Cada estación es distinta en el Parque Natural de Doñana. Vivo y cambiante, este espacio –más de 100.000 hectáreas– de gran valor ecológico tiene vida propia. En la época estival, la marisma se convierte en un secarral de arcilla en el que verás buitres que bajan a alimentarse, zorros, ciervos… y las cigüeñas que vuelven de África. A finales de junio, la tortuga mora aprovecha para esconderse bajo el frescor de la arena.

Visitas guiadas en 4X4

Explora el parque por alguno de sus muchos recorridos, pero debido a su nivel de protección, las visitas por el interior son guiadas en vehículo 4x4. Te recomendamos la empresa Cooperativa Marismas del Rocío (Tel. 959 43 04 32 y www.donanavisitas.es), la única con acceso a todos los ecosistemas y con una ruta en profundidad de cuatro horas, desde 27 euros. Los recorridos salen desde el Centro de Interpretación de El Acebuche.

A lomos de un caballo

Recorrer el parque a lomos de un equino, aunque no sepas montar, es toda una experiencia de belleza y unión con la naturaleza. Los centros hípicos de la zona realizan rutas a caballo por el parque. Por ejemplo, por las dunas del Asperillo, el único ecosistema de dunas fijas de Doñana. Apúntate con el Club Hípico El Pasodoble (Parque Dunar. Matalascañas. Tel. 959 44 82 41).

Y para terminar, un homenaje

Si te gusta el marisco, estás en el lugar de tu vida. Aires de Doñana (Avda. de la Canaliega, 1), en la localidad de El Rocío, es un restaurante donde poder comer algunas de las mejores recetas marineras de la zona. Entre sus especialidades se encuentran el lenguado relleno de langostinos, el ragout de mostrenca, los langostinos de trasmallo o los platos de corvina. Desde 15 euros. (Tel. 959 44 22 89 y www.airesdedonana.com).