Tiene voz de soulman de los 50 y una presencia de chaqueta entallada y pañuelo en la solapa que parece de otra época (pese a que apenas supera los 30). Sin embargo, su hit I Need a Dollar podría ser el jingle de la crisis, y está ávido por hablar de la situación económica y social (trabajó de consultor en Ernst & Young hasta que los recortes le echaron). Elegante, culto y rabiosamente cool, Tanqueray lo ha elegido como icono de la marca. La mezcla parece perfecta: «Era la bebida de mi padre, que para mí es un modelo a seguir en todo».

¿Cómo se pasa del hip hop que hacías en tus inicios al soul de ahora?
 Ha sido la evolución de mi voz la que me ha llevado hasta aquí, porque ni con el rap, ni con el rock&roll ni con el R&B se siente tan cómoda como con el soul. Ha dado con su sitio. También me encuentro más maduro, busco otro público y transmitir otros mensajes.

En tu disco Good Things hablas mucho de la crisis económica y la situación actual. ¿Percibes algún tipo de cambio global, más allá de lo financiero?
 Es una crisis global llena de batallas personales, que es de lo que me interesa hablar, y sí creo que es un momento importante porque la gente, después de mucho tiempo callada, ha sentido la necesidad de decir que las cosas, tal y como se han hecho hasta ahora, no están bien. Empezaron los indignados y después siguieron muchos otros movimientos en todo el mundo.

Tu música es, además, divertida y bailable. ¿Cómo es para ti una noche ideal?
 Empieza con un buen outfit y una buena cena. Después, unas copas tranquilas, amigos y la mente abierta para encontrar un buen plan. Los Ángeles, mi ciudad, siempre ofrece planes.

¿Qué canciones han marcado tu vida?
 Big Yellow Taxi, de J. Mitchell, What’s Going On, de Marvin Gaye, Where do the Children Play, de Cat Stevens, y Someday We’ll All Be Free, de J. Hathaway.

Su último gran éxito, Tonight, Downtown, lo compuso para la campaña de Tanqueray. Aquí lo tenéis. Disfrutadlo.

youtubeView full post on Youtube