La idea de pasar la Navidad con él, de ponerte guapa para las celebraciones, de intercambiar regalos, besaros bajo el acebo o brindar juntos por el nuevo año suena muy romántico. Pero si a eso le añadimos los compromisos con su familia y la tuya, doblar las celebraciones con amigos, sumar las de trabajo o la obligación de gastarte dinero en regalos para tus nuevos parientes, la Navidad en pareja puede resultarte muy estresante. No te asustes si llegan las primeras discusiones o si ya no estás tan segura de querer perder tu libertad.

En vuestras primeras fiestas juntos querrás que todo sea perfecto, desde tus estilismos hasta el regalo de su madre y tu presentación a sus amigos. Pero nuestra recomendación es que te lo tomes con calma e intentes ser lo más natural posible. Dar una imagen extraordinaria de ti puede pesarte mucho en el futuro, cuando empiece a darte pereza quedar con tu suegra o con su grupo de amigos. ¿Regalos para todos? ¿Cuánto me gasto? ¿Dejo a mi familia para cenar con la suya? ¿Me estaré pasando con el modelito? ¿Otra fiesta más? Tranquila, aquí tienes algunas ideas que te ayudarán a salir airosa de todas las situaciones navideñas que se te van a presentar.

Los regalos

Esta cuestión puede plantarte el primer dilema importante, sobre todo si en su familia todo el mundo regala y en la tuya hacéis el “amigo invisible”. La segunda cuestión será cuánto gastarte: si te pasas les dejarás a ellos en evidencia; si te quedas corta, puedes pasar vergüenza. ¿Qué hacer? Lo mejor es que hables con tu pareja y lleguéis a un acuerdo intermedio en cuanto a obligación de regalos y presupuesto. Te aconsejamos abordar este tema desde el principio para que quede claro lo que a ambos os parece razonable regalar y gastaros. ¿Tu presupuesto es mucho más bajo? No pretendas ser quien no eres gastándote tu paga extra en regalos para su familia. Quedarás mucho mejor buscando un regalo especial y personal que gastándote mucho dinero. Otra cosa que puede ocurrirte es que se te quede cara de póquer cuando abras el regalo de su madre. Dale las gracias cariñosamente y al día siguiente dile, también con mucho cariño pero con sinceridad, que lo vas a cambiar por una cosa que necesitas mucho más.

Sus colegas

Entre sus amigos y los compañeros de trabajo, esta Navidad se te pueden pueden acumular los compromisos navideños. Al principio estarás encantada de que te presente a su entorno e intentarás caer bien a todo el mundo, algo que al final puede resultarte un poco estresante, sobre todo si las relaciones sociales no son lo tuyo. Nuestra recomendación es que no intentes suplir tu falta de gracia o simpatía a base de cócteles, puedes acabar con dolor de cabeza y, en el peor de los casos, ponerte en evidencia. Si se trata de compromisos de su trabajo, lo mejor es que te mantengas en un discreto segundo plano, extremando tus modales y siendo prudente con tus opiniones, sobre todo respecto a temas políticos o controvertidos. Las reuniones con sus amigos son otra cosa, ahí puedes y debes ser tú misma, pero sin pecar de indiscreta, no aproveches para sacarle información a sus amigos sobre sus ex o lo que les ha dicho sobre ti. Otra cuestión importante a tener en cuenta es que el reparto de compromisos sea justo: si tú vas a todos los suyos pero él hace pereza con los tuyos, plántate.

Celebraciones familiares

Este es el punto más delicado de la Navidad en pareja, sobre todo cuando te gustaría disfrutar de tus vacaciones sólo con él, uno de los dos no es demasiado familiar o sus padres te caen rematadamente mal. Si ya habéis acordado pasar la Noche Buena o la Noche Vieja con vuestras familias, lo mejor es que antes del “evento” os deis un “breafing” mutuo sobre las tradiciones, gustos y peculiaridades de cada familia para saber qué ateneros. Psst. No te olvides de preguntarle cómo se visten en su casa para la ocasión, así no te sentirás fuera de lugar si te presentas en vaqueros o con un vestido de fiesta.

