Todas sabemos que, una vez que das a luz a tu primer hijo, ya nunca vuelves a dormir como antes.
Las razones son múltiples y variadas: las noches en vela cuando le empiezan a salir los dientes, las pesadillas que hacen que vayan corriendo a tu habitación… y cuando son mayores la preocupación de las noches cuando salen de fiesta o la inquietud hasta que, por fin, encuentran trabajo.
Los niños tienen muchas cosas buenas.
Como...
La verdad es que no se nos ocurre ninguna después de lo que acabamos de decir, pero tiene que haber alguna razón por la que seguimos teniendo hijos.
Uno de los principales inconvenientes es, como hemos dicho, que es muy posible que no vuelvas a pasar una noche tranquila hasta que no cumplan los cuarenta.
Y resulta que (más buenas noticias) es peor si eres mujer.
Según un estudio reciente, realizado por la Academia Americana de Neurología, tener hijos es el factor más importante a la hora de no dormir lo suficiente.
Los investigadores también tuvieron en cuenta la edad, raza, educación, estado civil, ingresos, índice de masa corporal, ejercicio, tipo de empleo y los ronquidos como posibles factores relacionados con la falta de sueño.
Pero la causa principal fueron los niños.
'Entre las 2.908 mujeres de 45 años o menos incluidas en el estudio, los investigadores descubrieron que el único factor asociado a no dormir lo suficiente era tener niños en casa, y que con cada niño aumentan las probabilidades de que no duermas bien en casi un 50%.
Sí, con cada niño se pierde un 50% de sueño.
Recemos por las mujeres que tienen más de dos hijos.
De estas mujeres, el 48% de las que tenían hijos dormía al menos siete horas, frente al 62% de aquellas sin hijos.
Todas estas circunstancias incidían en que las mujeres con hijos se encontraran cansadas durante más días al mes que las mujeres sin hijos.
Y los hombres… bueno, según el estudio, 'tener hijos no tenía ninguna incidencia en sus horas de sueño'.
¡¿CÓMO?!
Como todas sabemos, la falta de sueño puede afectar a tu estado de ánimo, a tu peso y a tu salud en general, así que ya tenemos la excusa perfecta para dejar a los niños con su padre de vez en cuando para que nosotras podamos recuperar el sueño perdido.
