Los empleados que desde febrero de 2015 han formado parte de un proyecto piloto que reducía su jornada laboral a seis horas en Göteborg, Suecia, han empezado a dar sus impresiones. Los resultados muestran que, trabajar menos horas cobrando lo mismo, ha funcionado bastante bien entre los que tomaron parte en el experimento. Lo que no constituye ninguna sorpresa.

El banco de pruebas ha sido la residencia de la tercera edad de Svartedalens, donde sus trabajadores cambiaron su jornada de ocho horas por otra de seis cobrando lo mismo. En enero de este año terminó el ensayo y los primeros resultados sugieren que la reducción de la jornada laboral ha tenido un impacto positivo en la productividad de estos empleados, así como en su propio bienestar.

Según una enfermera, ha sido difícil volver a una jornada de ocho horas después de dos años con una jornada de seis.

"Estoy más cansada que antes", ha declarado a la BBC Emilie Telander, de 26 años. "Durante el ensayo, todo el personal tenía más energía. Todo el mundo estaba muy contento".

Lise Lotte-Pettersson, de 41 años, auxiliar de enfermería, también manifestó que trabajar menos horas ha contribuido a aumentar su nivel de energía.

"Solía estar cansada muy a menudo", declaró a The Guardian. Cuando llegaba a casa después de trabajar lo primero que hacía era tirarme en el sofá. Ahora no. Estoy mucho más descansada; tengo mucha más energía para trabajar y también ha mejorado mucho mi vida familiar".

Waterway, City, Town, Public space, Channel, Urban area, Metropolitan area, Tower, Street light, Clock tower, pinterest
Göteborg, Suecia

Los resultados completos del estudio se harán públicos el próximo mes, pero los primeros indicios avalan los comentarios de estas enfermeras. Durante los primeros 18 meses, se redujeron las bajas por enfermedad y los empleados manifestaron encontrarse con más vitalidad a la hora de afrontar sus tareas en el trabajo. Su productividad también mejoró, incrementándose en un 85% las actividades organizadas para los pacientes.

Sin embargo, el proyecto también ha recibido muchas críticas desde que finalizó, debido al enorme coste económico que ha generado. Hay varios informes que sostienen que, a lo largo de estos dos años, la jornada de seis horas ha supuesto un gasto para la ciudad de 12 millones de coronas suecas (algo más de 1 millón de euros).

"¿Se podría aplicar este modelo a todas las empresas de la ciudad? La respuesta es que no, sería demasiado caro", señaló a la BBC Daniel Bernmar, concejal del Partido de la Izquierda.

Sin embargo, Bernmar también añadió que deberían tenerse en cuenta los beneficios sociales de este sistema. "Además este proyecto ha hecho que, tanto en Suecia como en el resto de Europa, empiece a debatirse sobre este tema, lo que siempre es interesante. En los últimos 10 ó 15 años se ha presionado mucho para que la gente trabajase más horas y esto supone un cambio radical en este sentido".

Aunque la jornada laboral de seis horas no sea viable en todos los sectores económicos, parece ser que otras ciudades suecas están planeando llevar a la práctica proyectos similares, financiados a nivel local, y dirigidos a empleados con altos niveles de estrés. No parece que la reducción de la jornada laboral se vaya a implantar a nivel nacional, pero merece la pena que se siga profundizando en un proyecto que tiene como objetivo mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal de los ciudadanos.

Vía: ELLE UK