«Yves sólo es feliz dos días al año: el de su desfile en primavera y el de su desfile en otoño». Esta es una de las frases que escuchamos en Yves Saint Laurent (19 de septiembre) y que da idea de la tormentosa psique del diseñador. De las dos películas rodadas el año pasado sobre él (una se presentó en el Festival de Berlín, la otra en Cannes), ésta, dirigida por Jalil Lespert, es la ‘oficial’, con lo que eso conlleva para bien y para mal. La autoridad competente en lo que tiene que ver con su legado es Pierre Bergé, pareja y socio del creador durante 50 años, quien ha bendecido esta producción con una cesión de archivos y escenarios impensables para la otra, dirigida por Bertrand Bonello.
Betty Catroux (a quien da vida Marie Villepin, hija del ex primer ministro de Francia), Lolulou de la Falaise, un joven Karl Lagerfeld... todos desfilan por esta historia, que es, sobre todo, un homenaje a Bergé, el compañero incondicional del diseñador, siempre en la sombra, interpretado por Guillaume Gallienne. «Me gusta cómo se reflejan las dificultades y manipulaciones en la historia de amor entre ambos, dice Pierre Niney, actor en el papel de Yves Saint Laurent. Quien viera el documental L’ Amour Fou, de Pierre Thoretton, auspiciado también por Bergé, reconocerá esta visión de la historia, más hecha a medida para amantes de la moda que para cinéfilos.
