¿Algo va mal en tu relación?
¿Aunque él te asegura que todo va bien tu intuición te dice lo contrario? Confía en tu sexto sentido y haz el ‘test de calidad’ que te hemos preparado para detectar si hay problemas que se te escapan. Desde una simple crisis pasajera hasta algo más serio, lo mejor es saber cuánto antes si tienes motivos para preocuparte.
¿Ya no hacéis el amor?
Los problemas de pareja se reflejan inmediatamente en la cama, desde una simple época de estrés y cansancio, hasta algo por lo que de verdad debas preocuparte. Tras una espera razonable, si su racha de inapetencia no cesa, es el momento de preguntarle abiertamente qué le pasa. Puede que la respuesta, aunque suene dura, al menos sea sincera, por ejemplo, que sienta que el sexo ha caído en la rutina, que su libido ha bajado o algo ajeno a vuestra relación le preocupa. Situaciones todas ellas que pueden resolverse si ambos ponéis de vuestra parte o acudís a un experto en terapia de pareja.
Pero si sus respuestas son evasivas, confusas e incluso se enfada cuando quieres hablar del tema, desconfía, algo está pasando. No queremos afirmar que esté con otra, pero es una posibilidad, como también que se haya desenamorado y no sepa cómo decírtelo. Aunque tu papel en este caso es difícil, no te quedará más remedio que afrontarlo y sentarte a hablar con él.
¿Está triste y abatido?
Si no tiene ningún problema externo, familiar o laboral, entonces la causa puede ser la relación. Es el momento de bajarse del pedestal, hacer examen de conciencia y preguntarle si tú eres la causa de su situación.
Puede que seas demasiado posesiva, demasiado celosa o demasiado estricta. ¿Ya no juega ni al fútbol porque piensas que debe estar contigo o con los niños? ¿Te enfadas cada vez que te plantea salir o hacer algo sin ti? ¿Vuestra vida de pareja se ha reducido a estar en casa, en familia o a hacer tareas domésticas? Si el precio por estar contigo es no ser feliz, puede que no le merezca la pena. Habla con él y pensad en la forma de repartir las obligaciones y en la necesidad de que cada uno tenga su propio espacio y cierta libertad respetuosa. Ser más tolerante y abrir un poco tu mente puede salvar tu relación.
¿Palabras mayores?
¿Ya no te acuerdas de los tiempos en los que todo eran palabras bonitas? ¿Os habéis perdido tanto el respeto que los insultos ya son algo normal en vuestras discusiones? No te acostumbres a verlo como algo normal, alguien que te quiere no te puede degradar. Y si eres tú la que lo hace, planteate si de verdad le sigues queriendo. Cuando en una relación se llega a ese punto, es que las cosas están deterioradas. Lo mejor es sentarte a hablar con él sobre el tema y, si decidís que queréis seguir luchando por la relación, buscad un mediador, en este caso, un terapeuta de pareja para que os ayude a volver a trataros con el respeto que os merecéis. Si los insultos los recibes únicamente tú, puede que estés siendo objeto de maltrato psicológico por su parte. En este caso sí, tu relación no va bien, y lo mejor que puedes hacer es dejarle.
¿Ya no salís?
La rutina es el peor enemigo de la pareja, hay que luchar cada día para reinventarse e ilusionarse con nuevos planes. Si tú estás en esta línea pero él siempre hace pereza para salir, ya no le apetece ir a cenar ni de fin de semana y siempre que puede hace planes con otras personas, parece que su interés por ti o por hacerte feliz ha decaído. La causa puede ser el desenamoramiento, en cuyo caso lo mejor es afrontar la situación lo antes posible. También puede que se haya acomodado en la relación y él sea feliz así, pero si tú no lo eres, tienes en tu relación. Habla con él y dile que no estás feliz, tal vez necesite sentir que te puede perder para reaccionar y trabajarse más la relación. Si no es así, tendrás que decidir si puedes conformarte o quieres algo más.
