Vestidos negros. 'Lady Bird'. James Franco. 'El cuento de la criada'. Había triunfadores que estaban cantados y, entre ellos, figuraba la veterana periodista y actriz Oprah Winfrey, que iba a recoger el premio Cecil B. de Mille a toda una carrera.

Se esperaba de ella un discurso emotivo y muy especial. Pero el que dio debería pasar a los libros de historia y es que, como la presentó Reese Whiterspoon: "Cuando Oprah habla, todo el mundo para y escucha". Y así sucedió.

Y entonces el tiempo pareció detenerse: "En 1964 era pequeña y estaba sentada en suelo de linóleo de la cocina, con mi madre, viendo cómo Anne Bancroft entregaba el Oscar al Mejor Actor. Dijo cinco palabras: 'El ganador es Sidney Poitier'. Nunca había visto que se homenajease a un hombre negro así. He intentado explicar muchas veces qué significa eso para una niña", fueron sus primeras palabras.

Ella estaba haciendo historia porque era la primera mujer negra en recibir el Globo de Oro a toda una carrera. Se lleva entregando desde 1952 y nunca, hasta ahora, la Asociación de Periodistas Extranjeros de Hollywood había hecho este reconocimiento: "Por supuesto habrá ahora alguna niña que ve como soy la primera mujer negra en ganar este premio. Es un honor y es un privilegio compartir la noche con todas ellas", añadió.

"Hablar de la verdad es la herramienta más poderosa que tenemos. Me siento inspirada y orgullosa por las mujeres que se han sentido fuertes como para compartir sus experiencias", continuó Winfrey. Muchas de ellas, víctima del acoso, en todas partes, en todas las regiones:

"Afecta a razas, religiones, partidos. Gracias a todas las mujeres que han aguantado y soportado años de acoso. Como mi madre, tenían hijos que alimentar y facturas que pagar y sueños que hacer realidad. Son las mujeres cuyos nombres nunca escucharemos".

La presentadora narró el caso de Recy Taylor, una mujer negra recientemente fallecida que, en 1944, fue secuestrada por siete hombres blancos armados y violada por seis de ellos. El jurado la obvió, ni siquiera el apoyo de la activista Rose Parks le sirvió de nada. Pero ella siguió contando su historia hasta el final de sus días.

"El momento ha llegado. Recy Taylor falleció sin verlo. Pero Time's Up. Solo espero que Recy Taylor muriera sabiendo que su verdad había servido, como la de tantas mujeres maltratadas durante esos años o que están siéndolo ahora. Ella está presente aquí cuando cada mujer dice: 'MeToo'. Y en todos los hombres que deciden escuchar".

Era y el momento en el que todo el mundo lloraba, como Laura Dern, a la que enfocó la cámara. Pero aún quedaba algo por decir:

"He entrevistado y representado a gente que ha sufrido muchísimo en la vida. Lo que tienen en común es mantener viva la esperanza de un mundo mejor. Quiero que todas las niñas que ven esto sepan que tenemos por delante un nuevo día. Y cuando amanezca será gracias a mujeres magníficas, muchas de las cuales están en esta sala. Y hombres que van a luchar unidos para convertirse en líderes y para llegar a ese momento en que nunca haya que decir: 'Me, Too".

Aquí tienes el discurso completo:

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