Érase una vez una psicóloga con 'look' de modelo que soñaba con ser escritora. Así que decidió tener un hijo y, mientras lo cuidaba, escribir un libro. Oyó el rechazo de cuatro editoriales pero hizo oídos sordos y lo editó ella misma en Internet. ¿El título? 'La gente feliz lee y toma café', o lo que es lo mismo, una mujer que supera la pérdida de su familia a través de la amistad, el viaje, el baile, los paseos y la creación de un proyecto propio: un café literario. Después de que su obra se posicionase como la más leída en Amazon, ahora esta joven normanda, de aroma literario similar al de Anna Gavalda, se convierte en la primera escritora autoeditada francesa contratada por una gran editorial (Michel Lafon). La novela, que promueve la reafirmación personal a través de los pequeños placeres de la vida, llega a España de la mano de Alfaguara y será publicada en 15 idiomas y adaptada al cine en una coproducción internacional. Quedamos con su autora en el palaciego Café Marly del Museo del Louvre de París para descubrir su historia de cuento.   

¿Cómo empezó todo?
Viendo la tele. Había un reportaje de un pueblo aislado de la costa inglesa. El libro surge al darme cuenta de que si perdiese a mi hijo y a mi marido ese sería el tipo de lugar al que iría a empezar de nuevo.

Justo lo que le sucede a tu protagonista...
Sí, y en el proceso de pérdida es cuando crece. Conocer a gente que también ha sufrido te permite tomar conciencia de ese bien tan preciado que es la vida.

¿Qué opina tu marido de todo esto?
Durante los años que lo dejé todo para escribir me tomó por loca, pero yo seguí. ¡Después, el reconocimiento del público ha sido mágico para él!

¿Cuál es el beneficio con Amazon?
Mi novela cuesta 2,68 euros. Y se recupera el 70% del precio marcado.

Al final, ¿libro digital o de papel?
(Ríe). La autoedición es un escalón, pero el cuento de hadas es posible gracias a la editorial de papel. De hecho ya han contratado mi nuevo libro. Lo entregué ayer.

Tu vida hoy es...
Estreno casa, viajo y he aprendido que hay que comer lo que la vida te va trayendo como se come una manzana.