¡Menudo ojo!
La imaginación es libre, y algunos de los mejores escritores y guionistas de cine han sido capaces de hacer predicciones de futuro que nos sorprenderían de lo acertadas que son. Otros, en cambio, desarrollaron mundos aún muy lejanos de la realidad. Estas son algunas de las películas de ciencia ficción con más vaticinios acertados y/o erróneos.
“Gattaca”
En esta peli, el papel que tienes en la sociedad está determinado por tus genes. Los niños se hacen a la carta, tal y como los padres quieren, y los hombres genéticamente más perfectos son los que tienen los mejores puestos de trabajo, así que la única esperanza de salir de tu casta es adoptar la identidad de alguien. Esta discriminación genética provoca una reflexión, la de valorar antes las características de las personas antes que las personas en sí mismas, lo que ha hecho que, en un futuro no muy cercano, la Tierra se haya convertido en algo frío y sin alma.
“Star Trek III: En busca de Spock”
Martin Cooper, en unas declaraciones a 'Time', confesó que el sistema portátil de comunicaciones que se emplea en este filme de 1984 fue el que le inspiró para diseñar el teléfono móvil. Además de estos comunicadores, los protagonistas se hablan a través de relojes de muñeca, que podrían avanzar también los 'smartwatches'. Otras tecnologías vistas en esta y otras pelis de la saga fueron los replicadores (impresoras 3D) o el reconocimiento de voz.
“Regreso al futuro 2”
En 1989, la segunda parte de Regreso al Futuro continuaba donde quedó la primera, con Michael J. Fox, Christopher Lloyd y Lea Thompson viajando treinta años adelante, exactamente a 2015. En este nuestro año, existirían patinetes voladores, llevaríamos dos corbatas a la vez, se estaría proyectando “Tiburón 19” y no haría falta carreteras porque los coches volarían. En nada de eso acertó, pero sí que tuvo ojo prediciendo las pantallas planas, las conferencias por vídeo y, claro está, la tecnología 'wearable'.
“Demolition Man”
También queda bastante para llegar al año 2032 en que se sitúa la acción, pero mucho nos tememos que en estos tres lustros restantes no se va a acabar con la criminalidad en el planeta, y desde luego no por llevar criogenizando a los malos desde 1996. Según el filme protagonizado por Stallone, Taco Bell iba a ser un restaurante de cinco estrellas (hoy por hoy es una franquicia), y el mundo entero estaría controlado por la voz (de esto no estamos tan lejos). Sandra Bullock y Stallone tienen una sesión de sexo teletransportado a través de estímulos eléctricos, una idea que “El dormilón” recuperó en 1973 solo que con cabinas.
“Cortocircuito”
Número 5 era el nombre de este cariñoso robot que se hizo famoso entre los niños y jóvenes de los años 80. En la peli, era un robot experimental desarrollado por el gobierno para usos militares. Tres décadas después, los robots son algo habitual en la defensa, tanto para labores de reconocimiento como para ataque o desactivación de minas. De hecho, el diseño de suela de tractor de Número 5 sigue siendo común en muchos de estos dispositivos, cuya evolución hemos visto en los robots que se han enviado a Marte. ¿Otra cosa en la que Número 5 fue visionario? Inspiró a los chicos de Pixar en 2008 para crear su tierno Wall-E.
“Minority Report”
El filme, rodado en 2002 sobre una novela de Philip K. Dick (el mismo autor de “Blade Runner” y “Desafío Total”, se desarrolla en Washington, en 2054. Y aunque queden cuarenta años, ya podemos disfrutar de alguna de las tecnologías allí aventuradas, como los interfaces que reconocen al usuario por su rostro, los anuncios personalizados, las pantallas táctiles, los videntes que supuestamente ayudan a las autoridades a detener criminales... Ojo: el enfoque más triste de esta peli plantea que, por un exceso de información, las personas han perdido su libertad de elección.
“2012”
¡Menudo año que tuvimos con la predicción maya que aseguraba que el 21 de diciembre de 2012 se acabaría el mundo! Aquel día transcurrió con los chascarrillos de turno sobre el tema, y a otra cosa, mariposa. Pues tres años antes, en 2009, Roland Emmerich dirigió una fantasía de ciencia ficción que jugaba con la idea de que la predicción era cierta y que las grandes potencias habían construido unos refugios de alta seguridad para que se salvaran sólo 400.000 terrícolas. Fail!
