Esta mujer de mirada de gata y voz de almíbar sabe lo que es ser número uno en la lista de los más vendidos, acariciar tres Discos de Platino y estar nominada a los premios Grammy Latinos. Conoció el éxito como integrante del grupo La Oreja de Van Gogh y empezó a saborearlo a solas cuando decidió ser simplemente Amia Montero (Irún, 1976). Su nuevo disco, grabado en Londres, Si Dios quiere yo también (Sony), verá la luz el próximo 15 de septiembre y ya se puede reservar en iTunes, donde se ha convertido en uno de los cinco más vendidos de la plataforma digital. Quedamos con ella descalza, a flor de piel, para descubrir qué cosas han atravesado en estos tres años su silencio musical. Y este es el sonido de su nueva vida.

Así que si Dios quiere tú también...
(Risas). Ese título, en realidad, es la consecuencia de la filosofía de vida que he elaborado en estos últimos años. La de entregarnos al destino y a lo que la vida tiene preparado para nosotros. Quizás por eso la creación de este disco ha sido uno de los procesos más bonitos, intensos y emocionantes que he vivido en toda mi carrera.

Si un desconocido te preguntase mañana a qué suena la música que hay dentro de este nuevo disco, ¿qué le dirías?
Le diría que simplemente lo escuchara. Siempre me ha parecido muy difícil explicar las canciones y todo lo que se concentra dentro de ellas. Me gustaría que ese desconocido se identificase con algún tema y tener la oportunidad de preguntarle luego yo a qué le ha sonado mi disco.

Por ahora quienes han escuchado el single Palabras lo han convertido ya en todo un hit. ¿Cómo ha sido la experiencia de grabar en Londres con Martin Terefé, uno de los grandes productores musicales del momento?
Todo un lujo. ¡Es espectacular verlo trabajar! Martin es una de las personas con más talento que he conocido en toda mi carrera. Digamos que su forma de producir consiste un poco en la premisa de que menos es más, con un gusto y una clase que hacen que cada canción, y el disco en general, mantengan una emoción constante. ¡El resultado no ha podido ser mejor!

¿Qué queda en la actualidad de la Amaia de La Oreja de Van Gogh?
De aquella Amaia de los principios lo que queda es la ilusión intacta. Y con respecto a La Oreja de Van Gogh, orgullo absoluto de haber sido una de las fundadoras de una de las mejores bandas de música que ha dado este país.

¿Para qué sirve el éxito?
A mí nunca me ha importado tanto alcanzar el éxito como el reconocimiento, y ese siempre te lo da el público.

¿Un artista que te haya sorprendido?
Adele. Es una cantante que me atrapó desde el primer instante que la escuché.

Muestras una nueva imagen, más 
delgada, con mucha luz. ¿Eres 
de las que se cuidan mucho o no?
Como sano y hago deporte cuando puedo, aunque no siempre lo consigo... ¡Esa es mi constante lucha! (risas).

¿Y cómo te mimas por dentro?
Uso la ilusión. Para mí es la mejor cosmética interior que existe. Y es lo que refleja mi imagen en las fotografías que me ha hecho Bernardo Doral en una de las sesiones de fotos más divertidas de mi vida. Y también es lo que quiero transmitir en mi disco.

¿Cuál es el mayor regalo 
que te ha dado la vida?
Haber podido dedicarme a mi pasión, a mi sueño... a la música.

¿Qué hay de tu realidad 
personal en tus canciones?
Para mí es muy difícil separar lo personal de lo creativo, todo va unido. Por eso en mis temas está lo que pienso y lo que siento. 

¿Cuáles son tus faros vitales?
Ahora mismo camino hacia la tranquilidad, hacia la paz. Y estoy 
aprendiendo a disfrutar al máximo de cada cosa que la vida me regala.

¿La maternidad es un horizonte para ti o en él están otras conquistas vitales?
Ser madre es una prioridad absoluta para mí. Tengo muy claro que quiero tener un hijo, y el nacimiento de mi sobrino Noah ha potenciado todavía más mi instinto maternal.

Tu hermana Idoia es estilista. ¿Qué 
hay de ella en tu presencia, en 
tu estética personal y profesional?
Idoia es una artista. En todo lo que tiene que ver con mi imagen está ella presente. En nadie confío más que en Idoia. A la hora de hacer el diseño de este nuevo disco ha sido fundamental. Me encanta lo que hace. Soy una absoluta fan de sus ilustraciones y de su marca de camisetas La Vie de Rosita, que tienen mucha personalidad, como ella. ¡Me las pongo sin parar!

Estrella Morente, tras la pérdida de 
su padre, nos dijo en una entrevista: «Hay que abrazar a los dragones, 
hacerles trenzas en el pelo...». ¿Cómo 
te enfrentas a la ausencia del tuyo?
Una pérdida así te cambia de manera irreversible. Duele y también marca. Yo he elegido aceptar su ausencia, crear un mundo nuestro, mío y de él... Mágico... No me creía capaz de superar algo así. Y sin embargo su ausencia me ha enseñado lo poderoso que es el amor, cómo podemos transformar el dolor en algo soportable gracias a él.

Dicen que el amor mueve el mundo... ¿También mueve tu corazón?
Estoy absolutamente de acuerdo, el amor es la energía que mueve el mundo. Es nuestro gran motor. Y sí, siempre ha estado y está presente en toda mi vida.

¿Cuál es la última cosa importante que has aprendido de la vida?
Que... si Dios quiere, yo también.