¿Se puede rentabilizar un blog?
Con un paro del 25%, la idea del autoempleo ronda la cabeza de muchas personas: es la lógica de la supervivencia (al menos aún conservamos la lógica). Y para publicar un blog no se necesita mucho: Internet, un ordenador y tiempo. Hemos entrevistado a varios blogueros de España que han logrado el éxito y todos comparten la misma opinión: vivir de un blog es complicado. Pero no imposible.
¿Qué dicen las cifras?
El informe eEspaña 2011 de la Fundación Orange asegura que en 2010 había unos 152 millones de blogs en el mundo, y en nuestro país alrededor de 1.890.000 activos. Demasiados quizá para que la tarta alcance para todos. Sólo hay que ver algunas cifras: el estudio State of the Blogging World de 2012 de Blogging.org asegura que en los Estados Unidos el 81% de los blogueros nunca han llegado a cobrar ni 100 dólares por su actividad.
En la imagen: Leandre Medine de Man repeller
¿Quién vive de un blog?
Sin embargo, hay excepciones, y vamos a contarte qué han hecho para poder rentabilizar su bitácora. Por ejemplo, Heather B. Armstrong (Dooce.com) comenzó a escribir sobre su vida en 2001 y ahora vive de ello. Su caso es curioso, hasta el nombre de su bitácora ha producido una nueva palabra. En el Urban Dictionary «to dooce» significa que te despidan por culpa de tu blog, que es lo que le pasó a ella. Ha publicado tres libros, colabora con medios, tiene una tienda...
En la imagen: Heather y su familia.
No es el único caso
Hay otras blogueras profesionales, como Chiara Ferragni (Teblondesalad. com), Leandra Medine (Manrepeller.com) y Gary Pepper (Garypeppervintage. com), a las que invitan a todos los eventos, ocupan el front row, no hay street style en el que falten y la masa de público que aglutinan es grande. Son lo que se conoce como influencers.
Primer consejo para un blog de éxito: conviértete en uno de ellos. Busca un área que te guste, en la que te sientas cómodo, y localiza a los influencers dentro de una comunidad sobre la temática que te interesa. Por ejemplo, ahora hay un boom sobre la maternidad y la paternidad. Madresfera.com es una web que agrupa más de 1.000 blogs de este tipo donde consultar con otros padres y entrar en contacto con marcas. Sólo tienes que registrarte, dar de alta tu blog y pasar a formar parte de esa comunidad.
En la imagen: Chiara Ferragni, una de las blogueras más conocidas internacionalmente.
¿Hay alguien ahí?
Si navegas por la columna derecha de muchos blogs, verás unos marcadores: «Visitante mil millones». Pero seamos serios... Estas cifras surgen porque algunos contadores tienen en cuenta las páginas vistas, es decir, los clics, no los usuarios que están detrás. Pero para poder rentabilizar la cantidad de trabajo que supone mantener un blog necesitas que haya mucha gente al otro lado dispuesta a pagar por algo que haces o una marca interesada en tu público. Por eso las cifras de las que hablan los blogueros son más bajas que las que señalan los contadores. En España, un blog con 70.000 visitas al mes es todo un éxito.
En la imagen: Gary Pepper (Garypeppervintage. com)
¿Cómo medir tu tráfico?
Medidores:
Los encontrarás en los dos principales gestores de blogs, WordPress y Blogger. Viene por defecto pero ten cuidado en no confundir qué miden exactamente. Más profesional y más exhaustivo es Google Analytics. Sólo tienes que meter un código en tu blog. ¡Y además es gratis!
Qué miden:
Un usuario único puede utilizar varios navegadores (en su trabajo, en su móvil, en su casa...) y cada vez que entra en tu blog desde cada uno de ellos te hace una visita. Cuando ya está dentro de tu blog, cada clic genera páginas vistas.
Tipos de financiación
Entre los sistemas más comunes está Google AdSense, que sirve publicidad en los blogs. Tú cobras por cada clic que el usuario haga en ella, pero son céntimos. Si los anuncios se ajustan mucho a tu público, los pincharán más y ganarás más. Sin embargo no suele ser demasiado. Por ejemplo, un blog con 40.000 visitas al mes puede percibir 70 € cada tres meses. Hay excepciones, aunque no es la media.
Otros sistemas pagan por impresiones, es decir, por cada vez que se muestra el anuncio, sin necesidad de que el usuario haga clic. Los sistemas de afiliación son una mezcla de los dos anteriores y, a veces, se cobra un porcentaje de la venta de ese producto que se anuncia. En todos los casos necesitas bastante tráfico.
En la imagen: Leandre Medine que combina varios de estos sistemas en su blog Man repeller
El tráfico importa
Ignacio Escolar, autor de Escolar.net, uno de los blogs de política más leídos, y creador de Eldiario.es, asegura: «Hay que tener mucha audiencia con un anunciante claro. Como es el caso de Microsiervos. com», una bitácora de tecnología que está entre las más visitadas de España y cuyos autores viven de su actividad.
Por último, se encuentran los post patrocinados: una marca te ofrece dinero por hablar de su producto. Las tarifas van en función de tu tráfico y de la empresa: desde unos pocos euros por post, hasta miles en el caso de las blog stars. En otros casos simplemente te mandan el producto para que hables de él. «Hay quien da saltos de alegría y escribe un post maravilloso y quien ni quiere recibirlo si no le pagan. Depende mucho del blog, de su filosofía y su forma de entenderlo, y de si se hace por amor al arte o como faceta profesional », explica Mónica de la Fuente (fundadora de Madresfera.com y autora de Accidentalmente.com).
