Ellen DeGeneres dijo una vez: 'Es el fracaso lo que te da una idea clara de lo que es el éxito'.
En una sociedad tan obsesionada con el éxito muchas veces olvidamos que éste está estrechamente unido al fracaso. Sin el fracaso, el éxito resultaría aburrido, fácil y no tendría sentido.
Por supuesto que, cuando te vienes abajo porque has fracasado en tu objetivo de conseguir el trabajo de tus sueños, porque no has logrado ese ascenso o porque te han echado la bronca en el trabajo, es difícil ver algo positivo en medio de toda esa negatividad.
Si alguien sabe de esto, ese alguien es la luchadora americana de artes marciales Ronda Rousey, quien fue derrotada por Amanda Nunes en su primera pelea después de más de un año sin competir.
Puede que Rousey se haya hecho multimillonaria, que haya tenido un papel destacado como defensora de la mujer en el deporte, que haya hecho películas y escrito libros, pero todo ello no impide que, tras la derrota, piense que ha fracasado, después de haber tenido en su poder el récord de victorias consecutivas.
El 11 de enero, la luchadora rompió su silencio en Instagram con una cita de J.K. Rowling que describía cómo se sentía. La cita dice: "Tocar fondo fue fundamental para reconstruir mi vida".
Puede que no sea el mensaje más alentador que hayamos escuchado, pero es un punto de vista muy realista sobre la importancia del fracaso.
En nuestro camino hacia el éxito, muchas veces nos olvidamos de que no viene mal fracasar en alguna ocasión y probar el amargo sabor de la derrota. Al contrario de lo que se puede pensar, un fracaso nos puede conducir a lograr un éxito de mayores proporciones que el que nos puede reportar un éxito continuado.
Para apoyar esta idea hemos hecho una lista con algunas celebrities que tocaron fondo, pero que después demostraron que aquel fracaso fue lo mejor que les pudo haber ocurrido, aunque a ellas no se lo pareciera entonces.
Oprah Winfrey
La empresaria y estrella de la televisión fue despedida de su primer trabajo como presentadora de TV en Baltimore porque, emocionalmente, se "involucraba demasiado en las historias que contaba".
Desde entonces, Winfrey ha creado un imperio mediático y se ha convertido en una de las más reconocidas expertas del mundo de la televisión. Según Forbes, su fortuna se estima en 2,7 billones de euros.
No está mal para una presentadora tan emocional.
J.K. Rowling
La escritora era una madre divorciada en paro que vivía en Edimburgo cuando comenzó a escribir el primer libro de 'Harry Potter' durante un viaje en tren de Manchester a Londres en 1990.
En una entrevista en The New Yorker dijo que era 'tan pobre como se podía ser en Gran Bretaña en aquellos momentos, sin llegar a ser una sin techo", durante este tiempo de estrecheces también cayó en una depresión y la idea del suicidio rondó por su cabeza.
Si el camino que tuvo que recorrer Rowling para lograr el éxito y su valor no te sirven de inspiración, nada lo hará.
Lucille Ball
A Lucille Ball se la conocía como la "reina de las películas de serie B' debido a sus numerosas participaciones en películas de bajo presupuesto y escasa calidad durante el inicio de su carrera.
Eso fue antes de que el éxito le llegara con la sitcom 'Te quiero Lucy', que protagonizó junto a su marido Desi Arnaz.
Lady Gaga
Después de firmar su primer contrato discográfico con Island Def Jam por 800.000 euros, Lady Gaga fue despedida por el dueño de la compañía, L.A. Reid.
Según se cuenta en la biografía sobre la cantante realizada por Hugh Fielder titulada Lady Gaga: A Monster Romance, este episodio fue uno de los más difíciles de narrar porque "no paraba de llorar mientras me contaba lo sucedido".
Estamos seguras de que L.A. Reid ya se ha arrepentido.
Katy Perry
La cantante fue despedida no de una, sino de tres discográficas antes de que firmara con la, por entonces recién creada, Capitol Music Group en 2006, siete años después de abandonar el instituto para dedicarse a cantar.
Fue en Capitol donde escribió y publicó 'I Kissed a Girl'. El resto es historia.
Louisa May Alcott
Los comienzos de la autora de 'Mujercitas' no fueron precisamente un camino de rosas.
Antes de alcanzar el éxito en la década de 1860, la escritora se vio obligada a trabajar como maestra, costurera, institutriz y criada para poder llegar a fin de mes.
Todo esto le sirvió de experiencia para ser más creativa a la hora de escribir, haciendo del papel y el lápiz herramientas emocionales.
Anna Wintour
Aunque ahora lleve el timón de 'Vogue', en su momento Wintour también fue despedida.
En 1975, fue despedida de 'Harper's Bazaar' después de sólo nueve meses allí. 13 años después se convirtió en redactora jefe de 'Vogue'.
En una entrevista concedida a Alistair Campbell para su libro Winners: And How They Succeed, Wintour reveló: 'Todo el mundo debería ser despedido al menos una vez en su carrera, porque la perfección no existe'.
Hemos tomado nota, Anna.
Beyoncé
Puede que a día de hoy sea la reina del pop, pero, cuando tenía 12 de años, Beyoncé y sus compañeras de Tyme Girls (su primer grupo) fueron vencidas en un concurso de televisión llamado 'Star Search', por una banda de rock.
Madonna
Famosa por sus alegatos feministas, en contra de la discriminación por edad y por ser el icono pop de los 80, Madonna comenzó su camino a la fama después de dejar la Universidad y trabajar en el Dunkin' Donuts de Times Square.
Desgraciadamente, parece ser que fue despedida en su primer día de trabajo después de tirarle mermelada a un cliente.
En 2013, Forbes encumbró a Madonna como la celebrity líder en ganancias de ese año. Parece ser que, desde aquel día que la despidieron, lo ha estado haciendo todo muy bien.
Stephanie Meyer
Antes de que le llegara el éxito con la saga de Crepúsculo, Stephanie Meyer no paraba de recibir cartas de rechazo por parte de las editoriales.
Afortunadamente para Meyer, un editor reconoció su talento y publicó el primero de los cuatro libros de una saga que ha vendido 100 millones de ejemplares, ha sido traducida a 37 idiomas y adaptada a la gran pantalla.
Ariana Huffington
El segundo libro de la escritora greco-americana fue rechazado por nada menos que 36 editoriales. Eso tiene que doler.
Ahora, con 13 libros en su bagaje y una gran reputación como cofundadora y ex redactora jefe de The Huffington Post, la empresaria ha llegado a admitir que: "Debemos comprender que el fracaso no es lo contrario al éxito, sino que es parte de él"
El fracaso no es el final, es sólo el principio.
