Unos albergan hoteles y otros museos y recintos históricos que permiten conocer el pasado milenario de las construcciones defensivas, desde la reconquista. España es un país excepcional para los amantes de los castillos, gracias a su variedad estructural, artística y cronológica.

Joyas arquitectónicas

La agencia on-line Rumbo ha diseñado un recorrido por las fortificaciones más emblemáticas, con alojamiento desde 50 euros. Comenzando por el sur, destacamos el de Guzmán el Bueno, en Tarifa, Cádiz. Lo hizo construir Abderramán III en 960 y es una fortificación califal de inspiración bizantina. Su ubicación junto al mar favorecía su función defensiva y otorga unas vistas fantásticas del Estrecho.

También de origen árabe es el castillo de Almodóvar del Río, en Córdoba, uno de los mejores ejemplos medievales, reconstruido en 1900 con iniciativa privada, que fue escenario del nombramiento de caballeros por Pedro I el Cruel. Ya en Jaén, admiramos el de Santa Catalina, levantado en 1624 por orden del rey Felipe IV y hoy convertido en Bien de Interés Cultural. Y en Guadalajara, el imponente ejemplo de Sigüenza, también de la Edad Media con cimientos musulmanes.

El castillo de La Mota de Medina del Campo, en Valladolid, asentado sobre las ruinas de una muralla del siglo XII fue sede real de los Trastámara, donde vivio y murió Isabel la Católica.
Completan el recorrido Olite, en Navarra, uno de los góticos más importantes; el de Bellver, en Palma de Mallorca, residencia de Jaime II, y el de Perelada en Girona, sede del Festival Internacional de Música en agosto.