Esta vez vamos a empezar por sincerarnos: sí, hacerse mayor fastidia (por no ser más superlativos). Al menos así piensa la mayoría. ¿A quién no le gusta sentirse lleno de energía? ¿Pensando que tiene toda la vida por delante? ¿Con la piel tersa? Es muy difícil encontrar una fórmula que compita con todas estas cuestiones, así que no vamos a tratar de encontrarla: no existe. Eso sí, como nadie puede hacer nada frente al paso del tiempo (no, ni aunque seas una superwoman), será mejor aceptarlo (pero de verdad) y tratar de adoptar una actitud que te haga cumplir años con alegría. Al fin y al cabo, tú vas a ser la más beneficiada.

La precursora en España del coaching antiaging, Carmen Giménez-Cuenca, lo tiene claro: "Lo primero es dejar de preocuparse, ya que nada envejece más que pensar con intensidad que nos hacemos viejos". Sí, si ya lo intuíamos, pero para muchos, como para la directora de belleza de ELLE, no es tarea fácil. "Yo lloré (mucho) cuando cumplí los 40, hace solo unos meses", confiesa María Fernández-Miranda. "Una de mis preguntas recurrentes en muchas de las entrevistas que hago es esta: '¿Te preocupa el paso del tiempo?' La mayoría de las actrices y modelos con las que hablo suele responder que no, que con los años se gana en experiencia. Creo que es una respuesta políticamente correcta y que, en realidad, a todas nos preocupa sumar años", sentencia. Y así es (una por una, y como hemos dicho al principio, no nos vamos a engañar).

En un tanteo de opiniones, el deterioro físico no apetece, pero lo que realmente nos intranquiliza tiene que ver con lo emocional. "Pensar que hay cosas que quizás ya no pueda hacer nunca es lo que realmente me preocupa", dice Álvaro Luengo (37), redactor jefe de ELLE.es. Mira que su puesto de trabajo, rodeado de mujeres trabajando a destajo, es lo que le podría generar cierta ansiedad cada día, pero no: lo que le inquieta es la posible imposibilidad, algo que podría limitar esa aventura en la que quiere que siga consistiendo su vida. Un sentimiento, por cierto, muy generalizado.

"Sueños, metas, objetivos que de una manera o de otra nos hemos prometido a nosotros mismos. Mientras tanto, vamos percibiendo que los años pasan y esas metas no se cumplen. Por ejemplo, la realización de un año sabático, el dar la vuelta al mundo, el subir escalafones en tu vida laboral... Creemos que lo que nos va a faltar siempre es tiempo y entre tanto el tiempo pasa", nos explica acerca de esa actitud Manuel Nevado, doctor en psicología y director de Ahora Centros Psicología.

No podemos controlar el pasar de los años, pero Carmen Giménez-Cuenca se encarga de recordarnos que las cosas han cambiado. "Por lo que observo a diario en mi consulta, a las personas les preocupa mucho la edad porque la siguen relacionando con el envejecimiento. Sin embargo, no es lo mismo la edad cronológica, que son los años que tenemos según la fecha de nacimiento, que la edad biológica que es la edad real que tienen nuestros órganos, nuestra piel, etc. Hay personas que tienen 60 años de edad cronológica y sin embargo biológicamente son mucho más jóvenes, llegando incluso a tener sólo 40 años biológicos, según se puede comprobar con analíticas antiaging", defiende.

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Esto abre una luz al final de nuestro túnel: a los 60 puedes ser todo una jovenzuela, y no lo digo yo, lo dice la ciencia. "Habrá tiempo para sabáticos a cualquier edad. De hecho por mi consulta pasan personas de 40, 50 y 60 que se toman un tiempo para viajar, para aprender o para cambiar de profesión. Eso las revitaliza y las enriquece personal y profesionalmente", añade Giménez-Cuenca. Estamos ante una transformación importante en la sociedad que nos favorece, un cambio de mentalidad que permite situar en el number 1 de la reputada lista The People a Sandra Bullock (50 años) como la mujer más guapa del mundo. "Puedo decirte que el envejecimiento tal y como lo conocemos hoy habrá terminado antes de 25 años, y será sustituido por el de 'longevidad'", puntualiza la experta. Eso sí, ante este cambio de paradigma, toca seguir poniendo de nuestra parte, cuidando "el cuerpo, la mente y las emociones", añade.

Aprender a controlar el estrés, desarrollar la confianza y autoestima, practicar deporte, meditar, alimentarse bien o plantearte objetivos realistas y ser capaz de mirar hacia dentro y valorar "la obra de arte que has ido creando" son algunos de los tips a seguir con los que ambos expertos coinciden. "Si de verdad quieres envejecer bien, duerme bien, respira bien, come bien y ama bien", destaca Manuel Nevado. "Se trata de amar lo que haces y disfrutar de esta maravillosa aventura evolutiva que es la vida", dice la especialista antiaging. Nuestra directora de belleza, María Fernández-Miranda, además de entristecerse con la entrada a los 40, también sabe agradecer la longevidad. "Claro que cumplir años tiene una parte positiva: es verdad que ganas en experiencia y, sobre todo, que eres mucho más tolerante contigo misma, sobre todo en lo que se refiere a los defectos físicos. Estoy de acuerdo con esto que me dijo Kate Winslet hace algo más de un año: 'Cuanto mayor me hago, más tengo los pies en el suelo. Me preocupo menos por las cosas y ya no pierdo el tiempo pensando en mi cara o en mi físico en general'", comparte.

Antes de terminar, llegamos a lo que para mí, es el quid de la cuestión. Y me la da una conversación con Elvira Rigal (54), la mayor dentro del equipo ELLE, jefa de producción y con una vitalidad casi insultante. "Ay, ¡a mí no me preocupa en absoluto cumplir años! Yo soy de esas que lo celebra por todo lo alto y todas esas cosas. Lo llevo bien, supongo también porque mi salud es estupenda -y toca madera-. Pero sí, te tengo que decir que hay una cosa que no me gusta nada, y es el pensar '¿Y ya está? ¿Esto es todo?' El tiempo pasa tan deprisa... A los 20 te parece que tienes tiempo de todo, ¿no? Pues prepárate, porque a partir de los 30, no te vas ni a enterar", habla rotunda (y yo, a punto de pasar ese umbral, la escucho en mi silla casi sin pestañear).

Poca gente en la redacción se atreve a llevar la contraria a Elvira, y yo no voy a ser menos. ¿Conclusión? Aprovecha, ríe, cuídate, vive el momento, no te angusties por adelantado, deja que las cosas fluyan y exprime cada una de las oportunidades que se te pongan por delante. Sí, son los típicos consejos aderezados con una buena dosis de optimismo que todos conocemos (y que incluso a veces conseguimos llevar a cabo), pero que no nos quitan los años de encima. Es lo que hay, y te guste o no, solo hay una cosa cierta: todo esto que puede ser tan bonito, un día se acaba. Así que hazlo bonito.