Los personajes más odiados del cine

Cuando los fans de la saga de 'La guerra de las galaxias' vieron el 'Episodio 1' no podían dar crédito a este personaje. Desagradable, irritante, torpe... destrozaba todo lo que veía y hablaba con un molesto acento jaimaicano. Todo el mundo se mostró en contra del deleznable personaje; de hecho en internet se formaron grupos de opinión del tipo 'Odiamos y queremos matar a Jar Jar Binks' o 'Jar Jar Binks debe morir'. George Lucas debió de pensar aquello de "si no quieres caldo, toma dos tazas", y le incluyó en los dos episodios siguientes.

De los mejores villanos del siglo XXI, y además interpretado por un actor español que se llevó el Oscar al Mejor Actor Secundario: Javier Bardem. El despiadado criminal de 'No es país para viejos' (Joel y Ethan Coen, 2007) es un asesino pasado de vueltas sin ningún tipo de justificación moral ni de empatía con nadie, que no vacila en apretar el gatillo para cumplir la misión que le han encomendado los narcos.

La primera de las pelis fue 'Los padres de ella' (2000), que acababa en el momento en que los protagonistas iban a visitar a los suegros. Y, así, sin mucha imaginación, la segunda parte se tituló 'Los padres de él' (2004), y descubrimos a los padres Folien, una aborrecible pareja interpretada por Dustin Hoffman y Barbra Streisand. El rollo progre de ambos acaba resultando tópico y casposo, y da mucha pena que se desperdicie de esta manera el talento de Hoffman y la oportunidad de recuperar a Streisand tras una década apartada del cine.

Nadie entendió muy bien la presencia y el sentido de este personaje en 'El padrino III'. Lo primero, ¿por qué hubo ese ataque de nepotismo y Francis Ford Coppola eligió a su hija Sofia? ¿Por qué esa alteración del argumento original de Mario Puzo para encajar un romance de la hija de Michael Corleone con su primo (romance que nadie se creía)? Al final, un error de casting acabó poniendo un punto negativo a la saga, todo debido a la nefasta interpretación de Sofia Coppola.

Ya veníamos de la experiencia televisiva de 'Yo soy Betty la fea', pero cuando llegó la Miranda Priestly de 'El diablo viste de Prada' (David Frankel, 2006) –a la que dio vida Meryl Streep– todos supimos que era imposible tener un jefe peor. Despiadado, mandón y sin ningún tipo de reparos a la hora de valorar el exterior por encima del interior... El argumento iba cambiando su manera de ser hasta dejar emerger una veta de bondad. Quizás demasiado tarde para el espectador.

Ella es el ama de llaves de 'Rebeca', que magistralmente dirigió Alfred Hitchcock en 1940. El espectador empatiza desde el principio con Joan Fontaine, que da vida a Rebeca, la segunda esposa de Maxim de Winter, en lo que parece una adorable historia de amor. Pero nada más llegar a la casa tras el matrimonio, la odiosa Mrs. Danvers (Judith Anderson) no deja de recordarle que nunca estaá a la altura de la anterior dama de la casa. Dan ganas de darle de bofetadas.

Que levante la mano quien no haya llorado hasta el nivel trauma con este odioso personaje que, sin embargo, no sale en ningún momento de la película 'Bambi'. El cazador no tiene el más mínimo reparo en disparar contra los animalitos, privándonos de la madre del protagonista y ofreciéndonos una de las escenas con más fuerza narrativa de la historia de Disney

Chris Tucker dio vida a uno de los personajes más horripilantes del cine de ciencia ficción, el radio DJ Ruby Rhod de 'El quinto elemento'. Cada vez que aparecía en la pantalla, daban ganas de tener a mano un mando para bajarle el volumen, de lo estruendoso que resultaba. Ojo, que el plan inicial de Luc Besson para este personaje era Prince, para quien incluso se había diseñado un traje especial que el cantante de Minnesota llegó a probarse.

Machista, sucio, racista, representante de los peores valores del patriotismo español... Santiago Segura se inventó una auténtica 'joyita' en 1998 que ha recaudado más de 75 millones de euros y que ha conseguido 15 millones de espectadores en sus cinco entregas. Un personaje que provoca sentimientos que oscilan entre la repugnancia y el morbo, aunque por el éxito de sus películas, se ve que acaba triunfando el segundo.

En 1931, Fritz Lang rodó uno de los primeros clásicos del cine de terror, 'M, el vampiro de Düsseldorf', en el que Peter Lorre daba vida a un terrorífico asesino de niñas al que la policía es incapaz de atrapar. La película es casi un filme mudo al que solo se le añade sonido en determinados momentos, lo que consigue incrementar el miedo del espectador hacia un personaje patético, aborrecible, odioso e inestable mentalmente.

A pesar del cariño que le pueden tener los seguidores, Tapón (Jonathan Ke Quan) puede ser uno de los actores más terribles de la saga de Indiana Jones. ¿Cuántas veces puede repetir eso de "'Mucho divertido, mucho divertido" en 'Indiana Jones y el Templo Maldito? Vale que el doblaje ha podido hacer mucho daño al personaje, que además se nutre de todos los tópicos posibles dele xtranjero en Hollywood.

El actor canadiense Mike Myers tiene el honor de haberse convertido en el personaje cinematográfico más odiado de la segunda mitad de los 90 (solo por detrás de los interpretados por Jim Carrey). ¿La clave? La terrible saga de Austin Powers, en la que daba vida a un agente secreto de los años 60. Vamos, una espantosa parodia de James Bond en la que Myers se pasaba de exagerado y en la que todo en general resultaba irritante.