¿Por qué respiración y orgasmo? "La respiración es vida. Si respiramos correctamente logramos relajarnos casi de forma inmediata, pero además de la respiración, sabemos que todo lo que vibra, relaja", dice Sonia Gómez, entrenadora en mindfulness e hipnoterapeuta de Dos Rombos. Y, como subraya esta experta, relajarse es fundamental para tener un encuentro sexual pleno.

"Sabemos que aunque la respuesta sexual es instintiva, en el caso de los humanos 'civilizados' se halla condicionada por nuestro cerebro. Y en estas épocas de profundo estrés, incluso pareciera que nuestras hormonas han dejado de existir, nuestra cabeza está tan preocupada que no acierta a poder pensar en nada más que en problemas… a veces ni siquiera somos capaces de concentrarnos en el estimulante sexo, que nos liberaría incluso de ese horrible estrés", dice Gómez.

¿Y qué pasa cuando la sangre en vez de dirigirse hacia nuestros genitales se queda en el cerebro para que éste le de vueltas a los problemas sin parar? "Respuesta fácil: imposible el sexo satisfactorio", apunta Sonia Gómez.

El mayor enemigo del sexo

Como explica esta experta, "el estrés es enemigo mortal de la sexualidad, ya que además de la imposibilidad de que podamos concentrarnos en cosas placenteras, ocasiona un descenso en los niveles de andrógenos y estrógenos, provocando incluso disfunciones sexuales como impotencia o anorgasmia". Es decir, cuerpo y mente se confabulan para que la vida sexual se vaya al traste. "La libido desaparece como por arte de magia… la ansiedad y la angustia lo llenan todo", apunta Gómez.

Pero curiosamente, "practicar sexo es precisamente un liberador de estrés", dice esta terapeuta. Así que no hay mejor 'medicina' para el estrés que tener una vida sexual plena. ¿Cómo solucionamos entonces esta paradoja? Como dice Gómez, "logrando la relajación necesaria para mantener relaciones sexuales, que a su vez lograrán que nos relajemos aún más. La ecuación perfecta".

Cómo aprender a respirar

En Dos Rombos realizan talleres de mindfulness y sexo en los que enseñan técnicas de relajación mediante la respiración profunda para abandonar el estrés, ejercicios de mindfulness con vibración para prestar atención al "aquí y el ahora", y algunas técnicas de respiración vinculadas al sexo tántrico, "como respiraciones rápidas y superficiales para atraer el orgasmo o la respiración al unísono para conectar mejor con la pareja a la hora de mantener relaciones sexuales", explica Gómez.

"Pero fundamentalmente aprenderemos a recordarle a nuestro cerebro lo agradable que es la vida con un sexo sin estrés, con una vida sin estrés", concluye Gómez.