Hoy se cumplen exactamente 416 días del comienzo de la aventura de Antonio y Cristina. Llevan exactamente 416 días dando la vuelta al mundo. Mientras escribo estas líneas, recorren Myanmar, el 18º país que visitan en una expedición que nos da mucha envidia porque, además del viajazo que supone, están viviendo de ello. Vamos, que se puede trabajar, viajar y ganar dinero al mismo tiempo.

Ambos crearon hace un par de años Inteligencia Viajera, un blog de viajes que también es a la vez una 'startup' en la que dan todo tipo de consejos prácticos a quien quiera emprender camino con dos duros (y pocas cosas en la mochila), además de ofrecer formación y cursos a todos aquellos que quieran rentabilizar su blog. Y es que, precisamente, el blog es la clave para que Antonio y Cristina puedan llevar ¡casi 14 meses! dando la vuelta al mundo.

En marzo, han facturado más de 17.000 euros con el blog. Los informes mensuales de sus cuentas son totalmente públicos, y en ellos podemos ver que el origen de estas ganancias proceden de la venta de infoproductos (libros y guías), servicios (auditoría de otros blogs o 'mentoring 1 to 1') y afiliación (comisiones que se llevan por publicitar productos en el blog).

Todo esto lo pueden hacer a distancia, sin más necesidad que una mochila de 50 litros en la que hay hueco para documentos, saco de dormir, la ropa básica, un neceser, un botiquín y en la que nunca, nunca (o casi nunca, salvo aquella vez que recorrieron parte de los Himalayas y prescindieron de ellos por el peso) faltan los portátiles, con los que gestionan su blog y escriben los contenidos.

"Hemos desarrollado una vida intensamente minimalista. Yo vivo con menos de 60 cosas y Cris con menos de 80. Todo lo llevamos en dos mochilas de 50 y 40 litros respectivamente, y a medida que pasan los días necesitamos menos. De hecho, hemos regalado y tirado ciertos objetos con los que comenzamos a viajar y ya no precisamos. Es como una preocupación menos en la cabeza. Aprender a desapegarte de todo y de todos, ha sido la mejor experiencia de este viaje", explica Antonio.

Y nos los explica desde Buenos Aires, donde ha podido encontrar un wi-fi decente, porque tener internet por el planeta no es de lo más fácil...

Money, money, money

La primera pregunta que se nos viene a todos a la cabeza tiene que ver, claro está, con el dinero. Ya sabemos que ellos lo obtienen del blog, pero, según Antonio, no es necesario tener el bolsillo bien lleno para emprender una aventura semejante: "Lo único que necesitas es querer hacerlo. Para viajar sin fecha de regreso tienes tres opciones: ganar dinero mientras viajas, gastar lo menos posible o, incluso, viajar sin dinero. Y nunca perdiendo de vista ese materialismo material".

Además del dinero, otro de los factores que nos impiden a los demás embarcarnos en una aventura similar es el trabajo. Pero el bloguero tiene claro que la vida 'estrictamente laboral' no era lo suyo. Se licenció en Arquitectura, pero "en la universidad me prepararon para un mundo que ya no existía. La era industrial ha dejado pasado a la era de la información y no hay vuelta atrás. El 80% de los trabajos que conocía iban a dejar de existir en los próximos 15 o 20 años, entonces, ¿por qué no buscar algo que realmente me apasionara?".

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En Karahayit (Turquía), probando sus \'tratamientos de belleza\

El tercer factor por el que se me ocurrió preguntarles fue por el 'establishment' social. Véase: tener hijos y asentarse. Son jóvenes a sus 29 años, pero la respuesta es contundente. "Los dos lo tenemos muy claro: El 99% de las personas tienen hijos porque todos los tienen. Muy pocos reflexionan previamente sobre conceptos como la sobrepoblación mundial, la educación retrógrada y desfasada en la que crecemos o los millones de niños huérfanos que hay en el mundo". Han apadrinado a una niña en la India con la Fundación Vicente Ferrer, pero admiten que no es el momento de ser padres, y menos aún envueltos en este gran sueño.

¿Y la familia? Quizás sea el hueso más duro de roer. Antonio reconoce que le ha costado convencer de que sus padres fueran a Tailandia a celebrar sus cumpleaños, mientras que Cristina todavía tiene ciertos problemas con los suyos. Y siempre que pueden coincidir con algún amigo en la ruta, lo hacen, para mantener su vida social. ¡Ojo! Y reconocen que en el tiempo que llevan dando la vuelta al mundo, no han tenido discusiones de pareja graves. ¿Será mejor solución que una terapia?

'The Greatest Hits'

En esta vuelta al mundo, no hay nada planeado. Si un país gusta, se quedan; si no, pues se van a los días. India ha batido el récord; allí han pasado más de tres meses. Pero si tuvieran que elegir el que más les ha sorprendido, sería Sri Lanka ("es como estar constantemente en un safari, nunca hemos visto tantos animales libres por cualquier lado"), pero si se quedaran a vivir en alguno, sería Grecia (por las playas), Turquía ("por la comida") y, cómo no, India, ("por la combinación de ambas, además de lo barato que es vivir allí").

Recuerdan con especial cariño aquella vez en la que, perdidos por Pristina (Kosovo), un albano-kosovar les preguntó que si necesitábamos ayuda. "A los pocos minutos ya habíamos quedado para el día siguiente y, durante los siguientes días, nos llevó en su coche y con su familia a todos los lugares de Kosovo que conocía. Lo hizo porque, según nos dijo, 'no sé por qué a los españoles no les gusta mi país. Voy a enseñarte lo mejor que tenemos, así luego puedes ir a contárselo'. España es uno de los pocos países de la Unión Europea que no reconoce a Kosovo como nación".

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En Dagoba Abuayagiri (Sri Lanka).

No tienen miedo a nada, solo procuran no entrar ahora en países con conflictos armados importantes y, cuando vuelvan a nuestro país, ya tienen pensado qué van a hacer: "Daremos la vuelta a España, sería una muy buena experiencia para conocer más nuestras raíces", aseveran.

¿Morriña? No, gracias?

Hay mucha gente a la que les entra morriña cuando viaja, pero parece que no es el caso de nuestros protagonistas. "Aunque unas cervezas con los amigos o unas tapas con la familia sería un elemento genial a incorporar en la vuelta al mundo", señalan. Y es que ellos, que se definen como nómadas digitales, solo hay una cosa que echen de menos (algo más a ella): tener unas vacaciones 100% reales sin tener que trabajar. Y no, nunca se han planteado abandonar la vuelta al mundo, de hecho "le quedan aún muchos años", aseguran.

Parece que no todos podemos tener ese empuje. ¿O no es así? "Nos paralizamos por el miedo a equivocarnos. Nos educan para tener miedo al fracaso, pero el fracaso o el error como tal no existen, tan solo son aprendizajes. Es más, cada pequeño derrumbe es un paso más hacia el éxito. Quien no arriesga, no gana", opina Antonio.

Vale, chicos, voy a intentarlo. Dadme por favor un consejo. Necesito salir de la zona de confort. "Las tres cosas de las que todas las personas se arrepienten justo antes de morir son: Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida siendo fiel a mis sueños, no a la vida que otros esperaban de mí; desearía no haber trabajo tan duro; ojalá hubiera sido capaz de expresar mis sentimientos. Yo me niego a arrepentirme algún día de esas tres cosas".

Y yo, lo confieso, también.