Actores que parecían malos pero que resultaron ser lo contrario

La temprana muerte del actor australiano, a los 28 años, nos privó de saber hasta dónde habría llegado su talento interpretativo, que estaba en pleno 'boom' cuando falleció. En 'Brokeback Mountain' lo dio todo, pero fue su papel de Joker en 'El caballero oscuro' el que le convirtió en un actor de culto y mainstream. Ganó el Oscar póstumo al Mejor Actor Secundario.

Ella siempre presume de hermano, pero la verdad es que ser familia de Paco León le pasó factura al principio, cuando debutó en la serie 'SMS, Sin Miedo a Soñar' (¿alguien recuerda algún capítulo?). Luego llegarían sus bolos en 'Hospital Central' o 'Aída' hasta que demostró lo que era capaz en 'La voz dormida', la adaptación de Benito Zambrano de la obra de Dulce Chacón.

Había algo en él que le hacía odiado por uno y amado por otros. Al principio de su carrera, los críticos denostaban su trabajo mientras que él acumulaba cartas de admiradoras epatadas por su físico varonil y su voz. Su Oscar por 'Sucedió una noche' cambió la manera de verle, y a partir de ahí todo fueron éxitos, a pesar de ese rumor que cuenta que cambaiba el guión a su antojo si no le gustaba.

¿Alguien habría jurado al verle en 'Sentido y sensibilidad', 'Los amigos de Peter' o incluso en su dúo cómico con Stephen Fry que sería tan buen actor? Vale que venía con prestigio del mundo del teatro, pero ¡había sido el padre de 'Stuart Little' y salió en la película de las Spice Girls! Todo cambió cuando cayó en sus manos el guión de la serie 'House' y, desde entonces, ha mostrado en televisión todo de lo que es capaz.

Empezó su carrera en telefilmes y teleseries, y aunque algunas de sus primeras películas fueron un éxito de taquilla ('Bitelchús', 'Gran bola de fuego' o 'Armas de mujer'), no se veía en él a un actor de talento. Pero empezó a mejorar en el siglo XXI' con títulos como 'State and Main', 'El infiltrado' o 'Blue Jasmine'. Ahora triunfa imitando a Donald Trump .

Tenía casi de todo para entrar en el mundo de la interpretación: un físico de guaperas, un primo actor (Miguel Ferrer) y una tía cantante de gran éxito (Rosemary Clooney). Y aún así, se pasó 10 años en telefilmes y haciendo pequeños bolos en series como 'El halcón callejero' o 'Las chicas de oro'. En 1994 llegó a 'Urgencias' y el superéxito le llevó a proyectos donde mostró su verdadero talento: desde 'Abierto hasta el amanecer' hasta 'Money Monster', decenas de títulos como actor y director. Y dos Oscar.

Este precisamente de guaperas no pecaba, sino de graciosito. 'Un, dos, tres... splash', 'Despedida de soltero', 'El hombre del zapato rojo' y, claro está, 'Big', le consagraban como un tipo eficaz para la comedia y el drama romántico. ¿Y qué más? En 1993 llegó el cambio de rumbo, su papel como seropositivo en 'Philadelphia' que le hizo ganar su primer Oscar y el respeto de la crítica para siempre.

Cuando ganó la estatuilla dorada a la Mejor Secundaria en 1998 por 'Mejor imposible', nadie quería acordarse de lo que hacía 15 años antes: teleseries a cascoporro y títulos tan prometedores como 'Guardianes del futuro', 'Proyecto X ' o 'Más allá de la ambición'. Su enorme oportunidad llegó en televisión, en la serie 'Loco por ti', donde exhibió sus cualidades como comediante.

A priori, de alguien que fue miembro fundacional de los New Kids on the Block no vas a esperar que sea un excelente actor. Pero 'Marky Mark' (sí, luego se convirtió en rapero con este absurdo nombre) lo era. Y en sus primeras películas (tipo 'Un poeta entre reclutas' o 'Diario de un rebelde') no lo dejaba ver como lo hizo en 'Boogie Nights'. 'La tormenta perfecta' o 'Infiltrados' lo confirmaron.

Están los actores-montaña rusa, y luego está Robert Downey Jr. Su carrera tiene películas para olvidar como 'El cazachicas', 'Air America' o '1969' mezcladas con títulos como 'Chaplin', 'Ricardo III' o 'Buenas noches y buena suerte'. Sin duda su vida personal ha tenido mucho que ver con estos altibajos, que parecen ya algo del olvido gracias a su implicación con dos personajes: Iron Man y Sherlock Holmes.

El cantante de 30 Seconds To Mars se convirtió, casi de la noche a la mañana, en uno de los personajes más extraordinarios y carismáticos de Hollywood, y con un Oscar en su estantería (el ganado al Actor Secundario por  'Dallas Buyers Club'). Pero no siempre había sido así. De hecho, fundó su grupo porque sus primeros pinitos en el cine ('El día que murió Elvis', 'Donde reside el amor', 'Secuestro'...) no fueron prometedores.

Otro caso de guaperas que, además, llegó tarde a la interpretación: antes había sido modelo y dueño de una agencia de viajes y de un restaurante. Sus títulos de los 90 son como para borrarlos del currículo ('Yo soy esa', 'Aquí el que no corre... vuela' o 'Salsa rosa' dan fe de ello), pero con el siglo XXI y la madurez llegaron otras cosas. 'La vida de nadie' marcó un antes y un después que siguió con otros como 'La caja 507' o 'No habrá paz para los malvados', que le hizo merecedor del Goya al Actor Protagonista.