Los abanicos rojos y los discursos apoyando la lucha para conseguir una igualdad de condiciones y papeles en el cine entre hombres y mujeres han sido los protagonistas de esta edición 32 de los Premios Goya.
Antes de que diese comienzo la ceremonia, los invitados posaban en el photocall y respondían a las preguntas de los periodistas en la alfombra roja,
Cuando fue la ocasión del turno de Arturo Valls, recibe la siguiente pregunta:
"¿Crees que una noche para reivindicar?"
"Yo la verdad es que… creo que no. Creo que me gustaría que se hablara más de cine, que habláramos de cine y, en cualquier caso, de los problemas que tiene el cine. No me parece el escaparate para tratar otros temas. Me gustaría hablar de las películas, de los actores, del trabajo de los actores, quizá de lo que cuesta producir una película hoy en día en España… pero no marear con otros temas, porque al final se desvirtúan un poco los mensajes y los discursos. Creo que hay otros sitios para reivindicar ese tipo de cosas".
La desigualdad salarial y de oportunidades en el cine, sigue siendo un problema que afecta al sector femenino del séptimo arte. Y demostrado queda que hay mucho por hacer todavía.
30 mujeres nominadas frente a 83 hombres, ¿un poco raro, no?
