Las mejores películas de viaje

¿Quién rechazaría hacer un viaje como el de Julia Roberts en esta película? Vale eque es después de un doloroso divorcio, pero en su ruta conoce Italia, India y Bali. En la primera parada se convierte en una 'foodie'; en la segunda, se adentra en una cultura totalmente distinta a la occidental en la que prima la espiritualidad y, finalmente, en su parada final buscará un nuevo amor. ¿La ruta perfecta? Casi.

La historia del viaje de dos chavales, un joven Che Guevara (interpretado por Gael García Bernal) y su amigo Alberto por todo el continente sudamericano. Lo que empieza siendo una aventura entre dos colegas acaba siendo un viaje iniciático porque ambos se dan cuenta de la situación del pueblo, de cómo son explotados por el capitalismo, lo que estimula la conciencia política del futuro líder guerrillero.

¿La perfecta película de viajes? Un amor inolvidable, un recorrido iniciático, un salir de la realidad, paisajes de ensueño... La verdad es que el filme de Sydney Pollack lo reúne todo, hasta la que parece ser una de las parejas perfectas del cine: Meryl Streep y Robert Redford. Ella da vida a una baronesa que viaja hasta la plantación de su marido en Kenia. Los diálogos, la plasmación de la nostalgia y la pasión son casi tan buenos como los paisajes.

Esta increíble película de Stanley Donen nos narra la historia de una pareja (Albert Finney y Audrey Hepburn) que llevan 10 años casada y cuyo matrimonio hace aguas por todas partes. En un 'flashback', comienzan a recordar su vida pasada: cuando se conocieron en Europa de mochileros, sus viajes por el continente y todas aquellas cosas que les unieron pero que ahora les separan, siempre con carretera por medio. Adorable.

Típica película romántica que han podido pasar un millón de veces en la tele, pero que seguimos viendo porque nos encanta la historia de amor y los paisajes (espléndida dirección de fotografía) son de aúpa. Diane Lane da vida a una mujer que, tras su divorcio, emprende viaje a la Toscana para cambiar de aires. Tanto le gusta la zona, que se enamora de una casa y decide restaurarla, algo que le sirve para descubrir lo bueno de las pequeñas cosas.

Woody Allen, en su reciente tradición de ubicar cada película en una ciudad del planeta, decidió en 2008 montar una historia de lo más surrealista que transcurría en diversas ciudades españolas: Barcelona, Oviedo y Avilés. Los tópicos se suceden uno tras otro (guitarras flamencas en Oviedo, ¿en serio, Woody?), pero la historia entre Penélope Cruz, Rebecca Hall, Scarlett Johansson y Javier Bardem es entretenida y se deja ver.

Un buen 'hitazo' de Brad Pitt. Esta película de Jean-Jacques Annaud narra la historia real del aventurero austríaco Heinrich Harrer, un montañista que labró una bella amistad con el Dalai Lama. Aparte del guión sobre cómo se construye una amistad, la película captó toda la belleza de los templos tibetanos, de los pueblos por los que pasó Harrer y, claro está de los Himalayas. Una pasada.

Un clásico que mezcla elementos románticos y de viajes, una buena elección para una tarde de verano. Jesse (Ethan Hawke) y Céline (Julie Delpy) se conocen en un tren que va de Budapest a París y, tras una noche de larga conversación en la que 'algo' surge, deciden recorrer la ciudad de Viena antes de que amanezca y salga el vuelo de Jesse. Una peli que va a ritmo lento cuya joya son los paisajes y los diálogos entre protagonistas.

Martin Sheen vive su propio 'Apocalypse Now' en este filme dirigido por Emilio Estévez, su hijo. Interpreta a un oculista viudo que se dedica a vivir la vida felizmente, con un hijo al que le encanta viajar pero que, desgraciadamente, muere en un accidente haciendo el Camino de Santiago. El protagonista acude a Europa a hacerse cargo del cadáver, pero decide concluir la peregrinación de su hijo acompañado por sus cenizas. Muy dura e inspiradora, rodada en España, con paisajes increíbles.

Lo que empezó siendo una película de culto acabó siendo el perfecto ejemplo de la 'road movie'. Prepárate a ver paisajes de la América profunda, porque este viaje de dos moteros en Harley-Davidson atraviesa todo el suroeste y el sur de Estados Unidos hasta Nueva Orleans. La película de la contracultura aguanta buen el paso del tiempo, y las aventuras trazan un panorama muy completo del rollo 'hippie' de los 60.

Con este título, ¿podemos esperar una buena película de viajes? No está mal, se deja ver. Narra la historia real de la aventurera Robyn Davidson (Mia Wasikowska), que deja su vida atrás para atravesar el desierto australiano solamente acompañada por cuatro camellos y su perro. El recorrido cambiará su vida y también la de un fotógrafo de National Geographic, que retratará todo su periplo.

No es exactamente la típica película de paisajes o de individuo que emprende un viaje maravilloso para cambiar su vida. Pero 'Up in the air' es, indefectiblemente, un filme de viajes. Jason Reitman dirige a un George Clooney caracterizado de 'despedidor', una figura deleznable contratada por las empresas para que se encarguen de este desagradable momento. Por ello, tiene que viajar constantemente, coger muchos aviones y, sin embargo, no conoce nada ni tiene familia.

De nuevo repetimos con la adorable Audrey Hepburn, en esta ocasión mucho más joven y acompañado de un galán de la talla de Gregory Peck. Ambos establecen una relación ideal en un marco no más increíble: Roma, que a cinematográfica no la gana nadie (a excepción de Nueva York). Ella hace de princesa aburrida y algo caprichosa; él, de periodista avispado, y se recorren la Ciudad Eterna caminando, en Vespa o como sea, persiguiendo un sueño: el de la libertad. Deliciosa.