Ah, la amistad tóxica. ¿Quién no ha tenido alguna vez en su vida algún personajillo así, manipuladores que solo eran tus colegas por intereses? Para que les hicieras caso, para que les resolvieras sus problemas, para que les llevaras en coche en casa o para que estuvieras a su disposición las 24 horas del día.

Cualquier motivo parece ser bueno para ser tóxico, pero uno único es necesario para decirles adiós: no querer que estas 'amistades' estén en tu vida. Y mira que eres consciente de que te están haciendo daño pero caes una y otra vez en su trampa, no sabes cómo decirles que no.

¿Es descalificador? ¿Psicópata? ¿Chismoso? Hemos escogido cinco tipos de estos personajes para, con ayuda del ya clásico libro de Bernardo Stamateas 'Gente Tóxica' (Ediciones B), trazar un perfil de cada uno de ellos y saber cuáles son sus puntos débiles, para reconocerlos y poder decirles, tranquila y sin complejos, que no.

El descalificador

Cómo reconocerlo

–Se esconde detrás de máscaras; finge ser tu mejor amigo y hasta tu hermano.

–Finge estar interesado en lo que hace, pero solo piensa en cómo sacar provecho de ello.

–Es irónico y sarcástico, para influir negativamente en tu energía.

–Mira tus defectos con lupa para luego utilizarlos.

–Agiganta tus errores y fracasos y minimizará tus logros.

Cómo decirle adiós

1) No le contradigas. No le des lo que necesita, él quiere ser confrontado, así que 'pasa' de batallas.

2) No te enfrentes con él en público. Lo peor que puedes hacer es humillarle delante de la gente. Te lo hará pagar caro. No entres al trapo.

3) Acércate al descalificador. Desencájale. Sé amistoso con él, pero nada de intimidades. Quédate simplemente en la buena educación.

4) Míralo y sonríe. Disuelve la tensión. Es difícil. No caigas en su juego, no cedas a sus golpes bajos.

El psicópata

Cómo reconocerlo

–Muestra una imagen que no tiene, que se inventa.

–No ama a nadie; los otros solo le sirven para conseguir más dinero, o más sexo, o más poder. Aparecerá en tu vida si has tenido éxito; en caso contrario, no le esperes.

–Se ofende por todo lo que le dicen.

–Un día habla bien de una persona, y mañana le pone verde. Pasado, vas a ser tú.

–Adoptan máscaras de espiritualidad y buenrollismo. Dice que hace meditación pero no sabe ni por dónde empezar o lee la Biblia pero desconoce lo que es un versículo.

–Son resentidos y amargados, además de egocéntricos, orgullosos, manipuladores, mentirosos, crueles, agresivos, caprichosos, antisociales... Una joyita, vamos.

Cómo decirle adiós

1) Con indiferencia. No interiorices absolutamente nada de lo que hace.

2) No le des tanta importancia como para llegar a ignorarle. Si le tienes que ignorar es porque ha llegado muy dentro de ti.

3) No le entregues al psicópata lo que es tuyo: información sobre tu vida, tu familia, el resto de tus amigos. Será más fácil cortar la conexión.

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Cuidadito con los amigos que tienes...

El chismoso

Cómo reconocerlo

–Esto es fácil: se pasa el día contando rumores sin fundamento, ahondando en historias que le han contado por 'radio patio' y diciendo que todos ellos vienen 'de buena fuente'.

Cómo decirle adiós

1) No te creas nada de lo que dicen ni sigas comentándolo con esa persona. No intentes entenderlo.

2) Buscar los elementos sin sentido de la narración para darle a entender que 'le has pillado' o que eso no tiene ningún fundamento.

3) Advierte a tu amigo que esos rumores hacen daño a terceras personas y que, si tiene narices, debería contrastar la información con el sujeto del que está hablando.

4) Vete directamente a la fuente original, resuelve el enigma y díselo al chismoso. Mano de santo.

El manipulador

Cómo reconocerlo

–Se sienten grandes y poderosos; todo lo que hacen (trabajo, pareja, hijos, etc) lo hacen bien, parece que lo saben todo. Pero son mentirosos; todas esas maravillosas historietas son simplemente mentira.

–Tienen una doble vida, te dicen una cosa pero en realidad hacen la contraria.

–Harán todo lo posible para que, tras hablar con ellos, sientas malestar y tu autoestima lobotomizada.

–Tienen envidia de ti, de tu éxito, de la gente que te quiere, y por eso va a por ti.

Cómo decirle adiós

1) Conócete muy bien y escucha la voz de tu conciencia. No dejes que te engañe con fantasías.

2) Aprende a decir no, te pedirán mil y un favores para robarte tu energía.

3) No reacciones con ira, porque eso es justo lo que él quiere. Ni tampoco te aísles. Elige tu dignidad antes que la amabilidad.

4) No seas dependiente, no le abras tu corazón a cualquiera. No tienes por qué contarle cosas personales; todo lo que él te ha dicho es mentira y buscaba sacar algo de ti, así que no es necesaria una contraprestación.

El quejoso

Cómo reconocerlo

–Vive constantemente enfadado y todos los problemas que no pueda solucionar los acaba pagando con los demás.

–Lo perciben todo negativamente: "no puedo", "nunca llegaré a hacerlo", "no estoy capacitado para..." son sus frases habituales.

–Practican todo tipo de quejas: la ociosa (la de la gente que no hace nada y para las que cualquier detalle es un drama), la esporádica (esa que surge para ver si el otro nos resuelve un problema); la queja como deporte favorito (la de la gente que se queja por todo) o la viciosa (cuando entras en el bucle de me quejo-me escuchan-el otro no hace nada-me vuelvo a quejar-...).

Cómo decirle adiós

1) No tienes que ponerte de acuerdo ni darle la razón, pero tampoco le contraríes, déjale expresarse libremente.

2) No soluciones sus problemas, ya son mayorcitos y además eso es justo lo que quieren, que les quites el marrón de encima.

3) No te obceques en que entre en razón. No lo va a hacer nunca, y en esa terquedad, te llevará por delante.