Ya no basta con llevar un teléfono inteligente en el bolsillo o un smartwatch en la muñeca. Ahora lo último es colocarse donde te estas imaginando un anillo inteligente capaz de medir varias variables relacionadas con el acto sexual.

Se vende como el 'The Worlds First Smart Condom' pero en realidad no se trata de un condón como tal, sino de un aro que se coloca en la base del pene. En su interior, alberga la tecnología necesaria (sensores, chips…) para recoger todo tipo de información relacionada con el rendimiento amoroso. Sexual, más bien. Y es que el i.Con, según afirman sus fabricantes, puede informar sobre la velocidad (máxima y media) de penetración, la cantidad de éstas, el tiempo total, las calorías quemadas, el número de posturas usadas o la circunferencia del pene. Este conjunto de datos, más allá de ser útiles o no, para lo que van a servir seguro es para frustrar a más de uno. Porque, además, el informe (que se envía por bluetooth a una app) se puede compartir con otros usuarios y ya se sabe que las comparaciones son odiosas.

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Lo que si podría ser una verdadera revolución es otro de los anuncios del fabricante. Al parecer, Aaron Slater, portavoz de British Condoms (la empresa que lo comercializa) ha declarado que también podrá detectar algunas enfermedades de transmisión sexual como la clamidia y la sífilis. Lo que ocurre es que no hemos sido capaces de encontrar una explicación a cómo lo hará y, además, al no tratarse realmente de un preservativo, tampoco podrá evitarlas. Sólo informar.

El i.Con se pondrá a la venta a lo largo de este año a un precio de 59,99 libras, pero ya se admiten reservas online, a través de la página britishcondoms.uk.