Empieza la negociación

Es vuestra primera Navidad juntos y sentará un precedente para las siguientes. Ni le avasalles con millones de planes familiares ni te dejes hipotecar todas las Navidades con eventos que no te apetecen. Lo ideal es pactar los compromisos con cada familia y dejar un gran espacio para vosotros dos solos. Si no lo haces ahora, la Navidad puede convertirse en tu peor pesadilla en el futuro. Y no te sientas mal si también te apetece pasar tiempo a solas con tu familia, porque ahora estéis juntos no tenéis por qué hacer todo juntos. Darte pequeños respiros sin él ni su familia os evitará muchas discusiones navideñas.

Ponte sexy

La Navidad también será la excusa para pasar tiempo juntos a solas, para hacer una escapada romántica, para asistir a fiestas y celebraciones en las que podrás ponerte guapa. Aprovecha para lucir todos esos taconazos que tenías guardados, para renovar tu ropa interior y hacerte algún tratamiento de belleza. Pero tampoco te vuelvas loca y te fundas la tarjeta en modelitos, aprovecha todo lo que tienes en el armario y que él no te ha visto nunca. Psst. Si vas a pasar algunos días con su familia, mete en la maleta algún pijama discreto, nunca se sabe con quién puedes cruzarte de camino al cuarto de baño.

Horror, vienen a casa

Sí, esto también puede ocurrir: que su familia viva fuera y él decida invitarles a casa. Ganarás muchos puntos si les recibes con los brazos abiertos, piensa que el resto del año los tendrás lejos… El problema es que tendrás que enfrentarte a toda la logística propia del momento: alojamiento, decoración, menús navideños, comida y bebida, planes para hacer juntos… El resultado puede ser muy estresante, por lo que te recomendamos tomártelo con humor, compartir las tareas (da igual que su madre haga las cosas de otra manera, ¡delega!), pagar ayuda si puedes permitírtelo y tomarte (¡sin sentimiento de culpa) pequeños momentos para ti ( para desconectar en el gym, en clase de yoga o dando un paseo ¡sola!). Pero procura ser atenta con ellos, piensa que se irán pronto y harás a todos felices compartiendo el desayuno, un paseo de compras o una sobremesa familiar. Psst. Si tú eres la invitada en su casa, procura no ser la última en levantarte, arreglar tu habitación cada día, colaborar en las tareas de la casa y participar en los planes familiares que organicen ¡siempre con una sonrisa!

Vacaciones solos

¿Habéis decidido saltaros la tradición y escaparos a esquiar o pasar el Fin de Año fuera? Evita las posibles críticas y enfados enviando un regalo a cada familia presentando vuestras excusas. Por ejemplo, una cesta de frutas o un centro de flores con una tarjeta cariñosa. ¿El mensaje? Que os encantaría estar con ellos en ese día señalado y esperáis podéis pasar juntos las próximas fiestas. Y, si puedes, hazles una visita antes de marcharos, quedarás como una reina..

¿Te están cebando?

Comer, comer y comer. Si éste es el plan de su familia en Navidad es posible que sufras más de un ataque de estrés, sobre todo si te esfuerzas mucho por mantener la línea y además no te gustan las comidas de su madre. Calma, piensa que sólo serán unos días y luego podrás volver a tus buenos hábitos. Nuestra recomendación para no hacerle un feo es que dobles tus sesiones en el gimnasio para compensar las calorías de más, que rechaces los dulces entre horas diciendo que tienes molestias estomacales o que quieres reservarte para la súper cena que te espera.

Las discusiones

Tanta celebración y tanto compromiso que tal vez no os apetece pueden pasaros factura como pareja y derivar en vuestras primeras discusiones serias. La solución es ser flexible con el otro y ceder mucho: en lugar de enfadarte si no quiere ir a otro evento familiar, discúlpale diciendo que tenía otro compromiso o que se encontraba mal. Así tú también podrás tomarte “el día libre” cuando no te apetezca el plan. Respecto a su familia, evita discutir con ellos, sobre todo con su madre. Muéstrate abierta a sus opiniones, considera otros puntos de vista y muérdete la lengua cuando estés a punto de saltar. Te ahorrarás muchos disgustos si sabes ver, oír y callar.

¿Estás molida?

Tanta celebración, tanta fiesta, tanta comida, tantas copas, tantas noches bailando sin parar ¿te están pasando factura? Para combatir los estragos de los tacones te recomendamos un buen masaje de pies antes de acostarte (que te lo dé él), llevar unas bailarinas en el bolso o alternarlos con cuñas. Contra la falta de sueño, las ojeras y las resacas, tómate un día de descanso para dormir toda la noche del tirón, haz dieta blanda a base de calditos y fruta, y regálate un buen masaje.