Actores que lamentaron sus papeles más conocidos

Ha sido el último en mostrar su arrepentimiento por uno de sus papeles más conocidos, el de 'Wild Wild West' (Barry Sonnenfeld, 1999) –que todo hay que decirlo, no nos extraña–. En el festival de Cannes, declaró en una conferencia: "Me considero un comerciante. Mi carrera me dejado ser capaz de vender todos mis productos globalmente y ahora está en manos de los fans. Tengo que estar a tono con sus necesidades y no engañarlos en llevarlos a ver 'Wild Wild West'". Reconoció que tras los éxitos de 'Independence Day' (1996) y 'Men in Black' (1997), solo le preocupaba ganar dinero.

Quizás sea uno de los casos más conocidos, el de Pattinson echando pestes de su papel de Edward en la saga 'Crepúsculo', el que le hizo ser la estrella y el ídolo de jovencitas que es. Suena un poco a aquello de 'morder la mano de quien te da de comer', pero el londinense ha declarado públicamente que Stephanie Meyer, la autora de los libros, "está como una cabra" y que "cuanto más leía el papel, más odiaba al personaje; por eso le interpreté así, como una maníaco-depresivo que se odia a sí mismo".

Posiblemente 'Daredevil' (Mark Steven Johnson, 2003) sea una de las peores películas de lo que llevamos de siglo y, sin lugar a dudas, la peor realizada en torno a un cómic. La carrera de Ben Affleck es bastante irregular, pero puede presumir de haber interpretado al peor superhéroe de la historia. Al menos él es consciente, y considera la película 'un error'. Estuvo a punto de arruinar una trayectoria que, apenas años antes, había sido galardonada con un Oscar.

Vale, salía guapo (como en casi todas), pero es que 'Caballeros, princesas y otras bestias' (David Gordon Green, 2001) era un verdadero despropósito. ¿A quién se le ocurrió la idea de contratar a Franco para esta película? ¿Y por qué aceptó? ¿Dinero? "Esa película es una verdadera mierda", ha llegado a decir el californiano de este despropósito que contó con un reparto de primera: Natalie Portman, Justin Theroux, Zooey Deschanel...

No te lo vas a creer, pero lamentó haber aceptado el papel por el que siempre será recordada en el cine (¿y el único?): el de Princesa Leia en 'La guerra de las galaxias' y demás secuelas. Lo primero que dijo es que, de haber sabido que le iba a hacer mundialmente conocida, lo habría rechazado (auqnue en realidad ya era conocida por ser la hija de Eddie Fisher y Debbie Reynolds). Lo segundo que dijo fue que el ridículo vestuario de la saga galáctica "le había arruinado la vida". En fin, ahí queda eso.

Aunque podría haber citado cualquiera de sus papeles de los años 70 y 80, el que siempre ha lamentado hacer el actor de Illinois fue la voz de Garfield en 'Garfield: la película' (Peter Hewitt, 2004). Lo más gracioso de la historia es que, cuando le ofrecieron el guión, apenas hubo leído unas páginas lo aceptó, pues venía firmado por Joel Cohen. Sí, Cohen; no Coen. Él pensaba que era uno de los dos carismáticos hermanos, guionistas y directores; en realidad era un alabado guionista, sí, pero el de 'Toy Story' (1995), 'Doce en casa' (2003) y 'Sigo como Dios' (2007).

Siempre ha sido un actor adorado, y lo era desde aquellos papeles de adolescente que le cuesta admitir. Es el caso de 'Más vale muerto' (Savage Steve Holland, 1985), que rodó con apenas 19 años y en la que interpreta a un chaval a quien le deja su novia e intenta suicidarse repetidas veces antes de intentar recuperarla. Odiaba tanto la peli que, el día del estreno, se salió de la proyección y le dijo al director que era lo peor que había visto, además de soltarle que nunca más volvería a trabajar con él (y hasta la fecha).

En el ránking de 'peor película de superhéroes de la historia', muy cerca de 'Daredevil' estaría el 'Batman y Robin' (Joel Schumacher, 1997) que interpretaron George Clooney y Chris O'Donnell. A este le reventó la carrera cinematográfica; Cloonet consiguió remontar. Con el tiempo, el veterano 'sex-symbol' reconoció que su interpretación destrozaba la parte de Batman, que pidió perdón a Adam West (el actor que en los 60 hacía de este superhéroe) y que también se disculpó por los pezones que aparecían en su traje. Para olvidar.

El actor norteamericano no pidió exactamente perdón por su papel en 'Dos hombres y medio', la serie con la que resucitó para el 'star system' y que le mantuvo ocupado nueve años, sino por arruinarla. Textualmente. Hace unos días, en un programa de la cadena ABC, aprovechó para arrepentirse de varios hechos de su vida: "Me arrepiento de no haber usado preservativos en un par de ocasiones cuando todo ocurrió. Me arrepiento de no haberme involucrado en el crecimiento de mis hijos. "Me arrepiento de haber arruinado 'Dos hombres y medio'".

Siempre echó pestes de 'Un tranvía llamado deseo' (Elia Kazan, 1951), la novela de Tennessee Williams que llevó a la fama. Odiaba su papel de Stanley Kowalski, demasiado cruel, prepotente y machista, en su opinión. "Kowalski siempre tenía razón, nunca tanía miedo. Nunca se cuestionaba nada, nunca dudaba. Su ego era muy seguro. Y tenía ese tipo de agresividad brutal que odio. Le tengo asco. Le detesto", aseguró con el paso de los años.

Algunos nos acordamos de que a algún brillante productor de Hollywood se le ocurrió hacer la segunda parte de 'Grease' en 1982. Para hacer de 'Danny' (es un decir), contaron con Maxwell Caulfield, un guaperas al que años después veríamos en 'Dinastía'. Y en el papel de 'Sandy', contrataron a una Pfeiffer tan desesperada por salir de las teleseries que aceptaba cualquier cosa. Con el paso del tiempo, odia ser recordada como parte del filme (¡lo sentimos, Michelle!), piensa en  él con odio, le llama 'mal sueño' y le gustaría que se lo borraran del cerebro. Ahí es nada.