Enseña lo que haces
Tu bitácora también puede ser tu escaparate. Como es el caso de Escolar: «Mi blog no es una fuente directa de financiación, pero si eres periodista como yo te ayuda a construir tu firma». José A. Pérez de Mimesacojea.com, un blog de humor con 117.000 seguidores en Twitter, opina lo mismo. «Todo lo que publico en la prensa escrita y lo que hago en televisión ha sido gracias al blog. Por ejemplo, la primera vez que dirigí un programa fue porque escribí un post sobre cultura para gente corriente. Alguien lo leyó y pensó que quería algo parecido para la tele. Nunca sabes si te va a leer la persona adecuada».
No lo olvides. Pero no sólo a los periodistas o guionistas les resulta útil un blog, donde ellos mismos son el producto final. Puede que tú hagas unas pulseras preciosas o tricotes como nadie. Piensa que puedes darte a conocer. Angi, de Mr. Wonderful (mrwonderful.es, una marca con miles de seguidores creada online por diseñadores gráficos), explica: «Lo que nos da de comer es la tienda. El blog (Muymolon.com) es una plataforma para comunicar y además contamos con amigos sponsors que se publicitan». También es el caso de Mirian Pérez y su blog en ELLE.es, Honeydressing.blogs.elle.es: «Empecé por hobby, la moda me apasiona, pero muchos clientes y marcas me han conocido gracias a él».
En la imagen: uno de los cuadernos de Mr Wonderful.
La delgada línea roja
Los usuarios se quejan de que la publicidad es poco clara. Como comenta Escolar: «Se supone que los blogs tienen una ventaja respecto a los medios, tienen mayor credibilidad, aunque detrás de muchos haya el mismo interés comercial». Y ese interés no suele ser entendido, aunque no tiene nada malo. José, de Mimesacojea.com, asegura: «Me parece lícito, pero creo que hay que avisar de que es publicidad. Por ejemplo, Microsiervos.com recibe móviles y siempre dicen si se los han enviado gratis».
Entre las blogueras más conocidas y con más éxito en España están Gala González de Amlul. com y Alexandra de Lovely-pepa.com (en la imagen). Esta última explica que las marcas empezaron a contactarla para pedirle visibilidad. «Gracias a eso he podido invertir en desarrollar la bitácora. Estudio junto con las firmas las opciones de colaboración y les ofrezco un pack a través de posts, banners o redes sociales. Por ejemplo, mi Instagram, con más de 110.000 seguidores, es una herramienta muy potente».
Profesionalízate
Pero para llegar al punto de Alexandra o Gala González (en la imagen), hay que profesionalizarse. Por muchos contadores que pongas, las marcas detectan cuando alguien es un influencer. David Málaga, relaciones públicas en la agencia Fly Me To Te Moon (flymetothemoon.es), escribe el divertido blog Lasdemenciasdelaagencia.com: «La comunicación con los blogueros es fundamental, ya que muchos han alcanzado un poder de prescripción mayor que el de los medios. El problema es cuando se convierte en una mera transacción económica, el soborno más extremo y el chantaje de o me regalas productos o te pongo a parir en mi blog». Se quejan los usuarios y se quejan las marcas. Mónica de la Fuente de Madresfera.com explica que estas «tienen recelos a la hora de comprar contenidos, y los blogueros tienen miedo a perder la confianza de sus lectores. Habrá que encontrar un punto medio».
Derivados del blog
No sólo del blog vive el bloguero. Por ejemplo, si eres un experto en café, y hablas de eso, diseñar unas tazas de desayuno y montar una sencilla tienda online es un derivado. Entre los productos más comunes están los libros que provienen de un blog. Ana Bustelo, editora de Planeta, ha visto ese hueco en el mercado y comenta: «Cuando el libro basado en un blog se publica, ya tiene un público que lo conoce y que quiere tenerlo. Sale con algo de ventaja sobre un escritor desconocido ». Uno de los primeros casos en España fue Diario de Martín Lobo de Javier Cid (Plaza & Janés), pero hay más: Te dejo es jódete al revés de Señorita Puri (Espasa), Una mamá española en Alemania de Fátima Casaseca (Planeta), Sin Noticias de Dior de Beatriz Miranda (La Esfera de los Libros), Padres no ñoños de Ata Arróspide (Planeta)... Eva Quevedo, autora de Blog de madre, fue una de las pioneras. Decidió autoeditarse y luego la publicó Plaza y Janés.
Pásatelo bien
Pero ni siquiera un libro es suficiente. Tendrías que vender unos 20.000 ejemplares al año para que se convierta en tu única fuente de ingresos, y conseguirías un sueldo de unos 30.000 € anuales. Eva Quevedo piensa que su blog le ha servido para otra cosa: «He conseguido una plataforma para que la gente lea lo que escribo y contacte conmigo para proyectos relacionados con la redacción. Un sueño».
Aunque el blog no sea un soporte rentable, todos los blogueros están de acuerdo: les ha abierto puertas y ha sido una experiencia increíble. Por lo tanto, disfruta, haz buenos contenidos y sé tú mismo. Y así, mientras llega el dinero, al menos te lo habrás pasado bien.
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