Según un estudio realizado por la Universidad de Barcelona, las parejas españolas casadas suelen tener una diferencia de edad de unos 3,3 años, frente a los 4 que se dan en los que no han pasado por el altar. Para los expertos, una gran diferencia de edad puede conllevar una descompensación en las vivencias de cada uno. Por ejemplo en el caso de mujeres jóvenes en edad reproductiva y hombres que ya han sido padres o ya no sienten el deseo de serlo. La opinión y prejuicios de familiares y amigos también pueden pesar. Aunque una relación entre una mujer joven y un hombre mayor lleva implícitas ciertas complicaciones, puede funcionar igual que cualquier otra. La clave, como señalan los psicólogos, es que ambos tengan un proyecto de vida en común. También es importante que los dos tengan claro a lo que tendrán que renunciar por estar con la persona que quieren y qué retos tendrán que afrontar.