Descompensación horaria, disritmia circadiana, síndrome de los husos horarios o simplemente 'jet lag'. Este problema recibe muchos nombres y surge cuando realizamos un viaje en avión de muchas horas que implica un cambio muy rápido de franjas horarias.

Nuestro organismo se rige por un reloj interno que nos marca cuándo llega la hora de dormir o comer, y habitualmente lo hacemos todo sobre la misma hora. Por tanto, cuando viajamos y cambiamos de huso horario, el organismo debe readaptarse a los nuevos horarios y aparece el 'jet lag'. Aunque a día de hoy existen numerosas mascarillas con efecto buena cara que nos pueden ayudar, lo cierto es que los síntomas que provoca esta descompensación horaria van mucho más allá del aspecto físico.

¿Cuáles son los síntomas del 'jet lag'?

El síntoma más conocido y habitual llega a la hora de dormir, ya que el 'jet lag' nos puede causar trastornos del sueño como insomnio, despertarnos muy temprano o somnolencia excesiva; pero también se pueden dar otros como el cansancio extremo y, por tanto, dificultad para mantenerse alerta, problemas gastrointestinales, sensación de malestar general, cambios de humor, ansiedad, dolor de cabeza - no te pierdas estos consejos para evitar las migrañas - o falta de apetito.

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Aunque el también conocido como 'mal del viajero' es un trastorno temporal, lo cierto es que puede afectar significativamente a la comodidad y el disfrute del viaje si estamos de vacaciones, o a nuestra capacidad de rendimiento si viajamos por motivos de trabajo.

¿Cuánto tiempo necesitamos para recuperarnos del 'jet lag'?

Los expertos avisan de que los síntomas que ocurren como consecuencia de este desfase horario se producen, normalmente, durante los dos primeros días del viaje, si se han atravesado al menos dos zonas horarias. Cuantas más se crucen, más se pueden dilatar en el tiempo estos síntomas, sobre todo si se viaja en dirección Este. Por lo general, se tarda un día en recuperarse por cada zona horaria que crucemos. Por tanto, si estas pensando en viajar a Bangkok, Tailandia, por ejemplo, los siguientes consejos te interesan.

Una vez conocida la causa y las principales consecuencias del 'jet lag', tenemos una mala y una buena noticia que darte. La mala es que no existe ningún remedio milagroso que lo evite. La buena noticia es que sí existen algunas pautas recomendadas que, de seguirlas, nos pueden ser muy útiles a la hora de paliar este síndrome.

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Cómo superar el 'jet lag': consejos útiles para vencer el mal del viajero

Antes de viajar

Duerme todo lo que puedas antes de coger el avión - estos trucos para dormir mejor pueden ayuadrte - e intenta adaptarte a los nuevos horarios de la zona que viajes con un poco de antelación. Una dieta sana y algo de ejercicio también son de gran ayuda.

Si viajas por trabajo y tienes que asistir a una reunión importante en la que tengas que mostrar tu mejor versión, lo ideal sería llegar al destino un par de días antes para que puedas adaptarte previamente al cambio horario.

Durante el vuelo

Dormir en el avión es el mejor consejo, sobre todo si, durante el vuelo, es de noche en tu destino, y para que sea menos difícil lo más recomendable es llevar ropa cómoda y ayudarse con tapones para los odios o un antifaz. Además, procura mantenerte hidratada en todo momento. Como sabemos, el agua es necesaria para mantener todas las funciones del organismo en marcha, incluida la producción de energía. Por tanto, entre los beneficios de beber mucho agua se encuentra el de evitar la sensación de fatiga. Como el ambiente en los aviones suele ser muy seco, la deshidratación puede facilitar el 'jet lag'. Eso sí, evita por completo la cafeína y las bebidas alcohólicas. Por último, procura mover las articulaciones o dar paseos en el avión para facilitar la circulación sanguínea.

En el destino

Una vez que termine el vuelo, lo más importante es que te adaptes cuanto antes al horario de la zona y para eso es necesario hacer las actividades como si fuera un día normal, a pesar del cansancio, siguiendo los horarios del lugar de destino.

Evita las siestas todo lo que puedas, y si caes, que no supere las dos horas. Tampoco comas a deshoras y procura estar bien hidratada. Recibir la luz del sol también ayuda en gran medida a que el cuerpo se adapte a las condiciones del nuevo destino, ya que influye en la regulación de la melatonina, que es la hormona que ayuda a sincronizar las células de todo el cuerpo.