuelta, que no le abandonó en los 4 años que estuvo en la Casa Blanca.
Hillary Clinton
Ocho fueron los años que Hillary pasó en la Casa Blanca, y desde el principio la prensa especulaba con la posibilidad de que su marido le diera un cargo en el gobierno. Resultó muy influyente en el mandato Clinton (1993-2001), impulsando políticas de salud para los niños, de adopciones y llegando a convertirse en Senadora por Nueva York en 2000.
Laura Bush
La esposa de George W. Bush, que permaneció en Washington entre 2001 y 2009, tenía buen gusto para vestir. Se implicó en proyectos educativos (fue embajadora de Naciones Unidas para la alfabetización) y de salud femenina. Su popularidad fue siempre mucho más alta que la de su marido, y lo ha seguido siendo hasta hoy.
Michelle Obama
Ya hemos contado varias veces lo mucho que nos gusta la pareja que forman ella y Barack Obama y hemos dado buena cuenta de su estilo. Los analistan dicen que, a nivel de moda, solo se la puede comparar con la mismísima Jackie Onassis, pero que la superó con creces en su implicación en proyectos, sobre todo de infancia y bienestar físico.
Melania Trump
Las primeras semanas del mandato de su marido las ha pasado algo 'escondida', no se ha prodigado demasiado en actos oficiales, lo que ha generado suspicacias. Pero Melania deslumbra en sus apariciones, escogiendo diseñadores norteamericanos y vestidos tan maravillosos como el del baile inaugural, creado por ella misma y por Hervè Pierre, ex colaborador de Oscar de la Renta y Carolina Herrera.
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