Que el tema de la infidelidad es un caso aún por resolver y con demasiados juicios encima, es un hecho. Hay quienes consideran un beso extra-conyugal como un sacrilegio, mientras que otros (cada vez más), se muestran más dispuestos a matizar. Antes del veredicto, estudiemos estos 9 casos.

1. ¿Somos infieles por naturaleza? Ya lo dijo el científico Pere Estupinya en un artículo muy viral de El País: una cosa es la monogamia social y otra muy diferente la monogamia sexual. "Monogamia no es equivalente a fidelidad. La monogamia social (formar parejas estables) existe en muchas especies animales, pero la monogamia sexual (fidelidad) es extrañísima en la naturaleza", sentenciaba el químico. Es decir, en el 'Libro de la Selva', y bajo sus leyes, probablemente todos caeríamos alguna vez en las redes de la infidelidad.

Es muy difícil encontrar estudios que nos den cifras que arrojen luz sobre este tema. Ante tal barrera, hago (mentalmente) un repaso sobre 10 parejas que viven actualmente dentro de mi entorno (entre los 25 y 40 años, y todos ellos con una relación superior a dos años). Sorprendentemente, me doy cuenta de que en cinco de ellas hay infidelidad de por medio, y solo en una de ellas se ha hablado de dicha infidelidad (otro dato importante que cubriremos más abajo). Es decir, basándonos en esta mini-muestra (puedes hacer la tuya), el 50% de las parejas son infieles (un dato que extraigo sin investigar a fondo, porque con total seguridad, desconoceré algún secreto de esas parejas amigas). Nuestra experta Silvia Olmedo, explica que "la mayoría alguna vez vamos a sentir atracción por otras personas aunque tengamos pareja, ya que el deseo está. La clave está en que si queremos podemos controlar esos deseos", cuenta.

2. ¿Se debe perdonar, y de qué depende? He ahí el quid de la cuestión, y el punto más complicado de todo el proceso. Resumiendo (y mucho), hay que distinguir entre dos tipos de infidelidad: aquella contingencial, que es un error "causado por un calentamiento global", como señala nuestra especialista, y la infidelidad calculada, en la que existe un vínculo emocional. Además, otro punto clave es definir qué es infidelidad en la pareja, y dejarlo claro desde el primer momento en el que se inicia una relación. Una vez aclarado, se trata de ser honrado a ese "acuerdo" que tú has llegado con tu cómplice. Si estas reglas del juego se ven ofendidas, los factores a tener en cuenta para saber si perdonas o te largas, son muy variados. Si te ves metido en este escenario, deberás hacer un ejercicio personal fuerte y "tomarte tu tiempo", según nos cuenta Olmedo. Además, te lanzamos varias preguntas para la reflexión basándonos en su teoría y que seguro, te resultarían muy útiles: ¿Ha sido algo puntual, o de forma repetida? ¿Con quién ha sido, con alguien desconocido, o alguien con el que hay un vincula emocional que va mucho más allá? ¿Los has pillado infraganti, te lo han contando, o te lo ha confesado tu pareja? ¿Cuánto amas a tu pareja? ¿Ha sido fruto de un calentón o una infidelidad premeditada, calculada? ¿Cuál es tu capacidad de perdonar (de verdad)?

Y si no te queda lo suficientemente claro, el libro Los Misterios del Amor y el Sexo (Silvia Olmedo), incluye un esquema muy claro y conciso sobre los campos principales a tener en cuenta antes de decidir si perdonas, o te largas:

Leg, Human body, Human leg, Joint, Knee, Elbow, Goggles, Thigh, Black hair, Waist, pinterest

3. ¿Es verdad que el hombre tiende a ser más infiel que la mujer? Una pregunta con matices machistas pero que indiscutiblemente, está extendida en nuestra sociedad. Realmente parece que la respuesta es sí, pero atenta al por qué. "El hombre tiende a ser más infiel porque tiene menos que perder socialmente, una mujer podía perder a sus hijos, ser abandonada (sin poder mantenerse económicamente), etc. La mujer tiende a pensárselo más, pero por todos estos factores sociales", señala Silvia. Es decir, que por ganas no es. Otro punto a tener en cuenta es que estudios científicos afirman que "sí es cierto que el hombre piensa más frecuentemente en sexo que la mujer", afirman, pero en contrapartida, y según Silvia, "también es verdad que si una mujer tiene deseos sexuales tiene más fácil encontrar a alguien para satisfacerlo". La tendencia, sin duda, está haciendo que el porcentaje de mujeres infieles y hombres se iguale: según un estudio del equipo de Silvia Olmedo, entre 1.000 internautas encuestados, el 40% de los hombres afirmó que había sido alguna vez infiel, frente al 25% de las mujeres. Y un apunte más: los estudios más recientes relacionan el origen del ser humano con los 'bonobos' (una especie de chimpancé). La hembra, curiosamente, es un ser muy sexual y muy promiscuo. Ahí lo dejamos.

