Importa la pose, el bikini/bañador, la compañía... y, cómo no, el entorno. Lo habrás notado, los likes en Instagram se multiplican si buscas la mejor localización para retratarte en tus vacaciones. Un amanecer en El Hierro o un anochecer en Asturias son, ya de por sí, buenos momentos para compartir con tus contactos pero si además buscas un arco de roca de fondo, te vas a salir. Te decimos dónde están los más espectaculares de España y empezamos por Murcia.

Cabo Tiñoso, en Cartagena (Murcia)

El espacio natural de la Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán es uno de los tesoros mejor escondidos del Mediterráneo. Un paraíso ideal para los amantes del snorkel o el submarinismo donde encontramos nuestro primer arco de roca, ¿te imaginas bucear por debajo de él?

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Portizuelo, en Valdés (Asturias)

Según la fotografías que tomes se puede ver una máscara (concretamente la de Saurón de 'El Señor de los Anillos') y es que la playa de Portizuelo atrae a cientos de turistas y aficionados a la fotografía por su singularidad. También era la playa preferida del Nobel Severo Ochoa, así que seguro que el selfie te queda de premio.

Gaztelugatxe, en Bermeo (Vizcaya)

Uno de los paisajes más conocidos del litoral vasco, el espectacular islote de Gaztelugatxe con su encantadora ermita de San Juan (s.X) en lo alto. Un lugar espectacular para casarse o para visitar este verano sin el traje de novia pero armada con tu mejor sonrisa para hacerte una y mil fotos con los arcos de la isla de fondo.

Playa Cuevas del Mar, en Llanes (Asturias)

Nos unimos al plan de @rosasturias y nos vamos a hacer yoga bien temprano a la plata de Cuevas del Mar, un lugar extraordinario para saludar al sol o hacer la cobra... para acabar con un chapuzón en las refrescantes aguas del Cantábrico.

Playa de Las Catedrales, en Ribadeo (Lugo)

Si hay una playa conocida en la costa gallega esa es la de As Catedrais, una de las mejores del mundo y llena de arcos de roca donde darnos uno y mil besos con nuestro compañero de aventura.

Cala d'Albarca , en Ibiza

No parece Ibiza pero lo es. El norte de la isla blanca es mucho más agreste y salvaje, menos turístico, pero igual de bonito gracias a sitios como Cala d'Albarca y su conocido puente de piedra, reclamo más que interesante para reservarte un día de tus vacaciones e ir a hacerte una foto encima de él.

La Puerta del Mar, en Piélagos (Cantabria)

Nos encontramos en la Costa Quebrada, en los espectaculares Urros de Liencres, donde las olas pegan con fuerza y forman formas tan espectaculares como la Puerta del Mar... pero también las destruye. En los últimos quince años han sido muchas las formaciones (La Horadada, el Puente del Diablo o el Arco de Covachos) que han desaparecido, así que mejor ir este verano para conseguir la mejor foto.

Roca Foradada, en Torroella de Montgrí (Gerona)

Porque no es lo mismo contarlo que vivirlo, os dejamos este impresionante vídeo bajo la Roca Foradada...

Es Pontàs, en Santanyí (Mallorca)

@girl_going_global nos acerca a Es Pontàs, una de las postales más típicas de Mallorca. Puedes posar con él o intentar escalarlo, aunque no es apto para aficionados.

Charco Manso, en El Hierro

Un espectacular amanecer desde las Islas Canarias, con el arco de Charco Manso enmarcando el horizonte. Nos encanta la simbología de este arco, "el abrazo de dos elefantes"... ¿lo veis?

Castro de las Gaviotas, en Llanes (Asturias)

Está claro que si queremos arcos de roca espectaculares tenemos que ir a la costa cantábrica, porque las fotos de Instagram no pueden ser más esclarecedoras. Nos dirigiremos a la Playa de La Huelga, en la desembocadura del río Cecilio, para ver esta formación rocosa que parece que flota sobre el mar. Espectacular.

Peña Horadada, en Ajuy (Fuerteventura)

Entre el cielo y el suelo (volcánico) hay algo, con tendencia a quedarse hueco... como el arco de Peña Horadada, en el pueblo majorero de Ajuy. No dejes de visitar sus cuevas naturales y recorrer el Parque Rural de Betancuria, paisajes de otro planeta.

Pont d'en Gil, en Ciudadela (Menorca)

Más que un arco es un agujero, un capricho del mar Mediterráneo que sirve para las estampas más románticas. Se puede acceder a pie o en bicicleta, por el Camí de Cavalls, aunque lo más espectacular es alquilar una pequeña barca y verlo desde el mar.