1. Los filtros solo sirven para confundir.¿Pero qué ventaja tiene que cada imagen tenga un color diferente? ¿Quién tiene derecho a decir cuál es la mejor?
2. Te han dicho que pones demasiados #hashtags en tus posts.Desde que lo hicieron, ya solo utilizas cinco. Antes ocupaban más tus #hashtags que la foto en sí.
3. Siempre le das 'me gusta' a las fotos equivocadas.Tú pensabas que, tocando dos veces las fotos, podrías ampliarlas. Y no.
4. No tienes ni idea de qué poner.Te acabas de hacer la manicura. ¿Deberías subirlo a Instagram? ¿Cuándo? ¿De qué manera? ¿Con qué filtro?
5. Cuando por fin te decides, lo lamentas. No tardas ni tres segundos en borrar lo que habías publicado. Pero... ¿en qué demonios estabas pensando? Esperemos que no lo haya visto nadie. Por si acaso, no subirás nada en una semana.
6. Nadie confía en ti para que dejes testimonio de una noche de farra.De hecho, el habitual fotógrafo de grupo desprecia tus imágenes incluso antes de que las hagas. Y, reconócelo, te duele un poquito.
7. Tus amigos han intentado animarte a que sigas en Instagram dándote 'like' en tus fotos más feas.Lo que no hagan tus colegas...
8. Cuando no sabes qué decir, te pones filosófico.Acabas convirtiendo tu perfil en un desastre llenas de frasecitas inspiradoras que no le interesan a nadie.
9. No sabes qué tipo de información ve la gente.¿Puedes ver los 'likes' de otras personas? ¿Pueden otras personas ver tus 'likes'? ¿Cómo demonios funciona esto? ¿Pero qué es esto?
10. Debes de ser la única persona a la que no le importó nada el cambio de logo de Instagram.Pero, ¿realmente era tan importante? La verdad es que no te genera ningún tipo de sentimiento.
11. Eres incapaz de comprender el sistema de notificaciones.Si comentas en una foto de alguien, ¿el otro recibe un aviso? ¿Y si alguien opina sobre tu comentario, recibirás un aviso? ¿Qué son estos corazones que aparecen abajo?
12. Tienes tendencia a dejar pasar las mejores oportunidades para publicar.Pero... ¿debería haberlo hecho ya? Es demasiado tarde....