“Desafío total”
Si bien es cierto que algunas técnicas pueden inducir sueños concretos, aún estamos lejos de la tecnología de implantes de recuerdo que aparecía en la peli, sí que acertaron en otros dispositivos, como los coches que se conducen solos (mejor que sin el muñeco 'creepy' de la imagen) y, sobre todo, los escáneres de seguridad que revisan todo el cuerpo y que estamos ahora acostumbrados a ver en aeropuertos. Aunque, en los del filme, solo salían esqueletos.
“Una mujer en la luna”
Dirigido en 1929 por Fritz Lang, este filme sentó alguna de las bases más conocidas del mundo espacial. Por ejemplo, se inventó la cuenta atrás en la escena del lanzamiento (daba más emoción si se hacía así, sabiendo cuándo se acababa) y también creó algo muy parecido a las plataformas desde las que salen actualmente las naves. No obstante, yerra cuando presenta el lanzamiento desde el agua, o la existencia de una atmósfera lunar. La peli resulta especialmente visionaria teniendo en cuenta que faltaban casi 30 años para que el 'Sputnik' de la URSS hiciera historia.
“2001: Una odisea en el espacio”
Stanley Kubrick creó en 1968 el epítome de las películas de ciencia ficción, dibujando un mundo que en 2001 no existía pero que hoy nos resulta más familiar. A principios de siglo no existían aún los viajes espaciales, ni la intención de contactar con alienígenas (luego llegaría el proyecto SETI), ni la inteligencia artificial, ni las tabletas... Afortunadamente erró con la perspectiva de que la mujer, en una nave, era poco más que una azafata.
“Blade Runner”
Este clasicazo del cine de ciencia ficción se situaba en 2019, con la predicción estrella del género: los coches voladores. Aunque quedan cuatro años para entonces, nos atrevemos a decir que ha errado, y también en la existencia de replicantes, detectores de mentiras en las pupilas de los ojos y las ciudades de 106 millones de habitantes. Pero ¡ojo! que el filme de Ridley Scott creó un mundo con pantallas electrónicas en los edificios, comunicaciones tipo Skype y un clima totalmente modificado.
“El show de Truman”
Nos pareció algo excesivo, gracioso y más cercano al 1984 de Orwell, la vida de un ser humano controlada las 24 horas del día por una especie de dios (aquí interpretado por Ed Harris). Pero al par de años de estrenarse esta peli, a finales de los 90, los canales de televisión comenzaron a llenarse de 'reality shows' donde nos retransmitían íntegra la existencia de personajes tan anónimos y vulgares como Truman. Luego ya llegarían los 'reality' de famosos para rizar el rizo, en un sutil 'crossover' de telebasuras.
“Timecop”
Rodada en 1994, la peli de Jean Claude Van Damme se situaba diez años después, y se basaba en que los viajes en el tiempo eran posible; el belga hacía de policía temporal. También hacía hincapié en los coches que se conducían solos y que tenían tecnologías que se activaban por la voz. En lo que sí acertó es en que Van Damme seguiría en activo dos décadas después.
“La vida futura”
Esta sorprendente película de 1936 plantea la evolución del planeta entre ese mismo año y 2036, inspirándose en una novela de H.G. Wells. El futuro lo pintan bastante negro, ya que el hombre se enfrenta a peligros que pueden llevarle a la destrucción, a menos que confíe en la ciencia, su única herramienta de salvación. Acertó en que habría una gran guerra en los años cuarenta (se veía venir), pero no en otras cosas como que se iba a formar una civilización pacifista y new age en Irak.
“Cuando el destino nos alcance”
Esta peli de 1973 protagonizada por Charlton Heston cuenta la historia de un detective que investiga la muerte de un directivo de una empresa dedicada a fabricar un alimento revolucionario. Es el año 2022, la empresa se llama Soylent Green y el alimento (ojo spoiler) son ¡personas! El filme plantea con acierto la falta de recursos en el planeta, pero apuesta por el canibalismo como manera de solucionarlo. Esperemos que no acabe teniendo razón.
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