4. ¿Si alguien es infiel, es seguro que lo volverá a ser?Según Olmedo, rotundamente no. Volvemos al tema de los dos tipos de infieles: los seriales y los que se pueden considerar un error. "Hay mucha gente que dice que no va a perdonar porque se lo van a volver a hacer. Si no puedes perdonar vas a ser una persona amargada porque perdón, la gran mayoría de nosotros, si llevamos 30 años con una pareja, los cuernos los llevamos puestos". Crucificar a alguien porque una vez se acostó con otra persona, puede convertirse en un tremendo error.

5. ¿Una infidelidad puede fortalecer una relación? Sí, "pero siempre hace falta tiempo", dice Silvia. No todas las infidelidades terminan con una pareja, "hay casos en los que se puede volver más fuerte", afirma. Pero ojo, no tientes a la suerte, porque el proceso no es sencillo. Lo primero, será mucho más fácil conseguir esto en las infidelidades que pueden catalogarse como "error" (y no las que hay un vínculo emocional). Después, hay que darse ese break para asumirlo, tener la verdadera capacidad de perdonar y sobre todo, de aprender (juntos) de los errores. "Aunque a veces no haya consecuencias muy graves tras la infidelidad si tú no sabes perdonar, es imposible, porque la memoria histórica es muy histérica", resalta Olmedo. Fortalecer una relación a golpe de 'cuernos' es posible, pero no frecuente.

6. Si alguna vez todos seríamos infiel, ¿por qué no hacerlo?Porque no debes hacer a tu pareja lo que no te gustaría que te hiciera, así de sencillo (contando que ese es tu caso, porque sin profundizar en el tema, ya hemos señalado al inicio que se trata de hablar y establecer un 'tratado' con tu pareja, el cual puede ser libre). "Todos vamos a tener tentaciones estando en pareja, y si no das el paso, es por no hacer aquello que no nos gustaría que nos hicieran. Por el sufrimiento de yo pensar que mi pareja va a estar con otro, es tan grande que no lo voy a hacer. Punto. Nada más que por eso", sentencia Silvia. ¿La prueba del algodón? "La mayoría de nosotros tenemos fantasías sexuales pensando en otras personas", añade.

7. ¿Qué característica 'mágica' diferencia entonces a las personas fieles, de las infieles?Hay personas que tienden a ser más infieles porque no conocen sus detonantes de la infidelidad. Es decir, y tal y como ejemplifica nuestra experta, "si yo soy diabético, no voy a añadir azúcar en mi bebida porque me va a sentar mal". En este sentido, si eres una persona que cuando bebe cambia, bebe menos. O si reñir con tu pareja te empuja a lanzarte a buscar el cariño de otro, trata de arreglarlo antes con su compañero/a. Una de las mayores diferencias entre el fiel y el infiel es básicamente este conocimiento y control sobre sí mismo.

8. ¿Las nuevas tecnologías nos hacen más infieles?Es uno de los motores principales que nos empujan a serlo. De nuevo, es difícil encontrar cifras que nos muestren la realidad, pero todos conocemos las facilidades de herramientas como las redes sociales o Whatsapp para comenzar a filtrear. Y no solo esto: cada vez son más las webs de citas dirigidas directamente a gente comprometida que busca una aventura de forma confidencial. Muy criticadas, pero también muy usadas, según apunta Alicia Gallotti, portavoz en nuestro país de una de estos portales más populares, Victoriamilan.es.

9. Dicen que fue el hombre quien inventó la fidelidad… ¿Es cierto?Una pregunta que nos traslada a la historia evolutiva del ser humano, intrínsicamente ligada con el tema de la fidelidad. Efectivamente, fue el varón quien inventó esta historia: "Si controlaba a su mujer se aseguraba que los hijos que tenían eran suyos. Si la mujer era infiel, podría quedar embarazada y el hombre podría acabar cuidando unos hijos que no son los suyos", nos cuenta Silvia Olmedo. Así de sencillo: para entender el origen de todo, nos tenemos que ir casi a la era de las cuevas.

La realidad es que parece que nadie queremos vernos inmersos en un tema de 'cuernos', pero la mayoría lo hemos estado o lo estaremos, así que lo mejor será que comencemos a hablarlo con más naturalidad. Si alguna vez te encuentras en la tesitura, la comunicación y la sinceridad con tu pareja son claves para poder llegar a un entendimiento. Cuano el asunto se pone muy negro es cuando ya no es solo una cuestión de infidelidad, sino que hay un sufrimiento psicológico detrás. Es ahí cuando los "cuernos" se convierten en un problema con el que cortar de raíz ya que atañen con la seguridad de la otra persona, y atacan a la regla número 1 en una relación: el respeto. Así que todo depende mucho de las repercusiones que tenga una infidelidad, y de lo que para uno es o no es infidelidad (algo que debe estar claro en ese 'acuerdo' de pareja que hemos dicho hay que fijar desde los comienzos). Y recuerda: que te hayan sido alguna vez infiel no significa que te quieran menos, ni tampoco el hecho de que te hayan guardado siempre fidelidad es sinónimo de que a ti te quieren más.