1. Respira

Cuando te sientas abrumada por tu lista de tareas o el número infinito de 'emails' sin leer, tómate un respiro–literalmente–. La técnica de respiración del 4-7-8 es una forma natural de calmar tu sistema nervioso y te permitirá ver resultados al momento. Simplemente inhala a través de la nariz contando hasta cuatro, contén la respiración hasta que cuentes siete y suelta el aire a la cuenta de ocho. Calma instantánea.

2. Tómate un descanso de la pantalla

Cuando haces una pausa en el trabajo, ¿entras automáticamente en Twitter, Facebook o tu blog favorito? Error… Mantente alejada de la pantalla, no solo es malo para tu vista sino que contribuirás a que se te resequen los ojos, ya que al mirar al ordenador se parpadea menos.

Cada 15 minutos, desvía la mirada de la pantalla y dirígela hacia un punto alejado. Solo necesitas hacerlo momentáneamente para obtener beneficios instantáneos. Además, asegúrate de levantarse del escritorio al menos una vez cada 30-60 minutos.

3. Bebe una taza de café

Buenas noticias: está demostrado que el café es bueno para ti. Uno de sus numerosos beneficios se descubrió el año pasado, cuando una investigación de la Universidad de Harvard descubrió que las mujeres que tomaban 4 o más tazas de café al día disminuían su riesgo de sufrir depresión.

Este beneficio tiene efecto a largo plazo pero, de cualquier modo, el café es uno de los mayores levantadores de ánimo del mundo. Si el café te hace feliz (y es muy probable que así sea), no dudes en dar un sorbo a tu taza y sonreír.

4. Trabaja en tandas de 90 minutos

Hay una razón que explica por qué pasas demasiado tiempo procrastinando en el trabajo. Tu cerebro sólo puede concentrarse en una tarea durante un tiempo determinado, concretamente 90 minutos antes de necesitar un descanso. Si te resistes a hacerlo, acabarás siendo menos productiva. Conociendo los horarios de trabajo habituales, es fácil no tener la regla de los 90 minutos en cuenta, lo que se conoce como ritmo ultradiano.

Utiliza estos períodos de 90 minutos para exprimir al máximo tu jornada. Pon una alarma en tu teléfono para avisarte cuando se cumpla el ciclo y trabaja ininterrumpidamente hasta que lo haga (salvo por los descansos para mirar fuera de la pantalla). Después, tómate 20 o 30 minutos de descanso productivo y repite el ciclo. Serás más feliz y productiva.

5. Toma el sol

Los trabajadores que están expuestos a la luz del día disfrutan de una mayor calidad de vida que los que están recluidos en cubículos iluminados por luz artificial. Un paseo a la hora de comer puede ser una buena solución pero, si no puedes escaparte, al menos levántate de tu sitio y tómate un descanso frente a una ventana luminosa.

6. Haz cinco minutos de yoga

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Esta corta secuencia, cortesía de la gurú del yoga Adriene Mishler, estirará y relajará tus músculos del cuello y la espalda. Y todo desde el confort de tu propia silla de escritorio.

7. Come chocolate

Sí, no es una broma. Un reciente estudio suizo ha descubierto que el chocolate es un auténtico reductor del estrés. Según esta investigación, comer 1,4 onzas de chocolate negro cada día durante un período de 2 semanas reduce los niveles de estrés en personas que sufren de este problema. Pero recuerda: debe ser chocolate con al menos un 70% de cacao, así que no lo uses como excusa para atacar la máquina de las chocolatinas.