Antes. Nos veíamos, hablábamos en persona, nos tocábamos, nos seducíamos. Nuestras feromonas eran las encargadas de dictar si había química y la primera impresión contaba mucho. Ahora. Definimos nuestro perfil ideal en las páginas para encontrar pareja, nos escribimos mails y wpp, nos vemos por skype, nos enviamos fotos hot… ¿Qué hacer? Rendirte a la evidencia: la tecnología puede ayudarte a dar el primer paso para conocer a alguien y tener una cita. Pero después pásate al “modo tradicional”: queda en persona, habla en persona y comprueba si “en directo” la química es la misma.