Ya no te cuidas
El abandono físico es uno de los primeros síntomas de desenamoramiento. Cuando la pasión decae y la costumbre se instala en la relación, ya no te importa tanto arreglarte para él ni para ti. Si has cogido algo de peso, has dejado de depilarte con asiduidad, no cuidas tu look en casa y hace tiempo que no te compras ropa interior bonita, puede que seas tú la que ya no tenga interés por tu pareja. Reconocer que te has desenamorado puede ser un proceso duro y difícil, el sentimiento de culpa por hacerle daño a tu pareja puede paralizarte y hacer que te conformes con una relación en la que no seas feliz. Si crees que es tu caso, piensa que a él tampoco le harás feliz si ya no estás enamorada. ¿Sueñas en secreto con volverte a enamorar, con conocer a alguien especial o vivir un affaire apasionado? El diagnóstico está claro: el problema eres tú.
No queréis estas a solas
Cuando algo va mal en una relación la intimidad puede llegar a resultar insoportable. Si él te rehúye en casa, en la cama sospechas que se hace el dormido para no tener sexo, si prefiere salir con amigos a estar a solas contigo y siempre tiene mucho trabajo… la cosa no pinta bien. Y no digamos si rehúye cualquier tipo de conversación sobre el tema e incluso se pone nervioso. Ni siquiera tiene por qué tener una amante, simplemente puede haberse desenamorado y no se atreve a confesártelo. Tienes dos opciones: acostumbrarte a estar sola si no da el paso de plantearte una ruptura, o coger el toro por los cuernos y hablar con él para que te confiese lo que le ocurre.
Rehúye a tu gente
¿De un tiempo a esta parte parece que no quiere hacer planes con tus amigos y evita todo lo que puede a tu familia? ¿Incluso intenta que tú tampoco te relaciones mucho con su entorno? No es un buen síntoma, cuando alguien está enamorado quiere que todo el mundo conozca a su pareja y sepa lo que siente por ella. Si él parece querer hacer todo lo contrario, está evitando que estreches lazos con su gente por lo que pueda pasar o para evitar que tú pienses que la cosa va en serio. Como primera medida, haz tú lo mismo, no le digas nada pero déjale fuera de los planes con tus amigos para ver cómo reacciona. Si parece que le facilita aún más las cosas, pregúntale abiertamente y no dejes que te utilice para tener compañía cuando a él le interese.
Pequeñas mentiras
¿Le has pillado ya algunas mentiras que te han sorprendido? ¿Sospechas que te oculta cosas? No te recomendamos que espíes su móvil ni su cartera, podrías equivocarte y volverte loca de celos sin motivo. Pero sí que te quites la venda de los ojos y estés atenta a las señales. Si sientes que algo no va bien, si hay algo que te hace sentir incómoda y no sabes bien qué es, si sospechas que algo raro ocurre, seguramente tengas razón. No queremos hacerte pensar algo equivocado, pero cuando un hombre miente suele ser porque quiere ocultar a otra mujer o porque no está siendo del todo leal contigo a tus espaldas.
Ya no te cuida
¿Has estado enferma y no se ha preocupado demasiado por ti? ¿Ya no tiene detalles contigo, no te regala cosas, no te va a buscar al trabajo ni hace demasiados esfuerzos por ti? Si tú tampoco te esfuerzas mucho por él, al menos estáis empatados. Pero si tú te sientes demasiado descuidada y desatendida y él no reacciona ante tus demandas, algo está pasando. Por no hablar de lo poco caballeroso que es tu pareja. La única pregunta que debes hacerte es si estás dispuesta a aceptarlo.
Cómo salir de una relación con un narcisista
Los 10 trucos infalibles para llegar al orgasmo
¿Le quieres o solo tienes miedo a estar sola?
Los 8 mejores vibradores que triunfan en Amazon