Como cada año desde 1986, el fuego ha puesto fin a la edición de este año del festival Burning Man con la tradicional quema de una figura de un hombre hecho de madera.

Durante casi una semana el desierto de Nevada de Estados Unidos acoge la ciudad efímera de Black Rock construida por los propios participantes. Un lugar sin gobierno ni normas, donde el comercio se cambia por el trueque, donde se impone el respeto al medio ambiente gracias al principio de no dejar rastro alguno, donde el arte tiene el potencial de unir a la gente y donde la autosuficiencia y la auto expresión son lo más importante.

Este era el espíritu inicial de un festival sufragado por los propios asistentes, pero desde hace unos años la esencia del festival está experimentando un cambio radical.

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Ahora muchos de los asistentes son millonarios como los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, el fundador de Facebook Mark Zuckerberg o el presidente ejecutivo de Amazon, Jeff Bezosk que llegan en aviones privados, duermen en caravanas de lujo y no prescinden de comodidades como el aire acondicionado, baños portátiles o cocina de alta calidad.

Luego están las celebrities como Katy Perry, Paris Hilton, Cara Delevingne, Karlie Kloss o Sara Sampaio cuya única misión es ir con maletas plagadas de modelitos a cuál más extravagante para poder dejar huella de su asistencia en la redes sociales.

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Como protesta ante toda esta parafernalia que denigra los valores iniciales del festival, un grupo de 'burners' atacaron este año el campamento White Ocean del DJ Paul kenfold y del hijo de un billonario ruso por no respetar el principio de autosuficiencia.

Esculturas gigantes ardiendo, calles con el nombre de las horas, colores y arena, plumas y mandalas, coches imposibles, columpios y hasta la reutilización de un avión Boeing 747 como escenario principal. La imaginación y creatividad construyen este festival que parece un utopos temporal, la versión naif de Mad Max con el espíritu de Alicia en el País de las Maravillas.

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Si estas pensando en vivir esta experiencia única en la vida, puedes ir preparando tu viaje para finales de agosto del próximo año aunque debes saber que las entradas van de los 390 dólares a los 1.200. Y suelen agotarse bastante rápido. Para ir abriendo boca, no te pierdas el vídeo resumen de los mejores momentos de esta edición 2016.