La primera impresión cuenta, y mucho, en cuestión de relaciones, así que al menos no seas tú quien meta la pata en el primer encuentro. Aquí tienes algunas “reglas de estilo” que no debes saltarte si quieres que haya una segunda vez.
Va a salir bien
¡Tienes una cita! Siente la ilusión de que pueda ser algo más y afróntala con esa actitud. Vas a conocer a alguien nuevo así que disfruta del momento y de los “preliminares”: comprarte algo especial, hacerte la manicura, pintarte… Esa sensación de querer estar guapa porque ¡tienes una cita! es única y te hará dar lo mejor de ti misma. No hay nada peor que quedar con alguien gris, pesimista y que ni siquiera se ha esforzado por resultar agradable a la vista.
Sé todoterreno
En una cita, sobre todo con un desconocido, pueden ocurrir muchos imprevistos: que no te guste el restaurante que ha escogido, que su aspecto no sea el que esperabas, que se encuentre con un amigo y se una a vosotros, que tengáis ideas políticas muy diferentes, que te hayas arreglado demasiado para el sitio al que habéis ido… ¡A mal tiempo buena cara! Adaptarte a cada situación con una sonrisa e intentar pasártelo bien te hará ganar muchos puntos frente a él.
No cotillees en las redes
Un 48 por ciento de las mujeres reconoce buscar información en las redes sociales antes de quedar con un hombre. Nuestra recomendación es justo la contraria: es muy fácil que te lleves una impresión equivocada viendo fotos estupendas de sus vacaciones, abrazado a una amiga o a través de los comentarios que hace. Es difícil resistirse, pero te ayudará a no ponerte nerviosa si piensas que es demasiado para ti, o a no predisponerte a que las cosas salgan mal por todo lo contrario. Descúbrele por ti misma y, una vez que lo hayas hecho, podrás contextualizar mejor lo que veas en internet.
Tú eres la elegida
Llegar a tu cita con un buen “subidón” de autoestima te hará tener muchas más posibilidades de triunfar. Así que procura trabajártela antes. Algo que no debes olvidar es que, por muy guapo, atractivo o inteligente que sea, él ha querido quedar contigo, eres la elegida y tienes que creértelo. ¿Lo que más le atraerá de ti? Que te muestres segura de ti misma pero natural. No intentes impresionarle, intenta pasártelo bien. Pero no te pongas una venda en los ojos: si no es como esperabas o después de conocerle más no te gusta, no tienes por qué volver a quedar con él.
No le aburras
No hay nada peor que alguien contándote sus penas y sus problemas en la primera cita. Sobre todo si tienen que ver con sus ex. No se te ocurra hacer lo mismo a ti. Tienes que dejar los problemas en casa si no quieres que salgan huyendo. Para tratar los complejos, las depresiones o las taras están los psicólogos. Si no te sientes preparada para tener una cita o aún estás pasando un duelo, no lo hagas.
El recurso del grupo
Si las citas a solas te ponen muy nerviosa, puedes utilizar el recurso de quedar en grupo. Puede ser una forma divertida de conoceros que te evitará aguantar una cita aburrida o sentirte demasiado presionada o examinada. Si los amigos son en común, mejor que mejor. Si no, puedes proponerle quedar con tu gente y la suya para que nadie se sienta en inferioridad de condiciones. Pero ojo, aunque él no te guste, está prohibido flirtear con sus amigos…
Deja el teléfono
Por muy adicta que seas a las redes sociales, en tu primera cita al menos deja el teléfono en el bolso. Le causarías muy mala impresión si le prestas más atención a tu teléfono que a él, Cuidado también con los selfies. Si aún no le conoces mucho, no publiques fotos con él en las redes sociales, pueden causarte un problema después. Y menos aún subas una foto de un momento más íntimo. Si la cosa no sale bien, siempre estará ahí para recordártelo.
La conversación
Que fluya. Comienza hablando de cosas sencillas: a qué se dedica, cuáles son sus aficiones, si ya conocía el restaurante, si ha hecho algún viaje recientemente… Evita hablar de temas conflictivos, como política, y, absolutamente prohibido, preguntarle por su ex o hablar del tuyo. Para hablar de hijos p planes de futuro también tenéis mucho tiempo, el momento no es precisamente la primera cita. Tampoco le darás buena imagen contando cotilleos o hablando mal de los demás. Y, por supuesto, no mientas. Si quieres que se quede con ganas de saber más de ti, no le cuentes toda tu vida el primer día.
No pierdas el control
Todos sabemos que un poco de alcohol ayuda a relajarse, pero no te pases. Si te emborrachas seguramente acabarás haciendo el ridículo y diciendo cosas de las que te arrepentirás. También es importante ser discreta con la comida (que los nervios no te hagan devorar) y que pidas algo fácil, los espaguetis y las hamburguesas no son la mejor opción…
¿No funciona?
Es posible que por muy simpática y natural que hayas estado, no haya habido feeling entre los dos. No pasa nada, no te lo tomes como algo personal. Y no insistas. Si no te habla de volver a quedar, si parecía aburrido y si no paraba de mirar su móvil, si tenía prisa por irse, si no te ha rozado un hombro o un brazo en ningún momento, olvídalo, no está interesado.
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